La exposición que conmemora el 130
aniversario del Palacio Provincial se prolongará hasta principios de año 2025. El recorrido por la historia de la
Diputación de Ciudad Real abarca desde su fundación hasta la actualidad, y pone
en valor el legado de esta institución, que ha sido precursora de muchos de los
servicios que hoy son esenciales para los ciudadanos.
La exposición, que se exhibe en los dos
patios del palacio, analiza la evolución que ha tenido la sede la institución
provincial a lo largo de la historia, su riqueza arquitectónica y artística a
través de paneles informativos, mobiliario de época y una proyección
audiovisual.
Historia de la Diputación
Con la muestra se hace un recorrido en el
tiempo para conocer el origen de la institución con documentos originales,
planos y numerosas fotografías. La Diputación de Ciudad Real se constituyó el 5
de noviembre de 1835, por Real Decreto de 21 de septiembre. En sus inicios no
tenía sede propia, por lo que se estableció en varios edificios de la capital,
uno de ellos el de la Academia General de Enseñanza, en la calle Caballeros. El
26 de enero de 1887 la Comisión Provincial acuerda que se dirija una comunicación
del Pleno al señor obispo de la diócesis de Ciudad Real, manifestándole “los
deseos de la Corporación para enajenar el local que ocupa la Vicaría
Eclesiástica para que se destine a Palacio Provincial”.
El solar de 1.955 metros cuadrados se
adquirió por 40.000 pesetas. La Corporación Provincial aprobó la redacción del
proyecto para la construcción del Palacio Provincial el 28 de marzo de 1889,
adjudicando posteriormente las obras a Joaquín Castillo Panadero por un importe
de 320.000 pesetas.
El Palacio se inauguró oficialmente el 12
de octubre de 1892, aunque las obras no estaban terminadas completamente,
haciendo coincidir el acto con las celebraciones del cuarto centenario del
descubrimiento de América. Finalmente, el edificio se recepcionó el 21 de
septiembre de 1893 siendo presidente de la Diputación José Cendrero y Díaz del
Castillo.
La impronta artística
El 27 de noviembre de 1885 fue nombrado
arquitecto provincial, Sebastián Rebollar y Muñoz (Fontihoyuelo, Valladolid),
tomando posesión el 9 de enero de 1886. El encargo del Palacio lo asumió en
1889. A lo largo de su trayectoria profesional diseñó numerosos proyectos de
singular interés, como el Casino de Ciudad Real o la Academia General de
Enseñanza, en el entorno de los jardines del Prado, el Palacete de Barrenengoa,
el Banco de España y el Círculo de la Unión en la plaza del Pilar, entre otros,
algunos de estos edificios ya han desaparecido.
Por otra parte, en 1890, Ángel Andrade
(Ciudad Real, 1866-1932), recibió el encargo de realizar la decoración del
Palacio durante su construcción. El artista plasmó su habilidad artística en la
decoración mural de la escalera y los techos de los salones de Sesiones y
Comisiones, donde podemos identificar su firma y apreciar las influencias de la
decoración palaciega italiana. Por otra parte, Samuel Luna (1860-1939) pintor
nacido en Almagro, colaboró en la ornamentación desde el 9 de abril de 1891.
También cuenta con un mural muy icónico de Manuel López-Villaseñor.
El Palacio viene determinado según una
disposición de tres ejes de simetría, propia de academicismo del siglo XIX, que
expresan jerarquía espacial y monumentalidad. La estructura general de la
planta se articula mediante una gran escalera y patios centrales rodeados de
columnas, con distribución periférica de los espacios.