
Entre ellos este año, tras varios años de ausencia, me encontraba yo otra vez comprobando la fe de un pueblo y de miles de personas venidas desde los puntos más recónditos de España. Fe y devoción es lo que se vive en la aldea del Rocío que este año ha sido histórico tras producirse la rotura de uno de los varales del paso de la Virgen del Rocío que obligo a la vuelta del paso de la Virgen en torno a las 8’15 horas. Momento histórico que pudimos vivir todos los ciudadrealeños allí presentes. Una romería que ha dejado las siguientes estampas para mí.







¡Ah, pero al final salió la Virgen! tenía entendido que no pudo salir porque se rompió el trono.
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