La
tres imágenes que acompañan este escrito, son de finales de los años cincuenta
del siglo XX, del inicio de la carretera de Carrión, junto a la barriada de la
Virgen del Pilar, entonces frontera con la Granja Agrícola
Saliendo por la puerta de Calatrava y
pasando por la de la Granja Agrícola, siguiendo por la tapia o cerca, se va por
el camino viejo que conduce a las famosas ruinas de la famosa Orden donde tuvo
su cuna.
Antes de llegar al puente por donde pasa
el ferrocarril hay una cantera en plena explotación que se llama de
Cañizares.
Pues precisamente donde está el calerín
han encontrado estos días pasados, en la capa de tierra laborable que es muy
delgada; varias vasijas u orzas de tosco barro sin vidriar, conteniendo cenizas
y restos de cadáveres incinerados desde hace dos mil años, por tanto antes de
la Era Cristiana.
No hay duda de que en este sitio hubo
una Necrópolis o Cementerio en aquellos pasados tiempos en que se quemaban a
los muertos y se guardaban sus cenizas en vasijas como vulgares pucheros.
¿A qué población pudo pertenecer esta
Necrópolis?
¿Acaso a los primitivos pobladores de lo
que se llamó Pozuelo de D. Gil, hoy Ciudad Real? No lo creemos, pues siendo
pueblo cristiano ya no estaba en uso ni estaba permitida la incineración de los
que morían, por lo que deducimos lógicamente su remota antigüedad.
Hemos leído varias veces la escritura de
venta de terreno donde estuvo el Fosario o Cementerio de los judíos de Villarreal,
de una extensión de tres aranzadas de extensión, teniendo cada una de estas medidas
agrarias de la antigua Castilla, unos tres mil ochocientos metros cuadrados.
Pero es el caso que este Fosario u
Osario o Cementerio, así se llama indistintamente, se localiza en los linderos
de la Carretera de la Mata, hoy de Carrión, y camino de moledores que siguen
los vecinos de Miguelturra, detrás de la actual Granja Agrícola, para llevar
sus granos a los molinos de la Orden de Calatrava, que aun existen como Puente
Nolalla, Emperador, Malvecinos, Calatrava la Vieja y Flor de Rivera.
Es decir que este cementerio de los
hebreos de Ciudad Real, cae y puede localizarse en el extremo opuesto y como a
dos kms. Del que acaba de descubrirse en el camino de Calatrava, frontero a la
tapia de la Granja Agrícola del Estado.
Llamamos la atención del Dr. Martínez
Val, Delegado provincial de Excavaciones para que con su personal técnico haga
las averiguaciones pertinentes por si dicho Cementerio pudiera encerrar algún interés
histórico.
Emilio
Bernabeu. Diario “Lanza” Viernes 27 de febrero de 1953
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