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martes, 8 de abril de 2025

IMÁGENES DEL CAMARÍN EL DÍA DE SU APERTURA CON MOTIVO DEL SETENTA Y CINCO ANIVERSARIO DE LA BENDICIÓN DE LA NUEVA IMAGEN DE LA VIRGEN DEL PRADO

 



El pasado sábado 5 de abril, con motivo del setenta y cinco aniversario de la bendición de la actual imagen de la Virgen del Prado, el camarín de nuestra Patrona se pudo visitar a lo largo del día.

 











lunes, 7 de abril de 2025

LA ACTUAL IMAGEN DE LA VIRGEN DEL PRADO

 



Como consecuencia de habérsele presentado en el año 1946 la carcoma en la cabeza de la Imagen de la Virgen, que en sustitución de la primitiva destruida el año 1936 por el iconoclatismo rojo, fue construida en Barcelona por el escultor Vicente Navarro bajo la dirección de Carlos Vázquez, y ante los terribles estragos que en lamentable progresión venia haciendo dicha infección, caso este tan raro y misterioso, que llegó a constituir una gran preocupación para todos y acariciar la idea del propósito decidido de su necesaria sustitución, con tal motivo, el día 22 de agosto de 1948 después de la función de la Octava, citados por el Excmo. sr. Obispo D. Emeterio Echevarría y presidida por él, tuvo lugar una reunión en una dependencia de la Santa Iglesia Prioral, nombrándose una comisión encargada de llevar a efecto, la ejecución de una nueva imagen.

La comisión fue compuesta por elementos del Municipio, del Cabildo, y de la Ilustre Hermandad y del profesorado artístico, la cual anunció y celebró un concurso al que acudieron varios escultores, quedando desierto por no agradar los bocetos presentados.

Al fin el Prelado, encargó en firme la ejecución de la nueva y actual imagen, a los escultores Rausell y Llorens de Valencia inspirados artífices del “paso” del Encuentro, de la Virgen del Mayor Dolor y de los apóstoles del retablo de la Catedral, cuya imagen ha sido costeada por el Excmo. Gobernador Civil D. Jacobo Roldán Losada en un rasgo de su amor a Ciudad Real y acto piadoso para con la Santísima Virgen del Prado.

El día 26 de marzo llegó a la Catedral el envío de los señores Rausell y Llorens y el 5 de abril Miércoles Santo, el sr. Obispo bendijo solemnemente la nueva Imagen, acto presenciado por multitud de devotos, por el Cabildo, autoridades y representación de la Ilustre Hermandad.

Inmediatamente fue colocada en su trono, cantándose una salve, y el sábado santo, al levantarse el velo pudieron contemplar multitud de fieles a la nueva imagen que en lo sucesivo había de ser nuestra Madre Protectora a la que hemos de acudir en súplicas y en acción de gracias, todos los devotos.

¡Viva la Virgen del Prado!

Ciudad Real 30 de abril de 1950

 El Secretario

Juan B. Gil

Libro de Actas de la Ilustre Hermandad de la Virgen del Prado

 


domingo, 6 de abril de 2025

LA NUEVA IMAGEN DE LA VIRGEN DEL PRADO. HA SIDO COSTEADA POR EL GOBERNADOR CIVIL

 




En medio de la agitación multitudinaria y conmovida de las fiestas de Semana Santa ha tenido lugar entre nosotros con serena placidez de idilio místico un suceso trascendental para la vida religiosa e histórica de Ciudad Real; la recepción, bendición y entronización de una nueva Imagen de la Virgen del Prado.

Desde que se hicieron patentes en 1946 los terribles estragos que la carcoma –cosa extraordinaria, insólita— venía haciendo en la cabeza de la anterior imagen y que han ido en lamentable progresión después constituyo una enorme preocupación para todos, casi una pesadilla, su imprescindible sustitución.

La Comisión nombrada al efecto con valiosos elementos del Municipio, del Cabildo, de la I. Hermandad y del Profesorado artístico no se ha dado punto de reposo. Y el Prelado, al fin, encargó en firme la ejecución de una nueva imagen a los escultores Rausell y Llorens, de Valencia, los inspirados artífices del “paso” del Encuentro, Virgen del Mayor Dolor y de los Apóstoles del retablo de la Catedral, lo mejor sin duda alguna de cuanto a Ciudad Real ha venido de escultura religiosa después de la Liberación.

