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jueves, 29 de febrero de 2024

LOS COLORES PARROQUIALES E HISTÓRICOS DE NUESTRA SEMANA SANTA LOS ROMPIÓ LA HERMANDAD DEL SILENCIO EN 1942

 

La desaparecida imagen de Nuestra Señora de los Dolores de Santiago con la túnica que vistieron sus hermanos a partir de 1929



La Semana Santa de Ciudad Real, contó solo hasta 1936 con cofradías y hermandades que procesionaban la tarde-noche del Jueves y Viernes Santo. Las cofradías salían a la calle en las llamadas “pasionarias”, de cada una de las parroquias historias de nuestra ciudad, es decir Santa María, San Pedro y Santiago. Cada una de estas pasionarias tenia establecido un color para las túnicas de sus cofradías, y así el rojo de pasión lo utilizaron las de la parroquia de Santiago, el morado de penitencia las de San Pedro y el negro de luto las de Santa María.

La Pasionaria de Santiago la tarde-noche del Jueves Santo, la formaban las hermandades del Niño Jesús, Ecce-Homo, Cristo de la Caridad, Santa Espina y Dolorosa de Santiago. Los que procesionaban con el Niño Jesús llevaban túnicas encarnadas con capillo blanco con la cruz de Santiago. Los cofrades del Ecce-Homo hasta 1910 vistieron túnicas de bocací encarnado y a partir de 1911 estrenaron túnicas de lana color hueso, manga perdida, botones, greca de la túnica y manga de color eminencia y de la misma clase de tela el capillo y cinturón de raso del mismo color. Las túnicas de los cofrades del Cristo de la Caridad desde su fundación en el siglo XVII eran de percalina de color rojo, en 1908 estrenaron nuevo diseño de veludillo granate con botonadura blanca y capillo blanco con la cruz de Santiago, incorporando la capa blanca en 1948, y en 2016 la actual túnica de sarga color rojo burdeos y capillo de sarga color blanco roto. Los hermanos de la extinguida hermandad de la Santa Espina desde su fundación vistieron túnicas de bocací morado y a partir de 1908 la túnica sería de veludillo rojo con escapulario y capillo morados. Por último, la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores cuando se incorpora como hermandad de penitencia en 1929, acuerdan llevar túnica de color eminencia con capillo de veludillo negro.

La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno la noche del Jueves Santo, cuando impone la túnica a los hermanos en 1915, deciden que esta sería de terciopelo morado con escapulario y capillo blanco, adoptando el color morado de la Parroquia de San Pedro.


El misterio destruido del Cristo de la Caridad con la túnica que estrenaron sus hermanos en 1908


La Pasionaria de San Pedro la mañana del Viernes Santo, la formaban las hermandades del Niño Jesús, Oración en el Huerto, Coronación de Espinas, Jesús Caído y el Santísimo Cristo del Perdón y de las Aguas. Los niños que acompañaban al Niño Jesús vestían túnicas y capillo morados. Los cofrades de la Oración en el Huerto vistieron desde la fundación de la hermandad túnica de bocací morado, imponiéndose en el año 1912 una nueva uniformidad de túnica que ha llegado hasta nuestros días con algunas modificaciones, siendo esta de color morado con capillo y fajín de terciopelo granate, incorporando en el año 1965 la capa de raso granate. La extinguida hermandad de la Coronación de Espinas, que  procesionó por primera vez en 1926, sus cofrades vistieron túnica consistente en un gran manto de moaré de seda morado y capillo de terciopelo morado. Los cofrades de la Hermandad de Jesús Caído vistieron desde sus inicios túnica de bocací morado y a partir de 1903 de veludillo morado con capa blanca; cambiando la uniformidad en 1923 por túnica de lana blanca y capillo de raso morado, incorporando la capa de raso morado en 1952. Por último, la Hermandad del Cristo del Perdón y de las Aguas desde su fundación en 1599 hasta los primeros años del siglo XX, sus hermanos vestían túnica de bocací morado. Cuando se hizo cargo de la Hermandad don Federico Fernández Alcázar la túnica paso a ser de terciopelo morado con escapulario blanco, siendo sustituida por la actual a partir de 1943 que consta de una airosa capa de lana blanca y capillo de terciopelo morado.

