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miércoles, 2 de julio de 2025

LA TALAVERANA: HISTORIA Y GLORIA DE LOS CONCIERTOS EN CIUDAD REAL (I)

 




El recinto de la fuente Talaverana, situado en el corazón del Parque de Gasset, acogió durante varias décadas el encanto y el glamour de las mejores noches de fiesta. En este espacio tuvieron cabida numerosas actuaciones musicales de los artistas y orquestas más importantes del momento, tanto dentro del panorama nacional como internacional

La Talaverana, espacio que albergó la Feria de Ciudad Real durante muchos años, poseía un encanto especial en medio de un entorno ideal rodeado de espacios verdes y arropado con su césped, árboles y jardines. Pero la verdadera estrella era la fuente de cerámica talaverana que se llevaba todo el protagonismo y que ocupaba el espacio central de la pista de baile en la que, al fondo, se situaba un amplio escenario flanqueado por una concha que proporcionaba un sonido envolvente y magnífico. Pese a las odas hacia este recinto, no faltan tampoco las opiniones que señalan que las actuaciones musicales en La Talaverana estaban dirigidas a un público más selecto, con un nivel económico medio-alto dentro del conjunto de la sociedad.

En cualquier caso, lo cierto es que los espectáculos sobre el escenario de La Talaverana ya han quedado para el recuerdo y forman parte de la historia social, cultural y artística de Ciudad Real.

Con el fin de rememorar aquellos años, y la importancia que este espacio tuvo desde el punto de vista artístico y como punto de encuentro de la sociedad ciudadrealeña (la fuente de La Talaverana hoy sigue siendo uno de los principales iconos de la ciudad), Lanza se ha puesto en contacto con algunas personas que, desde sus respectivos cargos y posiciones, vivieron aquellos años de una manera especial, los cuales han constatado que por aquella época, todos los artistas de renombre querían actuar en La Talaverana pues eso les daba prestigió y caché.





Jesús Romero, actual presidente de la Asociación Cultural Amigos de Javier Segovia, recuerda bien la magia de aquellas noches estivales. No en vano, en numerosas ocasiones actuó junto a su orquesta en el escenario de la pista municipal, si bien, en otras, las más contadas, tuvo el privilegio de hacerlo en el recinto de La Talaverana. Este artista, conocido artísticamente como Jesús Roco, merced al nombre que le puso el conocido periodista Tico Medina, tuvo la satisfacción de impregnar de música y acordes el aire de La Talaverana allá por el mes de agosto de 1985 durante la última actuación que albergó el escenario de este maravilloso recinto, dentro de una velada llena de alegría pero también de mucha melancolía y recuerdos.

Romero explica que durante la feria de Ciudad Real tradicionalmente había varios bailes, entre los que se encontraban el de La Talaverana donde “globalmente iban artistas más punteros”, y el de la pista municipal, que estaba a la espalda del primero. Pese a ello, indica que las actuaciones en la Talaverana estaban dirigidas fundamentalmente a un público perteneciente a una sociedad media-alta y los conciertos tenían unos precios elevados para la época. “Incluso te exigían llevar chaqueta para poder entrar”.

Jesús tuvo una orquesta desde 1968 hasta el año 1986. Principalmente actuaron en la pista municipal durante las fiestas de Ciudad Real, sobre todo en la década de los 70, si bien, alrededor de 1982, “en el momento en el que los bailes se acercaron más a la gente fue cuando empezamos a actuar en La Talaverana, ya con la orquesta que tenía por nombre ‘Jesús Roco, Maribel y Orquesta Guadiana’”.



