Se cumplió el pasado 22 de mayo el 50 aniversario de la coronación de la imagen del Inmaculado Corazón de María, perteneciente a la Archicofradía de su mismo nombre, con residencia canónica en la Parroquia de San Pedro, por el Cardenal Arcadio María Larraona Saralegui.
Hay que recordar que la devoción al Inmaculado Corazón de María fue difundida en nuestra ciudad por los Misioneros del Corazón de María (Claretianos), que fundaron una Casa-Misión en la calle Cohombro número, 2 el 22 de noviembre de 1895 durante el pontificado del III Obispo-Prior D. José María Rancés y Villanueva. Esta casa-misión se levanto sobre lo que fue casa-bodega y huerta de Federico García y constaba el edificio de iglesia, casa-misión y de ejercicios con numerosas habitaciones, huerta y otras dependencias. La iglesia, de cortas dimensiones hasta el año 1903, la duplico el
P. Jaime Pinosa, pasándose llamar la hasta entonces calle Cohombro del Corazón de María.
En la iglesia de esta casa-misión fue fundada la Archicofradía del Corazón de María en 1896 por el Padre Pedro Mulleras, y desde el primer momento la familia Acevedo-Rico estuvo vinculada a la presidencia de la misma.
Destruida la imagen del Corazón de María en 1936 durante la Guerra Civil Española (1936-1939), y martirizados 15 claretianos residentes en la comunidad ciudadrealeña el 28 de julio de 1936 en la estación de ferrocarril de Fernancaballero, fue reorganizada la comunidad y Archicofradía en 1939 al término de la Guerra Civil. Saqueada la iglesia y destruida sus imágenes, una de las primeras acciones de los Padres Claretianos fue el dotarla de un retablo mayor digno, que presidiera la imagen del Corazón de María. Este junto a la imagen de la Virgen se adquirieron al taller valenciano de imaginería religiosa Rabasa-Royo por un importe de 36000 pesetas que fueron solemnemente bendecidos por el VIII Obispo-Prior, D. Emeterio Echeverría y Barrena el domingo 10 de octubre de 1943. La imagen de la Virgen fue costeada por la hija de Juan Acevedo-Rico y Medrano, VII Conde de la Cañada, Josefina Acevedo-Rico y Jarava, y a diferencia de la imagen que se venero hasta 1936 que se encontraba de pie sobre una nube rodeada de ángeles y sin niño; la nueva y actual imagen esta sedente en un sillón dorado en pan de oro de estilo barroco con la imagen del Niño Jesús sobre su rodilla derecha. La riqueza decorativa bizantina de su indumentaria realza su papel como madre del Hijo de Dios (1) .
La Archicofradía tuvo un gran crecimiento y en 1945 cuando la comunidad claretiana celebraba sus bodas de oro en nuestra ciudad, estaba formada por 1400 cofrades repartidos en ochenta y cuatro coros; pasando a unos 3000 en 1953 cuando ocupaba la presidencia de la misma Pilar Acevedo-Rico Jarava.
Los Misioneros del Corazón de María tuvieron un gran protagonismo en nuestra ciudad y Diócesis, a parte de la casa-misión también tenían noviciado(2) y desde1948 hasta 1989 (3) fueron los encargados de regir la Parroquia de San Pedro de nuestra ciudad, donde fue puesta a culto la imagen sedente del Inmaculado Corazón de Maria proveniente de la iglesia de la casa-misión de los claretianos, cuando esta fue cerrada y derribada en los años sesenta del pasado siglo XX (4). No es la única imagen de esta advocación que recibe culto en este templo parroquial, ya que en el altar mayor se encuentra otra imagen del Corazón de María del escultor Fernando Cruz Solís que fue sufragada junto a la de San Pedro por la hija del General Rey.