La Pasionaria de Santa María la formaban las hermandades del Niño Jesús, Enclavación, Cristo de la Piedad, Descendimiento, Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores “Ave María”. Los niños que acompañaban al Niño Jesús vestían túnica y capillo de lana negra. Los hermanos de la extinguida Hermandad de la Enclavación túnica de bocací negro y a partir de 1910 túnica de terciopelo negro y capillo morado. Los cofrades del Cristo de la Piedad, desde el siglo XVII hasta el inicio del siglo XX, vistieron túnica de bocací negro y a partir de 1904 el diseño actual que es de terciopelo negro. Los penitentes del Santo Descendimiento procesionaban con túnica de bocací negro y a partir de 1909 estrenaron nueva túnica primero de veludillo y posteriormente terciopelo negro, con escapulario y capillo blancos. La Hermandad del Santo Sepulcro solo la acompañaban soldados romanos y la de Nuestra Señora de los Dolores de la Catedral desde su fundación en el siglo XVII hasta 1904, vestían túnica de bocací negro y a partir del año referido túnica de terciopelo blanco y escapulario y capillo de terciopelo negro.

 

El paso de la Oración en el Huerto destruido en 1936 con la túnica que vistieron sus hermanos a partir de 1912



Por último, la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, que procesionaba la noche del Viernes Santo, solo era acompañada por mujeres con la típica mantilla española.

Como queda reflejado por la descripción de las túnicas de las cofradías que procesionaron hasta 1936, los colores que predominaban en cada parroquia eran los reseñados al principio, es decir el rojo de pasión del día de la institución de la Eucaristía en Santiago, el morado de la Pasión en San Pedro y el negro del entierro de Dios en Santa María. Pero estos colores históricos parroquiales de nuestra Semana Santa se romperían en 1942, con la fundación de la Hermandad del Silencio, que introduce una túnica cuyo diseño no tenía que ver nada con las túnicas que hasta entonces había de las cofradías y hermandades de nuestra Semana Santa, adoptando el color negro para la misma, y rompiendo con ello los colores históricos de las parroquiales. Esta decisión sería criticada por el que fuera cronista oficial de Ciudad Real, Julián Alonso Rodríguez, en varios de sus escritos y pedía “la restauración de este detalle original y destacado” de nuestra Semana Santa..

A partir de 1942 se perdería una de las tradiciones históricas de nuestra Semana Santa, la de los colores parroquiales, que seguiría con el cambio de túnica de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores de Santiago, que abandonaría también el color eminencia de su túnica por el actual blanco y capa azulina.

 

El antiguo paso del Santo Sepulcro solo era acompañado por soldados romanos


miércoles, 28 de febrero de 2024

EL ANTIGUO ITINERARIO PROCESIONAL DE LA SEMANA SANTA DE CIUDAD REAL

 



El itinerario es la relación de calles por las que pasa una cofradía en su recorrido procesional. En Ciudad Real hasta el año 1936, las cofradías y hermandades de nuestra ciudad siempre realizaron el mismo itinerario procesional, que tenía sus orígenes en el siglo XVI, en el cual se estableció que las procesiones de Semana Santa debían pasar por todas las parroquias y conventos existentes en la ciudad.

Este itinerario histórico de nuestra Semana Santa, sería el siguiente partiendo de la Parroquia de San Pedro: calle Ruiz Morote, ( para pasar por delante del convento de San Juan de Dios que se encontraba en esta calle), Plaza de San Francisco (donde se levantaba el Convento de los Franciscanos), Palma, Mata, Compas de Santo Domingo (donde estaba el convento de los Dominicos), Lirio a la Plaza de la Inmaculada (donde esta el Monasterio de la Concepcionistas), Cruz Verde, Plazuela de Santiago (donde está la Parroquia de Santiago), Ángel, Jacinto, Altagracia (donde se encontraba el Convento de las Dominicas), hasta llegar a la Plazuela de San Antón ( donde estuvo emplazado el Convento-Hospital de San Antonio Abad). De ahí proseguía por la calle Espino (donde estaba el Hospital de Nuestra Señora de la Pedrera), seguía por la calle Pedrera Baja hasta la Plaza del Carmen (donde se encuentra el Convento de las Carmelitas), Azucena, Prado (donde esta la Parroquia de Santa María del Prado, actual Catedral), Mercado Nuevo, Plaza Mayor, Cuchillería, Ruiz Morote a la Parroquia de San Pedro.