Recuerda con mucha emoción como fue la última actuación que brindaron al público de Ciudad Real sobre el escenario de la Talaverana, justo la noche en el que este emblemático espacio echó el cierre al lucimiento de los espectáculos musicales, coincidiendo a su vez con el último momento en el que el Parque de Gasset albergó la feria de Ciudad Real: “No estaba previsto hacer baile esa noche, pues, según la hora programada, el momento del espectáculo coincidía en que finalizaba el 22 de agosto para dar paso al día 23. Pero la Federación de Peñas, que acababa de conformarse y que estaba presidida por Justo Serrano, se puso en contacto con nosotros para organizar un baile. Y, debido a que teníamos mucha amistad, hablé con los músicos y decidimos organizarlo todo. Conmigo cantó Maribel García Trujillo. Y fue un baile muy emotivo”.

Romero fue testigo en primera persona, tanto como músico como siendo espectador y aficionado a la música, de la magia que tuvo La Talaverana durante aquellas décadas: “Era un escenario maravilloso y todos los músicos valorábamos mucho poder venir hasta La Talaverana, que tuvo un gran esplendor y vivió su máximo apogeo desde 1967 hasta 1985”.

Considera que la Feria de Ciudad Real no habría sido la misma sin el espacio de la fuente Talaverana: “Las personas de la época solían irse a mediodía a los bares a tomarse unas cañas, luego daban un paseo por la Feria, acudía a ver los toros y, finalmente, terminaban la velada en la pista municipal o en La Talaverana, los que podían hacerlo”.

La propia Asociación Cultural Amigos de Javier Segovia quiso rememorar durante los últimos años las actuaciones en la mítica Talaverana. Así, en 2014 ofreció un emocionante concierto donde el hilo conductor fue el recuerdo de los bailes de la feria durante los años sesenta y setenta. Para tal fin, actuaron con un repertorio de 17 canciones compuesto de pasodobles, rumbas, chachachás, baladas, boleros, etc. A su vez, la misma asociación presentó en la fuente Talaverana en agosto de 2019, justo un verano antes de que llegase la pandemia, ‘Voces para el recuerdo’, que aunó canciones y poemas de diferentes autores.




Curiosidades y anécdotas de los artistas

Javier Naharro, vicepresidente de la Asociación Cultural Amigos de Javier Segovia, también pudo palpar el esplendor que tuvo la Talaverana dentro del plano cultural y social.

Indica como artistas tan conocidos como Lola Flores, Bety Misiego, Mara Lasso, Luciana Wolf, Peret, Mike Kennedy, Raphael, Rita Pavone, Conchita Márquez Piquer, Nino Bravo, Julio Iglesias, Alberto Cortez, Dyango, Nicola di Bari, las hermanas Kessler, Ana Belén, Rocío Jurado, Mocedades, Rocío Durcal, Georgie Dann, Rafaela Carrá, Camilo Sexto, Manolo Escobar, Dyango, la orquesta Platería, Bertín Osborne, Manolo Escobar, Juan Pardo, Sergio y Estíbaliz, la Orquesta Mondragón y la Topolino Radio Orquesta, así como un largo etcétera, no quisieron perderse la oportunidad de actuar dentro de un recinto tan emblemático y lleno de magia en el que la música adquiría otra dimensión.

El propio Javier Naharro comenta que la capitalidad de Ciudad Real conllevaba que “los artistas más relevantes de la época actuaran en la Talaverana, regentada por el popular Eduardo Pérez, quien fue capaz de llenar de glamour el parque de Gasset, concentrando la actividad musical en el recinto de la fuente talaverana”.

Y es que comenta que “las veladas conformadas por las canciones del momento e interpretadas por las orquestas más afamadas, sonaron en el recinto de la Talaverana desde 1967 hasta 1985, último año en el que la feria de Ciudad Real se celebró en el Parque de Gasset”.

El vicepresidente de la Asociación Amigos de Javier Segovia, quien aclara que los cachés de los artistas podían oscilar por aquella época entre las 60.000 pesetas de Lola Flores y las 335.000 pesetas de Raphael, recuerda algunas anécdotas curiosas y divertidas de los cantantes que actuaron en la Talaverana. Una de ellas se produjo en 1971 y estuvo protagonizada por Lola Flores, pues cuando fue recibida oficialmente por el Ayuntamiento, en la cafetería Ruidera, regentada por Manolo Vacas, como solía ser costumbre con los famosos que visitaban la ciudad, “viendo el edificio municipal exclamó: ¡Vaya cafetería bonita que tenéis en Ciudad Real!”