La idea de coronar la imagen de la Virgen, surgió dentro de la Archicofradía y la comunidad claretiana en 1955 como podemos leer en el boletín número 140-141 (5), que se editaba para los archicofrades correspondientes a los meses de febrero y marzo. En su pagina tercera con el titulo “Obsequio digno de la Virgen” aparece la siguiente nota: “No os parece, queridos Archicofrades que debíamos trabajar por ofrecer este año 1955 un obsequió digno de Ella? y no os parece que podría ser ofrecerle una corona de plata y oro recamada con piedras preciosas? Su gran amante Dª Josefina Acedo-Rico dejó a este fin parte de sus joyas, la dejareis sola, Archicofrades? no queréis coadyuvar a tan hermoso obsequio? Así lo espera el P. Director de la Archicofradía quien gustoso recibirá cuanto para dicho fin se le entregue, de oro o plata o piedras preciosas. No podremos coronar con tan preciosa corona su santa Imagen en la fiesta del Corazón de María de este año 1955?".
Pero la realización de la corona y acto de coronación tuvo que esperar unos años y no seria hasta el 22 de mayo de 1960, cuando en la Parroquia de San Pedro fuera coronada solemnemente la imagen de la Virgen. Los actos previos a la coronación comenzaron el jueves día 19 a las 20’30 horas, en el citado templo, con un triduo solemne que estuvo a cargo del R. P. Venancio Sanabria CMF. Para el acto de la coronación, la comunidad claretiana de nuestra ciudad contó con la presencia del Cardenal de la curia romana Arcadio María Larraona Saralegui
(6), que llego a nuestra ciudad a las doce y veinticinco minutos del citado día 22. Fue recibido en el pórtico de la iglesia parroquial de San Pedro por las primeras autoridades civiles y militares de la provincia, la corporación municipal y clero secular y regular. Le rindió honores una batería del Regimiento de Artillería con sede entonces en nuestra capital, y en el interior del templo fue saludado por el IX Obispo-Prior D. Juan Hervás y Benet.
La imagen de la Virgen que se encontraba situada en la nave de la epístola en el paso de la Virgen del Mayor Dolor de la Hermandad del Silencio, fue coronada al termino de la Eucaristía oficiada por el Cardenal y auxiliado por los canónigos de la S. I. P. Isaac Zudaire Arraiza y Bartolome Miguel Diez, actuando de Maestro de Ceremonias Audaz Serrano y corriendo la parte musical a cargo de la Schola Cantorum del Seminario Diocesano. Terminada la Eucaristía fueron subidas las coronas realizadas con las joyas anteriormente reseñadas de Josefina Acedo-Rico y algunas aportaciones de personas devotas del Sagrado Corazón de María, por Fernando Barreda Treviño y su esposa Dolores Fontes Acedo-Rico “por ser unos de los principales donantes de las mismas. Bendecidas que fueron las coronas por el Eminentísimo Cardenal, procedió éste a la coronación de las bellas imágenes de la Virgen y el Niño, que preside la Casa Residencia del Corazón de María de nuestra Capital.
A Continuación y después de unas palabras bellísimas del Cardenal explicando la significación de la Coronación en la tierra de la Reina del Cielo, se cantó una Salve y por último un Te Deum de acción de gracias, iniciándose seguidamente la procesión.
En este desfile procesional formaron en primer lugar colegios de niños y niñas que asistieron a la ceremonia de la coronación, representaciones parroquiales, las distintas ramas de Acción Católica, todos ellos con sus banderas, Seminario Menor, Seminario del Corazón de María, Seminario Mayor, Jefes y Oficiales del Regimiento y representaciones oficiales. Inmediatamente después de la Imagen marchaba el Emmo. Y Rvdmo. Cardenal don Arcadio María Larraona y el Excelentísimo Sr. D. Juan Hervás Benet, acompañados del Cabildo catedralicio. Seguía el Ayuntamiento en Corporación y por último iba la presidencia oficial y civil de la procesión formada por los Gobernadores civil y militar, presidente de la
Diputación,Audiencia, representante de la Delegación de Hacienda, Delegado del Trabajo y de Información y Turismo y otras autoridades, jerarquías y personalidades.
Una gran muchedumbre presenció el paso de la procesión haciendo objeto al Cardenal Larraona de constantes muestras de afecto y simpatía.