En el siglo XVII se va a producir el primer cambio de itinerario de nuestra Semana Santa. Este intento de modificación lo va promover el ayuntamiento que presidia el corregidor Gutiérrez Márquez, cuando en 1628 comisiona a dos de sus regidores -García de Arriaga y Pedro de Ceballos- para que consigan del Vicario Eclesiástico “que las procesiones de disciplina y cruz de la Semana Santa no pasen por el Señor San Antón ni el Hospital de la Pedrera, sino desde el Convento de las Monjas Dominicas vayan a la Iglesia de Nuestra Señora del Prado”. Esta petición era debida porque el Concejo de la ciudad no veía decente que las procesiones pasasen por calles por donde había muchas casas abandonadas y ruinosas.

 



Pero este primer intento de la autoridad civil de cambiar el recorrido de las procesiones, no debió dar ningún fruto, ya que en 1686 se juntaron los párrocos de la ciudad y acordaron “que considerando que por la mucha falta de frutos y esterilidad de los campos había esta Ziud, venida a grande ruina de Casas quedando muchas sin que las habiten y otras caídas solo quedando Arrañales y ser necesario que las prozessiones de Semana Santa anden por algunas de las calles, no hallándolas dezentes, antes como la tiene referido =proponía al Cavdo, que determinasen porque calles sería mejor que fuesen para mair decoro y dezencia de dchas, prozessiones, y todos unánimes  y conformes dijeron que anduviesen las Iglesias y Calles acostumbradas dejando de ir a la hermita y Hospital de Sa, Antº, Abbad, y que en saliendo las prozessiones del Combento de Religiosas Dominicas de esta Ziud, fuesen dando la vuelta a dcho, Combento y vía recta al Combento de Carmelitas, y prosiguiesen en la demás Iglesias Parroquias y Combentos volviendo las prozesiones donde saliesen y assi lo Decretaron”.

Por lo que a partir del año 1686 las procesiones pasado Convento de las Dominicas continuaran por la calle Estrella, Elisa Cendrero, Calatrava, Toledo (donde a partir del siglo XVII abrió sus puertas el Convento de los Mercedarios), Estación Vía Crucis hasta la Plaza del Carmen, para continuar por Azucena, desapareciendo del itinerario parte de la calle Altagracia, Espino y Pedrera Baja.

Este itinerario permanecería invariable hasta el año 1922 en que se suprime parte de la calle Ruiz Morote, Granada y Palma, y todas las cofradías una vez pasada la Parroquia de San Pedro, continuarían por la calle General Rey, Mata al Compas de Santo Domingo. Este cambio fue debido a que, en la calle de la Palma por aquellos años, existían casas de citas o de mujeres de compañía.

El itinerario tradicional de nuestra Semana Santa se rompería en 1945 con la salida de la Hermandad de Las Palmas, que ya no seguiría el recorrido realizado por el resto de las hermandades de Ciudad Real, e incorporaría nuevas calles. El resto de hermandades siguió realizando el itinerario histórico hasta los años noventa del pasado siglo XX, que comenzarían a modificarse los itinerarios con la incorporación de nuevas cofradías a la nómina de hermandades de nuestra Semana Santa.

 


martes, 27 de febrero de 2024

LA DESAPARECIDA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ GERMEN DE LA SEMANA SANTA DE CIUDAD REAL

 