A su vez Mike Kennedy, el conocido cantante afincado en la ciudad de Vitoria, y que es recordado especialmente como líder del grupo Los Bravos, cuando cantó en la Talaverana de Ciudad Real “exigió que en su camerino estuviera un cardiólogo durante su actuación, al ser algo hipocondriaco”.




Por su parte Conchita Márquez Piquer “incluía en su contrato que le tenían que proporcionar músicos de primera categoría al igual que instrumentos perfectamente afinados”.

El genial Nino Bravo cuando el 18 de agosto de 1972 cantó en la Talaverana, en la que fue una de sus últimas actuaciones en vida, “solicitó para su concierto una pasarela que uniera el escenario principal con la fuente Talaverana, recorriendo la misma en varias de sus interpretaciones, algunas de ellas realizadas a viva voz sin micrófono, lo que impactó muchísimo en el público asistente”.

Javier Naharro comenta a su vez que otra de las anécdotas sucedió en 1975 cuando tenía que actuar en La Talaverana la estrella inglesa Shandy Shaw: “Parece ser que la cantante padecía de una ligera afección a la garganta, por lo que expuso que no podía cantar. Y lo hizo sin exhibir ningún certificado médico. Después de entablar una fuerte conversación con su representante y los organizadores, la artista accedió a subir al escenario e intentó cantar, pero finalmente reconoció públicamente que no podía hacerlo, por lo que se bajó del estrado y se marchó del recinto y de la ciudad, motivo por el cual la gente quedó bastante enfadada y desencantada”.

Concluye destacando que “la Talaverana demostró en su justa dimensión, fuera de toda especulación posible y de intenciones políticas, ser un encuentro lúdico, especialmente estético y social, sin dejar a un lado la importancia de la capitalidad, como la elaboración de su magnífico programa artístico internacional”.  

 



martes, 1 de julio de 2025

NOCHES DE FERIA EN LA TALAVERANA

 

Fotografías de Manuel Herrera Piña de diferentes años de las actuaciones en la Talaverana en los años setenta


El centro de la fiesta donde se celebraba la cena del día de las carrozas (Día de la Provincia lo llamaban), donde acudían todos los alcaldes y concejales de los pueblos muy trajeados con las reinas de las fiestas y las mujeres de vestido largo y un chal sobre los hombros. Donde todos los días acudía la gente bien de la ciudad a exponerse, a divertirse y a compararse entre otros que querían o podían estar allí, porque algunos conseguían entradas de “gañote” que regalaba el Ayuntamiento. El público que ocupaba las mesas y escuchó a Julio Iglesias, a Lola Flores, Raphael, Rita Pavone y a muchos famosos del momento que no recuerdo ahora mismo pero que puedo ver en el escenario entre las luces, aunque algunos los viera desde fuera, antes o después

La Talaverana de aquellos veranos de la primera mitad de los 70, en la adolescencia, cuando la realidad era tan nítida y también tan incierto el lugar que se ocupaba en el mundo, lo que se valía o no valía, lo que se podía intentar conseguir, lo que se perseguía con tanta torpeza sin saber muy bien lo que se buscaba más allá del impulso azul del deseo o la esperanza de conocer amigos con los que se pudiera conversar y que compartieran algunas aficiones o algunos sueños futuros.