Fue obsequiado después el señor Cardenal con un ágape fraternal en el Noviciado de los PP. Misioneros al que asistió también S. E. el Prelado Diocesano. Más tarde, hizo una visita a los mártires claretianos en el cementerio habló unas palabras a las Cordimarianas de Filiación mariana, visitó brevemente el Colegio de las MM. Adoratrices y despidiéndose cariñosamente de sus Hermanos, los Religiosos misioneros, partió para Madrid no sin antes encomendar vivamente se agradeciera de su parte a las autoridades todas Eclesiásticas y civiles y militares las atenciones sin número habidas por parte de ella con su Eminencia”
(7).
La corona de la Virgen y el niño son unas magnificas obras de orfebrería de plata sobredorada con pedrería incrustada de estilo imperial y a parte de la imagen del Corazón de Maria, esta corona fue dejada durante varios años a la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad que la llevo su titular la tarde del Sábado Santo.
La imagen del Corazón de María procesiono algunos años por las calles de nuestra ciudad en el paso de la Virgen del Mayor Dolor de la Hermandad del Silencio, reduciéndose su culto solo al del interior del templo.
Actualmente la Archicofradía esta formada por 500 cofrades siendo su presidenta Maria del Carmen Calvo Arribas y la junta directiva esta formada además por una secretaria, tesorera y tres vocales. La Archicofradía edita un boletín trimestral para información de sus hermanos y como actos de culto celebra una misa mensual todos los días 11 de cada mes, ejercicios en Cuaresma, Eucaristía Solemne el día del Corazón de María y Novena la última semana de septiembre coincidiendo con la primera de octubre.
(1) En el retablo mayor de la iglesia de los claretianos junto a la imagen del Corazón de María, recibían culto la imagen de San José y de San Antonio Maria Claret. En la nave de la iglesia existía otro altar con la imagen de la Virgen del Pilar adquirida por los Jueves Eucarísticos y el Cristo de la Misericordia que actualmente preside el altar mayor de la Parroquia de san José Obrero y que fue el primer crucificado con el que desfilo la Hermandad del silencio en 1943.
(2) El noviciado claretiano de la provincia de Castilla se instalo en la Casa Palacio de la Archicofrade Josefina Acedo-Rico y Jarava que a su muerte, acaecida el 5 de febrero de 1953, dejo para este fin.
(3) Tras la marcha de los claretianos de nuestra ciudad en 1989, solo existe presencia de estos religiosos en nuestra Diócesis en Puertollano desde 1983.
(4) Los terrenos donde se levantaban la iglesia, residencia y casa de ejercicios de los Misioneros del Corazón de María, tenían una superficie de unos 5000 metros cuadrados. Tras el abandono de estas dependencias por los claretianos fueron cedidos al Obispado y el Obispo-Prior Juan Hervás Benet en marzo de 1967 los cedió al Ayuntamiento con la única condición de que “fueran destinados a la construcción y viviendas para familias modestas y una pequeña iglesia para las necesidades de la barriada, por entender que será la mejor ofrenda que puede hacerse a la patrona la Santísima Virgen del Prado, en las fiestas de su coronación canónica, que se celebrarán el 28 de mayo próximo.
El alcalde, al dar cuenta al Pleno de esta carta, pidió, y así se acordó, aceptar complacido el ofrecimiento, habiéndose iniciado ya las gestiones para financiar el proyecto” (A B C 23/03/1967 Pág. 56).
(5) La Archicofradía de Ciudad Real editaba el boletín mensual “Boletín del Corazón de María”, del que se llegaron a publicar 1500 ejemplares en 1953.
(6) Nacido el 12 de noviembre de 1887 en Oteiza de la Solana (Pamplona) falleció el 7 de mayo de 1973 en Roma. Fue el primer claretiano elevado a la dignidad cardenalicia en el consistorio del 14 de diciembre de 1959.(7) Diario Lanza, número 5172, lunes 23 de mayo de 1960.