Procesión de Semana Santa con disciplinantes


Los dominicos se establecieron en Ciudad Real sobre la Sinagoga Mayor Judía, que con motivo de las persecuciones que habían ocurrido en 1391 fue convertida en iglesia bajo la advocación de San Juan Bautista. Sinagoga que el rey Enrique III en 1393, justamente con el fonsario de los judíos, dono a Gonzalo de Soto, Maestresala del citado monarca, quien cinco años más tarde, en 1398 se la vendió al vecino de Villa Real Juan Rodríguez de Villa Real, tesorero mayor del Rey, en Toledo por diez mil maravedíes. Este, a su vez, en enero de 1399, hacía la donación de la Sinagoga y de unas casas anejas y varias heredades, al prior del convento de San Pablo de los dominicos de Sevilla, Fray García de Sevilla, quien aceptó la construcción de un convento en nuestra ciudad con la obligación de cumplir ciertas memorias por la intención de los fundadores, a quienes se hicieron seis sepulturas con proximidad inmediata al altar mayor y que a la iglesia de dicho convento se diese la advocación de San Juan Bautista en memoria del donante. Todas estas clausulas se encontraban recogidas en una escritura pública con fecha en la ciudad de Toledo a 29 días del mes de enero de 1399 y que conservaba el monasterio ciudadrealeño. El convento de los dominicos en nuestra ciudad ocupaba toda la manzana de la actual calle del Compas de Santo Domingo.

Pocos años después de su fundación, el convento recibiría al dominico San Vicente Ferrer, que llegaría a Villa Real el 12 junio de 1411 procedente de Alcaraz (Albacete), estando seguro en nuestra ciudad el día 14 de junio y permaneciendo en ella hasta su marcha a Toledo, cuya entrada se produciría el día 30 de junio después de haber comido en Nambroca. Su visita formó parte de una campaña de predicación castellana iniciada en el Reino de Murcia en enero de 1411 y que terminaría en abril de 1412.

Por los lugares por donde pasó y predicó fray Vicente, fueron numerosas las cofradías y hermandades que se fundaron. De su visita a Ciudad Real, seguramente proceda la fundación en el convento de los dominicos de la desaparecida Hermandad de la Vera Cruz, hermandades que se fueron extendiendo por toda la península ibérica durante los siglos XIV y XV. El objeto de este tipo de hermandades era la contemplación de la Pasión del Señor y la práctica de la penitencia como identificación con Cristo paciente y expiación por los pecados propios y de la humanidad, en general. Tenían dos tipos de cofrades, los de disciplina -o azote, o de sangre- y los de luz. Los primeros estaban obligados a disciplinarse en las celebraciones establecidas durante el año, y los segundos los acompañaban en las procesiones.


Primera página del legajo que se conserva en el Archivo Histórico Nacional sobre el acuerdo entre la Cofradía de la Vera Cruz y la comunidad de dominicos de Ciudad Real

 

Sabemos que en el año 1560 ya existía la Hermandad de la Vera Cruz, porque en ese año Felipe II estuvo en Semana Santa en el Sacro Convento de Calatrava la Nueva y cruzó por Ciudad Real, siendo cumplimentado por el corregidor y los priostes de la Cofradía de Flagelantes de la Santa Vera Cruz. Por un documento que se conserva en el Archivo Histórico Nacional, dos años después en 1562, esta cofradía llegó a un acuerdo con la comunidad de dominicos, en la cual estos cedían unos terrenos en los cuales la cofradía “edifiquen en la yglesia de el dicho convento una capilla que se nombre San Juan de Letran y traygan y pongas en ella las bulas de las gracias e ynduligencias de la iglesia de San Juan de Letran de Roma”. En esta capilla se enterrarian los cofrades, sus mujeres, hijos y criados. También la cofradía edificaría una sala como lugar de reunión “hacer sus cabildos y vestirse el Jueves Santo u otro cualquier día que ovieren de salir en procesión”.

La Cofradía de la Ver Cruz procesionaba el Jueves Santo y en la procesión formaban los “cofrades en disciplina” los hermanos de luz acompañados “con todos los mas frayles que el dicho convento pudiere dar”, y entre las imágenes que sacaban a la calle se encontraba el paso de Nuestra Señora de la Piedad.

No sabemos en el año en el que se extinguió la cofradía, pero en las constituciones de la Hermandad de Nuestra Señora de la Piedad del año 1657, se hace aún referencia a la Cofradía de la Vera Cruz que procesionaba el Jueves Santo por la noche, por lo que posiblemente la cofradía se extinguiera en las últimas décadas de este siglo XVII, ya que en el siglo XVIII no encontramos datos de la misma.

Por lo que la extinguida Cofradía de la Vera Cruz del Convento de frailes de Santo Domingo, fue el germen de las cofradías de penitencia de la Semana Santa de Ciudad Real.