 



La feria en el parque. En el paseo central, los puestos de turrones, algodón de azúcar, gajos de coco, martillos rojos de caramelo con un palo muy largo, que eran muy dulces y no se podían morder porque se pegaban a los dientes y eran imposibles de partir. La pista de baile de la Ferroviaria que siempre había sido la de los obreros y que no estaba abierta entonces aunque se abrió años después para dar conciertos y una vez vi allí, cuando ya estaba en Madrid en los ochenta, a Alaska cantando aquello del bote de Colón. Los urinarios a la izquierda con su olor característico que se fundía con el de los churros que freían por allí cerca. Los caballitos, la ola y los coches de choque cerca de la Cruz de los casados. También la noria, el trenecillo de la muerte y sus escobas, el ruido tan intenso de las tómbolas y esas atracciones que daban vueltas hasta marearse en las que no siempre apetecía montarse. Las gambas y los cucuruchos de camarones tan ricos como nunca más lo han sido en el comienzo del paseo paralelo hacia abajo. Los vendedores de juguetes llenos de rifles del oeste que disparaban un tapón de corcho unido con un cordel al final del cañón, balones de goma y muñecas que cerraban los ojos al balancearse y tenían el pelo de nylon. Los puestos de comidas con ruidos de vidrio de botellines de cerveza, olor a pinchos morunos, chorizos y morcillas a la plancha o a pollos asados que la gente humilde comía con trajes de domingo y esa alegría espontánea que no puede comprarse en ningún sitio. Las orzas de berenjenas y las casetas de tiro con escopetillas de plomos donde se disparaba a un palillo mondadientes que sostenía un cigarro rubio o un llavero con una navaja pequeña. La Pista Municipal a la derecha para la gente modesta o para los jóvenes sin demasiado dinero que bailaban hasta la madrugada con orquestas pachangueras que siempre terminaban tocando el “poronpompero”.




Los bares de la Talaverana a la derecha, que se clareaban casi enfrente y, vistos desde fuera, eran una tentación que parecía inalcanzable. Un tintineo de luces verdes entre el follaje donde se movían camareros de pajarita negra y chaquetas blancas. El centro de la fiesta donde se celebraba la cena del día de las carrozas (Día de la Provincia lo llamaban), donde acudían todos los alcaldes y concejales de los pueblos muy trajeados con las reinas de las fiestas y las mujeres de vestido largo y un chal sobre los hombros. Donde todos los días acudía la gente bien de la ciudad a exponerse, a divertirse y a compararse entre otros que querían o podían estar allí, porque algunos conseguían entradas de “gañote” que regalaba el Ayuntamiento. El público que ocupaba las mesas y escuchó a Julio Iglesias, a Lola Flores, Raphael, Rita Pavone y a muchos famosos del momento que no recuerdo ahora mismo pero que puedo ver en el escenario entre las luces, aunque algunos los viera desde fuera, antes o después.



Luego, el baile de las orquestas donde se movían las parejas, las familias o los grupos de amigos que venían juntos cuando se bailaba “suelto”. Pero también las mujeres solas que se habían hecho un traje largo para la ocasión en alguna modista y esperaban encontrar un príncipe azul que les pidiera bailar agarrado en las canciones lentas. Los hombres solos que recorrían el recinto acumulando valor para poder tener una mujer posible o imposible entre sus brazos, aunque muchas veces les dijeran que no y pareciera que se cayera un mundo entero. El refugio de esos bares maravillosos donde te atendían como si fueras un caballero, donde las botellas relucían de luz verde y blanca y era un lujo tomar un cubalibre muy cerca de una estatua desnuda. Quizá ese día que te decían que sí y entonces la noche se iluminaba de estrellas y las melodías sonaban más intensas y se hacía como si se bailaba pero se estaba en un paraíso con ranas verdes y fuentes de colores que parecía el centro del mundo. Y quizá lo era, aunque entonces no lo sabíamos, en aquellas madrugadas donde ya refrescaba y había que ponerse algo encima de los hombros.

Ramón González Correales

Fuente: https://www.lanzadigital.com/provincia/ciudad-real/noches-de-feria/




lunes, 30 de junio de 2025

LA FUENTE TALAVERANA

 




La lectura y el seguimiento del diario Lanza nos ofrecen diversos motivos para escribir. La verdad es que la lectura es algo muy personal. Nadie leemos el mismo libro, leyendo la misma obra; ni leemos el mismo periódico, ni reparamos en las mismas noticias en que otros días reparamos.