Los celebrados artistas han puesto a contribución en el arduo cometido toda su maestría y todo su empeño con asesoramiento de los mejores conocedores de la antigua y veneradísima imagen, en especial el fallecido don Emiliano Morales y del actual Arcipreste del Cabildo. Este nos trajo ya de Valencia sus favorables impresiones en diciembre último, y es lástima que don Emiliano no haya podido sentir la satisfacción de ver terminada la importante obra.

Por su parte, el excelentísimo señor Gobernador Civil y a sus instituciones piadosas, ofreció costear –como lo ha hecho religiosamente— el importe íntegro de la imagen en cuyo acierto se mostró siempre interesantísimo.


El que fuera Gobernador Civil de Ciudad Real, D. Jacobo Roldan Losada, persona que costeó la imagen de la Virgen del Prado



Y últimamente, el 26 de marzo, llegó a Catedral el envío de los señores Rausell y Llorens que el 30 pudo ser admirado por las personalidades más representativas de Ciudad Real entre ellas el gobernador y su señora. Y el 5 de abril, Miércoles Santo, nuestro excelentísimo y reverendísimo Prelado, en primera salida convalecido totalmente de su pasada dolencia, hizo la bendición solemne de la nueva imagen en su camarín, lleno de multitud de devotos, que pudieron darse cuenta del suceso, y estando presentes las señoras directivas de la Corte de Honor, las autoridades, el Cabildo y la representación de la I. Hermandad.

Acto seguido fue colocada la sagrada imagen en su trono, se cantó una Salve y el Prelado ofreció a la Santísima Virgen del Prado tres Aves Marías: la primera por quien puede ser llamado con justicia proyector insigne de la nueva imagen; la segunda implorando fecundas bendiciones de la Patrona para su pueblo predilecto, Ciudad Real, y la tercera por las necesidades espirituales de toda la Diócesis Priorato.

La concurrencia respondió con honda emoción piadosa al rezo del señor Obispo, y en el expresivo rostro maternal de la Virgen creímos poder contemplar la suprema satisfacción con que nos acepta como hijos muy amados de su corazón desde ese día memorable e histórico para Ciudad Real.

Y hoy, Sábado Santo, al levantarse el velo litúrgico de la tristeza, los ojos misericordiosos de la Virgen del Prado irradiaron sobre la muchedumbre que anhelante de este momento henchía la ingente nave de la Iglesia Prioral torrentes de gracia, de misericordia, de amor y de cariño maternales que inundaron las almas de luz y de alegría, celestial presagio de que ella ha de ser siempre nuestra vida, nuestra dulzura y nuestra esperanza, gloria de Jerusalén público de Israel, honra perenne de nuestro pueblo.

Diario Lanza el 8 de abril de 1950




sábado, 5 de abril de 2025

LA IMAGEN DE LA VIRGEN DEL PRADO CUMPLE SU SETENTA Y CINCO ANIVERSARIO

 

Papel timbrado de Rausell y Llorens con el registro del libro de encargos de la Virgen y su importe 17000 pesetas. Las imágenes publicadas son del fondo de histórico de Liberto López de la Franca



La primitiva imagen de la Virgen del Prado, que los ciudarrealeños invocaron desde la fundación de la ciudad como “Restauradora de las dos Castillas, Fundadora, Patrona y Protectora de Ciudad Real”, fue destruida durante la Guerra Civil Española en 1936. Terminada está en 1939, la hermandad depositó su confianza para realizar una nueva imagen en el entonces hermano de la Ilustre Hermandad y gran pintor ciudarrealeño, D. Carlos Vázquez Úbeda, que se ofreció para realizarla igual a la desaparecida. Carlos Vázquez residía en Barcelona, por lo que encargó la talla de la Virgen y Niño Jesús, al escultor catalán Vicente Navarro con policromía del propio Carlos Vázquez. Esta imagen llegó a Ciudad Real e1 24 mayo de 1940, y tras permanecer unos días en una ermita provisional que se construyó en la carretera de Toledo, entró triunfalmente en Ciudad Real el 1 de junio del citado año.

Pero esta nueva imagen de la Virgen no fue del gusto de los ciudarrealeños, tal y como manifiesta el que fuera Deán de la Prioral D. José Jiménez Manzanares, en un artículo publicado en el diario “Lanza” el 12 de agosto de 1961 que lleva por título “Las madres nunca son feas”, en el cual manifiesta que la imagen de Vicente Navarro no fue fiel reproducción a la destruida en 1936 y por este motivo “no pudo satisfacer el ansia filial de sus devotos”.