Escritura para la cofradía de la Santa Vera Cruz de Ciudad Real sobre las capitulaciones otorgadas y concedidas por los muy Reverendos Prior y frayles del monasterio de Señor Santo Domingo de la dicha ciudad y por los Señores Piostre y cofadres de la dicha cofradía para ello diputados por si y en nombre de los demas


lunes, 26 de febrero de 2024

RELACIÓN DE COFRADÍAS Y HERMANDADES PENITENCIALES DE CIUDAD REAL POR AÑO DE FUNDACIÓN O RESEÑA HISTÓRICA MÁS ANTIGUA CON LA QUE CONTAMOS

 



1565 Real Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, Tercio de los Siete Dolores, Santa Cruz en el Monte Calvario, María Santísima de la Amargura y San Juan Evangelista, (Procesiona el Sábado Santo tarde).

1599 Hermandad del Santísimo Cristo del Perdón y de las Aguas, (Procesiona la mañana del Viernes Santo).

1605 Hermandad de Nuestro Padre Jesús Caído,

1612 Hermandad del Santísimo Cristo de la Caridad, (Procesiona la tarde-noche del Jueves Santo).

1616 Hermandad del Santísimo Cristo de la Piedad, (Procesiona la tarde-noche del Viernes Santo).

1688 Humilde y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo del Amor en su Santo Descendimiento, (Procesiona la tarde-noche del Viernes Santo).

1689 Real e Ilustre Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santo Sepulcro, (Procesiona la tarde-noche del Viernes Santo).

1692 Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores “Ave María”, (Procesiona la tarde-noche del Viernes Santo).

1725 Antigua y Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima del Amparo en su Gracia y Esperanza, (Procesiona la madrugada del Viernes Santo).

1727 Hermandad del Ecce-Homo (Pilatos), (Procesiona la tarde-noche del Jueves Santo).

1831 Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores (Santiago), (Procesiona la tarde-noche del Jueves Santo).

1942 Hermandad del santísimo Cristo de la Buena Muerta y la Santísima Virgen del Mayor Dolor, (Procesiona dos días la madrugada del Miércoles Santo y la madrugada del Jueves Santo).




1943 Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias, (Procesiona la tarde-noche del Viernes Santo).

1944 Hermandad de las Palmas (Procesiona la mañana del Domingo de Ramos).

1944 Cofradía “El Encuentro”. Hermandad Ferroviaria de San Rafael Arcángel y Nuestra Señora de Alarcos, (Procesiona la mañana del Viernes Santo).

1950 Archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno (Medinaceli), (Procesiona la tarde-noche del Martes Santo).

1953 Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza (Procesiona la tarde-noche del Martes Santo).

1960 Hermandad Sacramental de la Santa Cena y maría Santísima del Dulce Nombre, (Procesiona dos días la madrugada del Miércoles Santo y la madrugada del Jueves Santo).

1983 Ilustre, Humilde y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Flagelación de Nuestro Padre Jesús de la Bondad y María Santísima del Consuelo, (Procesiona la tarde-noche del Miércoles Santo).

1985 Hermandad de la Santísima Virgen de la Misericordia, (Procesiona la mañana del Viernes Santo).

1992 Hermandad del Santísimo Cristo Ultrajado y Coronado de Espinas y Santa María del Perdón, (Procesiona el Domingo de Ramos por la tarde).

1992 Penitencia Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Señor Jesús de las Penas, (Procesiona la noche del Martes Santo).

1999 Hermandad del Prendimiento de Jesús Cautivo y María Santísima de la Salud, (Procesiona el Domingo de Ramos por la tarde).




domingo, 25 de febrero de 2024

EL CRISTO DEL PERDÓN Y DE LAS AGUAS

 

El misterio del Cristo del Perdón y de las Aguas en los años veinte del pasado siglo XX a su salida de la Parroquia de San Pedro la mañana del Viernes Santo

 

David regreso, a Ciudad Real de su largo viaje, de lapidario mercader, por tierras de Flandes, y había muerto Sara, la hermana bella y querida; de piel de alabastro; de ojos, profundos, de azabache; de pelo de endrina; de alegría de salud.