El miércoles, 19 de marzo de 2008, descubro en Lanza una vista preciosa de la Fuente Talaverana, cuyo titular nos informa: "La Fuente Talaverana recuperará su imagen original tras la restauración". Nosotros pensamos que es un buen ejemplo de la política edilicia y de los ciudadanos de Ciudad Real el que se restaure esta fuente emblemática en el conjunto natural de árboles, jardines y plantas del Parque Gasset.

Nos indica Lanza que el Boletín Oficial de la provincia de Ciudad Real estaba previsto que publicara el proceso de contratación urgente del proyecto de remodelación del Paseo Escultor Donaire y la Fuente Talaverana, después que el 10 de marzo fuera aprobado por la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Ciudad Real. El concejal de Sostenibilidad, Juan Caballero, indicó a Lanza que se quieren recuperar las estatuas donde hoy se ubican las grandes rosaledas, así como las otras fuentes que adornaban el entorno.

Todo esto nos ha llevado a nosotros a pensar en todo lo que representa el parque, los jardines y la fuente en la ciudad. Podemos decir que el parque es un espacio de campo acotado en la ciudad. Por eso pensamos en el espacio urbanizado y el espacio ajardinado y acotado. Allí el campo se adorna con fuentes, monumentos, quioscos, escenarios, columpios, columnas, bustos, que le prestan el carácter de vergel riente y de humanidad. El parque está hecho para gozar, recreamos y que nuestros hijos se diviertan con sus atracciones.

 



Reconocemos el campo acotado en el Parque Gasset por la Puerta de Alarcos, Ronda de Ciruela y la Ronda de Alarcos. Ahí tenemos el Museo del Quijote y la Biblioteca Cervantina. La Ronda del Parque, la Avenida del Ferrocarril y la ancha valle de Alcudia se enlazan y dan al Parque Gasset forma de triángulo con los la dos ligeramente curvados. Esta imagen del Parque Gasset nos recuerda otros parques que visitamos y nos solazamos otros días: El Retiro y la Casa de Campo en Madrid; el Parque de María Luisa en Sevilla; los jardines de la Alhambra en Granada... y los jardines de Málaga, que han dado lugar a la copla popular: "Viva Málaga que tiene / la Caleta, el Limonar, / y un jardín Heno de flores / a la orillita del mar / donde tengo mis amores".

Uno se pregunta: ¿Por qué surgieron los jardines, las fuentes y las estatuas para formar el parque en la ciudad? Para obtener la respuesta consultamos la "Breve Historia del Urbanismo", de Fernando Chueca Goitia, Alianza, 1968.

"En el plano puramente estético, la ciudad barroca es la heredera de los estudios teóricos del Renacimiento, de aquellas ciudades ideales que, como ejercicios abstractos ocuparon las mentes de los tratadistas y comentaristas de Vitrubio. Con un criterio netamente albertiano, el valor de estos esquemas reposaba en la pura armonía geométrica con independencia de la percepción visual. Este fue precisamente el hallazgo del barroco: el de crear una ciudad como obra de arte de inmediata percepción visual".

Así surgen las ciudades y los sitios reales de grandes fuentes monumentales. La grandiosidad de Versalles; los fastuosos palacios y jardines de la corte de Austria; la Roma de Bernini y Borromini, con sus fuentes monumentales, tal como la Fontana di Trevi y la Fuente de los Ríos en Piazza Navona. En Madrid aparecen la Fuente de Neptuno, la Fuente de Apolo y la Fuente de la Cibeles. El Real Sitio de San Ildefonso (Segovia) se adorna con los jardines más bellos y las fuentes con sus estatuas mitológicas y sus maravillosos juegos de agua En el Sitio Real de Aranjuez también se erigen fuentes, como la de Hércules y Anteo, y el Jardín del Príncipe acoge sus variedades botánicas y sus fuentes.