 

Rausell y Llorens en la puerta de su estudio de escultura junto a sus hijos



En el año 1946 se descubre carcoma en la cabeza de la Virgen, dándose cuenta de ello en la Junta General de la Ilustre Hermandad el 29 de junio del citado año. Dos años después en 1948, el entonces Obispo-Prior D. Emeterio Echeverria Barrena,  nombra una comisión para la realización de una nueva talla de la Virgen del Prado y del Niño Jesús, formada entre otros por el Hermano Mayor y Secretario de la Ilustre Hermandad, miembros del Cabildo, del ayuntamiento y profesorado artístico de la ciudad, que convocaron un concurso para la realización de una nueva imagen, al que concurren varios escultores y que tal y como se recoge en el acta de la Ilustre Hermandad del 4 de julio de 1948: “…terminando por dejar desierto el concurso por no parecerse lo suficiente las obras presentadas a la imagen primitiva, de lo cual levantaron acta para elevarla a la superioridad eclesiástica a fin de que resuelva lo que estime conveniente”.

Por este motivo el entonces Obispo-Prior delega la realización de la nueva imagen en dos canónigos de la entonces Prioral, el Arcipreste D. José Jiménez Manzanares, que era también el Capellán de la Hermandad de la Patrona, y D. Emiliano Morales que había sido antes que canónigo, Párroco de San Pedro y Arcipreste de Ciudad Real y que formaba parte de la Comisión Provincial de monumentos, y al que tanto deben las cofradías y hermandades de San Pedro y por consiguiente la Semana Santa de Ciudad Real, ya que gracias a él muchos de los pasos de nuestra celebración pasional, fueron realizados por los grandes escultores de la posguerra española, y Ciudad Real cuenta con una excelente imaginería procesional de gran calidad artística.

 

Tarjeta del taller de escultura



D. José y D. Emiliano, decidieron que los escultores valencianos José María Rausell Montañana y Francisco Llorens Ferrer, fueran los que realizaran la imagen de la Virgen del Prado. Estos escultores eran conocidos por D. Emiliano quien había encargado para la Hermandad del Silencio la Virgen del Mayor Dolor y el Cristo de la Buena Muerte, para la Hermandad del Encuentro su misterio a través de la Asociación de Cofradías, y para la Parroquia de San Pedro las imágenes de San Blas, el Niño de la Pasión y Santa Rosa de Lima. También estos escultores estaban trabajando desde 1947 para la Prioral ciudarrealeña, tallando las imágenes de los apóstoles destruidos en 1936 del retablo del altar mayor, obra de Giraldo de Merlo de 1616.

Los escultores tenían desde 1930, un estudio de escultura en la Plaza Pintor Pinazo, 1 bajo (antes Plaza Picadero) bajo el nombre “Rausell y Llorens”, y fue en ese estudio y lugar donde se esculpiera la nueva imagen de la Virgen del Prado. El encargo lo recibirían los escultores en 1949, con consideraciones de D. José y D. Emiliano, que aportaron datos para que la nueva imagen se pareciera lo más posible a la desaparecida en 1936, para que como dice D. José en el artículo anteriormente reseñado: “la nueva Imagen se acercara si quiera a los anhelos fervorosos y a los devotos deseos de los hijos de la Virgen del Prado”.


Medidas del canónigo Giménez Manzanares para realizar la talla de la Virgen del Prado



D. Emiliano fallecería por enfermedad en diciembre de 1949, por lo que la responsabilidad de la nueva talla recaería a partir de entonces en D. José Jiménez Manzanares, quien se desplazaría en ese mes de diciembre a Valencia para visitar el taller de los escultores, y tras una breve observación al policromador y decorador de la imagen, se dio por terminada la misma.

La talla es una imagen religiosa, exenta o de bulto redondo que irradia maternal ternura, y que fue concebida para ser vestida. El manto y la túnica están en movimiento, y tienen estofados en oro. La policromía y decoración de la imagen corrió a cargo del pintor de imágenes Juan Castellanos, excelente policromador que tenía una estrecha relación con Rausell y Llorens, quienes vigilaban los procesos. Es una imagen realista, de fuerte espiritualidad y de gran elegancia formal y armonía que se manifiesta en la pulcritud del acabado. Su coste ascendió a 17.000 pesetas, que sufragó de su bolsillo el entonces Gobernador Civil de la Provincia, D. Jacobo Roldán Losada, y que regaló al pueblo de Ciudad Real.