¿Por qué hemos hecho este salto de los reales sitios ajardinados y las fuentes monumentales? Para centramos en esta fuente a ras de suelo que el pueblo llamó la Fuente Talaverana porque era una obra que había sido trabajada en el taller talaverano de los Ruiz de Luna. Hay crónicas que consideran que debió de ser instalada en el primer lustro de los años treinta del siglo XX, dado que existen testimonios gráficos. Isabel Hurley, estudiosa de estos ceramistas de Talavera, fecha la instalación de la Fuente Talaverana en 1924, cuando se inicia la gran reforma del Parque Gasset.

José Antonio Sánchez Trigueros, en "Tesoros de España. Fuentes", Espasa Calpe, 2000, nos la describe: "La fuente se articula sobre un pilón octogonal con un diámetro de 4,50 metros, vestido con azulejo de grecas al exterior. Dispone de cuatro peanas sobre las que descansan sus respectivas copas ornamentales. En el centro se alza un cuerpo compuesto de pilastra, de 75 cm de altura, al que se adosan otros cuatro de 45 cm que portan cuatro figuras de patos surtidores, y sobre la pilastra central, la taza con su pedestal y surtidor"'.

La urbanización de fuentes y jardines fue surgiendo en la época del Renacimiento (siglo XVI) y en el Barroco (siglos XVII y XVIII), pe ro en nuestros pueblos y ciudades se consolidó en los siglos XIX y XX, con la urbanización y modernidad de lo que antes eran nuestros grandes poblaciones manchegos.

Informa Lanza que se llevará a cabo la restauración de los "muretes" de cerámica y de los bancos que hay dentro del recinto de la Tala verana. Nosotros hemos sentido siempre la fascinación de la cerámica de Talavera. Hemos viajado varias veces por la ciudad de los grandes platos y de los jarros gigantes pintados con escenas del Quijote o de caballeros en sport de cetrería.

 



Un día adquirimos un libro en la Plaza Mayor de Ciudad Real: "Talavera de la Reina. Ciudad de la Cerámica, de Ángel Ballesteros Gallar o, Everest, 1977. Nos hemos parado ante la maravilla de la cerámica de la ermita de Nuestra Señora del Prado, pudiendo decir que es "un Prado sagrado en azulejos". Hemos visitado el Museo Ruiz de Luna y hemos sentido la gracia de la cerámica en todas las formas artísticas, desde el azulejo al retablo. Pero ha sido en las plazas, paseos y rincones de la ciudad donde hemos sentido el pálpito que hermana a Talavera y nuestra Fuente Talaverana. En la Plaza del Salvador está el colegio Juan Ramón Jiménez. Allí encontramos la Fuente de la Tortuga, con cuatro chiquillos mofletudos que atrapan un pez, que lanza por su boca un chorro de agua como en nuestra Fuente Talaverana. Y la tortuga, en el centro escupe por su boca un surtidor, que lanza el chorro hacia arriba mezclando su música con la de la algazara de los niños.

En los bancos de cerámica de Talavera encontramos la gracia del azulejo.

Al decir de Ángel Ballesteros: "Es admirable la gradación de tonos en los colores azul, amarillo, anaranjado y blanco, y están tan sabia mente combinados, que nos hacen recordar lo que decía el padre Torrejón que "es tan vis toso que parece seda".

Dejamos atrás Talavera de la Reina con sus bellas vistas, como ésta del puente romano y San Prudencio. Un puente el que resistió las grandes avenidas y los tiempos devastadores en sus pétreos tajamares, pero que vino a fallar en sus arcos y se tuvo que reconstruir en el Medievo. Y es que el agua no era estimada por su frescura, su dulzura y su música cantarina, como en las fuentes populares y monumentales, sino por su utilidad para calmar la sed y regar. Tal como lo expresó el poeta: "Bueno es saber que los vasos / nos sirven para beber; / lo malo es que no sabemos / para que sirve la sed".

Juan Caballero indicó que se recuperarán unas ranas y unos patos que existían originalmente de la Fuente Talaverana, pero que no se en cargarán de cerámica como eran los de antes sino de fundición.




Esto de las ranas nos lleva a la Fuente de las Ranas, situada en el Parque Lineal en Albacete, que ha perdido la artística farola que antaño la coronaba Existen diversas fuentes en nuestra Comunidad, cada una con su propia identidad. La Fuente Agria de Puertollano, en el paseo de San Gregorio, era el reclamo para nuestras excursiones y diversiones de chiquillos. Cuando hemos marchado a Almedina hemos quedado gratamente sorprendidos por la Fuente del Emperador, con su frente de sillares y sus dos grandes pilones abrevaderos, de cuyo fondo brota el agua.

La Fuente del Convento de las Petras en la Raza Mayor de Cuenca está formada por una gran pilastra adosada a un muro de sillares. Los dos caños surgen de media vasija artística con su tapa, para derramarse sobre el pilón semicircular, y toda la fuente está hecha de piedra labrada. A una legua de Uclés se encuentra Fuenterredonda. En el mismo Uclés se alza la Fuente de los Cinco Caños. Se erige en un gran cuerpo de piedra, con cinco caños y un pilón. Esta fuente tan bella nos suscita una solearilla: Fuente de los Cinco Caños, / allá en la Puerta del Agua / y yo por Uclés soñando. Y una fuente que siempre nos ha hecho soñar con lo más entrañable de los pueblos de la Alcarria es esta Fuente de los Cuatro Caños en Pastrana (Guadalajara). Un pilar que nos parece / la pila de bautizar / y cuatro chorros cantando / con su acento bautismal / ¿Por qué tiene cuatro chorros / y un pilón octogonal? / ¿Por qué se quiebra en la taza / el agua de su cantar? Fuente de los Cuatro chorros, / que en conseja popular, / está arrullando a pastrana / con su acento musical.

La fuente ha sido tema de inspiración para los poetas y alcanzó sus cotas más altas en el Romanticismo y el Modernismo. Un tema recurrente en Antonio Machado fue la fuente. Así tituló uno de sus primeros poemas: La Fuente:  "Desde la boca de un dragón caía / en la espalda desnuda del Mármol del Dolor /soñada en piedra contorsión ceñuda- / la carcajada fría / del agua que a la pila descendía / con un frívolo erótico rumor.

Estas fuentes de Talavera y esta Fuente Tala verana no han tenido nunca dragones, sino peces, patitos y ranas, y también niños mofletudos para lanzar chorros de agua, chorros como los de la Talaverana, qué disparan al pilón en, un juego de agua al que responden los surtidores de la cruz de la base de la pila central que levanta su figura airosa con los colores más bellos que le diera Talavera, la ciudad de la cerámica que le prestó el reflejo del azulejo y el brillo de su sempiterna primavera.

Lucio López Ramírez. Diario “Lanza” martes 9 de septiembre de 2008



domingo, 29 de junio de 2025

IMÁGENES DE LA FUENTE TALAVERANA EN SU CENTENARIO

 




Hoy cumple cien años la fuente Talaverana, por este motivo traigo al blog dieciséis imágenes, que nos muestran este referente del Parque de Gasset a lo largo de su centenario.

















sábado, 28 de junio de 2025

MAÑANA LA FUENTE TALAVERANA CUMPLE CIEN AÑOS

 

Imagen coloreada de la Fuente Talaverana en los años veinte del pasado siglo

 


La Fuente del parque

Ayer tarde se inauguró en el Parque de Gasset, que dicho sea de paso constituye una obra de jardinería a su aire capital, la preciosa fuente construida por el ilustre ceramista talaverano Sr. Ruiz de Luna, cuyo proyecto publicamos días pasados.