Fotografía del 5 de abril de 1950 día que se bendijo, sacralizó y entronizó la venerada imagen de nuestra Excelsa Patrona



La nueva imagen de la Virgen del Prado llegó a la catedral ciudarrealeña, el Domingo de Pasión 26 de marzo de 1950, pudiendo ser admirada el jueves 30 de marzo por las personalidades más representativas de la ciudad. El Miércoles Santo 5 de abril, el Obispo-Prior, D. Emeterio Echeverría, hizo la solemne bendición de la imagen en su camarín, en la que estuvieron presentes una representación de la Ilustre Hermandad, directivas de la Corte de Honor, autoridades locales y provinciales y el Cabildo Prioral, acompañados por una gran cantidad de devotos. Tras la bendición la imagen fue colocada en su trono, cantándose la Salve y el Prelado ofreció tres Ave Marías a la Santísima Virgen: la primera por quien puede ser llamado con justicia protector insigne de la nueva imagen; la segunda implorando fecundas bendiciones de la Patrona para su pueblo predilecto, Ciudad Real, y la tercera por las necesidades espirituales de toda la Diócesis Priorato.

El Sábado Santo al levantarse el velo que cubría el trono de la Virgen durante la Semana Santa, al existir todavía la costumbre litúrgica en nuestra ciudad de cubrir las imágenes con un velo morado desde el Domingo de Pasión hasta el Sábado Santo, los ciudarrealeños pudieron contemplar la nueva imagen de la Virgen del Prado, que desde aquel 5 de abril se convirtió en la Reina y Señora de Ciudad Real.

Emilio Martín Aguirre,

Vicepresidente de la Real e Ilustre Hermandad y Corte de Honor de Nuestra Señora del Prado Coronada, Patrona de Ciudad Real    

  

   

                                      

viernes, 4 de abril de 2025

HA MUERTO EL ESCULTOR MARCO PÉREZ

 



Días pasados ha fallecido en Madrid, donde residía en los últimos años, el laureado escultor y conocido imaginero Luis Marco Pérez, a la edad de 86 años. Nació en Cuenca, donde tiene gran número de obras y un total de veintidós “pasos” de la Semana Santa de la capital hermana. En la fotografía de archivo, una de las tres obras de imaginería religiosa que Marco Pérez hizo para la Semana Santa de Ciudad Real: el Santísimo Cristo del Perdón y de las Aguas, que sale en la procesión del Viernes Santo por la mañana. Las dos restantes son “La Oración en el Huerto”, de la misma procesión, y el “Santo Descendimiento”, del Viernes Santo por la tarde. En todas ellas se muestra la alta calidad artística del fallecido imaginero manchego. Descanse en paz.

Diario Lanza, Domingo 23 de enero de 1983


Marco Pérez en los últimos años de su vida


jueves, 3 de abril de 2025

RECUERDO EMOCIONADO DE UN GRAN ARTISTA

 

Nuestra Señora de los Dolores “Ave María” obra de Castillo Lastrucci de 1940, en su paso de salida en los años cincuenta del pasado siglo


La escueta noticia de agencia, leída en los periódicos del pasado jueves, decía lo siguiente:

Sevilla.- A la edad de 85 años ha fallecido en esta ciudad el popular imaginero sevillano don Antonio Castillo Lastrucci, autor de numerosas imágenes que desfilan, procesionalmente, en la Semana Santa de Sevilla.

El sepelio, celebrado esta mañana en el cementerio de San Fernando, de esta ciudad, constituyó una sentida manifestación de duelo.

Sobre el féretro del que fuera cotizado escultor, del gobernador civil y jefe provincial del Movimiento de Sevilla, señor Utrera Molina, colocó la medalla del Mérito al Trabajo que recientemente le fue concedida.

Hace bastantes años que tuvimos ocasión de conocer a Castillo Lastrucci. Un grupo de hombres de Ciudad Real, en su deseo de devolver a su Semana Santa el esplendor de que gozara allá por el veintitantos, y tras el doloroso e iconoclasta periodo de la guerra civil, había echado sus hombros la tarea, pesada y compleja, de reorganizar Hermandades y aun crear nuevas Cofradías, dotando a cada una de ellas de su “paso” titular. Uno de los artistas en quien se pensó para devolver a la capital manchega las imágenes que sustituyeran a las desaparecidas, fue el sevillano Castillo Lastrucci, que gozaba ya de justa fama en el mundo del arte y especialmente como escultor de figuras religiosas con una garantía de numerosas obras, extendidas en especial por toda Andalucía.


Santísimo Cristo de la Piedad tallado por Castillo Lastrucci en 1947


Era párroco de San Pedro, por aquel entonces, un hombre apasionado por el arte en sus más varias manifestaciones: don Emiliano Morales. Y gracias a él llegaron hasta Ciudad Real escultores como Castillo Lastrucci y Antonio Illanes, que dejaron muestras de su valer en nuestros templos, con imágenes que hoy son justamente elogiadas por quienes las contemplan.

Castillo Lastrucci, no obstante sus años, quiso venir a Ciudad Real y ver aquí parte de su obra, que se extendió incluso a algunos tronos, como llaman en Sevilla las andas o carrozas. Que nosotros recordemos se deben a su gubia general el Santísimo Cristo de la Piedad y su magnífico trono, Nuestra Señora de los Dolores de la Catedral el niño de la palangana y dos figuras –el escriba y el trono del “Ecce Homo” verdadera filigrana de encaje en madera. También en la provincia fue dejando el extraordinario imaginero sevillano muestras diversas de su categoría artística, unánimemente reconocida.


Misterio del Ecce-Homo (Pilatos) donde Castillo Lastrucci tallo el paso, el escriba y el niño con la palangana en 1949



Cuando tuvimos ocasión de tratarle, no obstante su edad, se echaba de ver su ilusión juvenil, su alma de artista enamorado de las obras que iba creando, dentro de la más pura ortodoxia religiosa. Era hombre poco apegado a lo material. Aun reconociendo que precisaba de compensación económica, nunca anteponía lo crematístico a lo artístico. Así nos lo dijo a un grupo de hermanos mayores cuando el viaje a Ciudad Real a que antes nos hemos referido y personalmente al que esto escribe cuando le visité en su lugar de trabajo en su amada Sevilla, en el estudio de escultor instalado en una recoleta calle de la capital andaluza.

Castillo Lastrucci ha trabajado hasta su muerte. Su inquietud de artista no le permitía gozar del descanso bien ganado por todo hombre que ha culminado una vida entera en su profesión. Y hasta que las manos se lo han permitido ha seguido dando frutos de su genio creador, que estamos seguros de que ahora, en el momento de su muerte, será ensalzado como corresponde a un artista de su talla.

La imaginería religiosa ha perdido, con la desaparición del famoso escultor, uno de sus más fieles y tradicionales intérpretes. Quienes tuvimos la dicha de conocerle hemos de dedicarle, con tan triste motivo, el recuerdo de una amistad sincera y la oración por el artista de honda fe católica, que supo plasmar en centenares de obras de vasta producción, el respeto por la tradición del más sublime drama de que tiene noticia la humanidad: Cristo y la Redención.

Cecilio López Pastor. Diario Lanza de 2 de Diciembre de 1967.


Antonio Castillo Lastrucci (Sevilla, 27 de febrero de 1882 - 29 de noviembre de 1967) 


miércoles, 2 de abril de 2025

EL ANTIGUO TITULAR DE LAS AGUAS DE SEVILLA EN EL MUSEO DIOCESANO DE CIUDAD REAL

 




En una de las salas del Museo Diocesano de Ciudad Real, se encuentra expuesta la imagen de un crucificado anónimo del siglo XVI, que fue titular de la Real, Ilustre, Antigua y Fervorosa Hermandad de la Santa Cruz y Nuestra Señora del Rosario y Archicofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de las Aguas, Nuestra Madre y Señora del Mayor Dolor y María Santísima de Guadalupe de Sevilla, que procesiona la tarde del Lunes Santo en la capital hispalense.

La advocación de las Aguas proviene de que estando esta imagen en el Hospital de Santa Catalina en Triana, sucedió una inundación en el arrabal. Al no verse afectado el Hospital se atribuyó a la intervención milagrosa del Cristo, por lo que empezó a denominarse de Las Aguas.

Fue la imagen titular de la Cofradía de las Aguas sevillana hasta el año 1929 inclusive, con la que procesionaba en su paso para realizar la estación de penitencia a la Catedral desde la iglesia de San Jacinto. En el año 1942 fue llevado por los dominicos a la iglesia del Convento de la Asunción de esta comunidad religiosa que tenía entonces en Almagro, y allí permaneció hasta el año 2019, que paso al Museo Diocesano de Ciudad Real.

 

El misterio del Cristo de las Aguas, captado en San Jacinto uno de los últimos años del siglo XIX