La preciosa obra, dirigida por nuestro conterráneo artista don Samuel Luna, profesor de esta Escuela de Artes y Oficios, fue justamente admirada y alabada por el público.

Felicitamos sinceramente al autor del proyecto, director de obras y Excmo. Ayuntamiento.

Periódico “Vida Manchega” 30 de junio de 1925






viernes, 27 de junio de 2025

EL CORAZÓN DE JESÚS VUELVE A PROCESIONAR SEIS AÑOS DESPUÉS POR LA BARRIADA DE PÍO XII

 



Hoy la iglesia celebra la festividad del Sagrado Corazón de Jesús, festividad que siempre se ha celebrado de una forma especial en la Parroquia de Santo Tomás de Villanueva, debido a que el Corazón de Jesús es el patrón de la barrida de Pío XII y entorno a su festividad la barriada celebró sus fiestas.




Las fiestas en honor al Corazón de Jesús se recuperaron el pasado año, tras dejar de celebrarse catorce años. Este año se recupera la procesión en honor al Corazón de Jesús el día de su festividad, tras seis años de no celebrarse, cuyos cultos comenzaran hoy a las 20:00 horas a cargo del sacerdote Rvdo. Sr. D. Francisco José García Fránces, de la Unidad Pastoral “Santo Tomás de Villanueva”. Durante la Función también cantará un coro formado por el Grupo Joven de la Cofradía de la Flagelación. 




A su término procesión con la imagen del Corazón de Jesús que recorrerá el siguiente itinerario: Salida de la Parroquia de Santo Tomás de VillanuevaPlaza de Nuestro Padre Jesús de la Bondad, Camino Viejo de Alarcos, Juan Bautista de la Concepción, Goya, Plaza de Juan XXIII, Plaza de Pío XII, Velázquez, Atalaya, Camino Viejo de Alarcos, Plaza de Nuestro Padre Jesús de la Bondad a la Parroquia de Santo Tomás de Villanueva.

 



A la procesión han sido invitadas las hermandades de la parroquia, la Comunidad de propietarios de Pío XII y de la Asociación de Vecinos Santo Tomás de Villanueva. La imagen también podrá ser acompañada alumbrando por los fieles que lo deseen, facilitándose el cirio al inicio de la procesión.




El paso será portado por una cuadrilla de costaleros de edades comprendidas entre los 15 y 18 años, a las órdenes de Ignacio Selas Sánchez, Carlos Serrano Rubio y Alejandro Solanilla Rodríguez, siendo acompañados por una banda de música.

 


jueves, 26 de junio de 2025

PRESENTADO EL LIBRO “LA RADIO Y CIUDAD REAL (1924-1934)”

 



El pasado miércoles 18 de junio, el Museo Municipal López-Villaseñor, acogió la presentación del libro «La Radio y Ciudad Real (1924-1934)» de Isidro Sánchez Sánchez, publicado por Serendipia.

Radio Ciudad Real, EAJ 65, es inaugurada la noche del 9 de diciembre de 1934, cuando ya funcionan en España 64 emisoras comerciales. Pero la radio tiene vida en Ciudad Real desde una década antes. Por ejemplo, el 29 de julio de 1924, organizada por Radio Ibérica, se produce la audición pública de un concierto por radiotelefonía, a partir de las diez y media de la noche, en el salón de tertulias del Casino.

Pero es en la feria de 1925 cuando la radio se convierte en una fiesta. Se trata de la Radio móvil, de Unión Radio. Una camioneta, con un receptor, un amplificador, una antena y cuatro altavoces recibe la señal gracias a las ondas y la lanza hasta una distancia de quinientos metros. La primera audición se produce en el madrileño Paseo de Rosales el día 1 de agosto y veinte días después Ciudad Real se convierte en la primera ciudad, tras Madrid, en escuchar las audiciones de la Radio móvil. Es posible la audición en el Parque, en la Plaza de la Constitución, en el Casino, en el Hospicio o en el Hervidero de Fuensanta.