David, pensó enloquecer…

La “Alcahueta”, mentirosa vieja, barbuda y mellada, de la calle de la Culebra, triplicó sus tercerías contándole amoríos de Sara y del apuesto don Martín, el rico; hechizos, del cristiano, junto a la ermita de la muralla, y no sé qué de bebedizos.

Davíd lo creyó. Pero el Cristo de la ermita sabía que los hechizos eran la Cruz, y los amoríos fueron amores y los bebedizos un frío grande, que se metió en los huesos de Sara y la consumió.

Una noche, la llama de la lamparilla del Cristo, sacó destellos, de acero, a un puñal. El guardián del Convento de San Francisco, que por allá pasaba, oyó un: “¡Cristo perdónanos!” y vio un cuerpo desplomarse, y una sombra perderse, a la carrera, en la encrucijada de las calles cercanas.

Don Martín, había muerto. En adelante, al Cristo de aquella ermita le llamaron del Perdón.

No se volvió a saber de David.

Muchos años después, un mendigo vino a la ciudad; se cobijaba por las noches, en las ruinas de la casa de David; comía la sopa del Convento franciscano; rezaba de rodillas, y lloraba, todos los días, a la hora incierta del anochecer, ante el Santo Cristo del Perdón. Una vieja contaba: Tenía, el mendigo puntiaguda la barba, blanca, como era la endrina, de David, y como él, larga y afilada la nariz; sus ojos, mortecinos, eran negros, profusos, misteriosos, como los de Sara, la judía bella, muerta de un frío, grande que se le metió en los huesos y consumió su carne.

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La primitiva imagen gótica del Cristo del Perdón y de las Aguas destruida en 1936



En lejanos tiempos -que la tradición remonta al año 70 de la fundación de Villa Real-“el general Albarrana” defendía las murallas. En la parte más recia se ellas; frente al vecino y hostil, campo calatravo; en la torre cercana al portillo de Ciruela, tenía Albarrana, su mansión y estancia. Mandó traer, a la reciente villa del Rey -y bien custodiado por cierto- lo que en la Iglesia de la arruinada Alarcos quedara. La Virgen quedose allá, pero, entre lo que trajeron, vino una imagen del Cristo en la Cruz. Para El, hizo, Albarrana, una capilla en la muralla. Ante ella, David, mató a don Martín.

La injuria de los siglos arruinaban las murallas, abandonadas ya, sin misión defensiva, y, “en ese caso, un Párroco, celoso, de San Pedro teniendo presente la tradición antiquísima del Santísimo Cristo mandó llevarle y colocarle en su Iglesia Parroquial y, para memoria, dejaron, en la ermitica pequeña del muro, pintada “en la tapia, la imagen de S.S. Cristo que hoy” –primer tercio del siglo XIX— le llama el Santo Cristo del Muro.

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El Cristo de Don Federico o “paso” nuevo del Perdón

 


A los pies de la nave del Evangelio, en la Parroquia de San Pedro, colocado estaba, en el último y oscuro nicho del y trascoro, el Cristo, viejo, del Perdón. Salía, en los primeros años de la actual centuria, en la Pasionaria mañanera del Viernes Santo.

De Él, escribieron: “Es obra del siglo XIV, y, aunque defectuoso, como todo lo de aquel tiempo, tiene una cabeza hermosísima y llena de unción religiosa. Por su antigüedad, es importantísimo y digno de consideración”

Dicen que, en una ocasión, el sol quemaba la tierra y calcinaba las cosechas. Unieron, al Cristo, los deseos de agua, y llovió. Desde entonces, se llama el Cristo del Perdón y de las aguas.

Yo no sé deciros cuando, y por qué, sustituyo, --como parece deducirse de la época de su talla— este viejo Crucificado al que, Albarrana, mando traer de Alarcos. Lo que si certifico, es la impresionante belleza de su cabeza. La belleza de su paño de pureza casi clásico. ¿Por qué lo taparían con moradas enagüillas?

En la segunda decena del siglo que corre, al remozar, espléndidamente nuestra Semana Santa, cambiaron el viejo Cristo por un nuevo paso, espectacular y poblado. El Cristo viejo era más hermoso, valioso e interesante ¡pero fue relegado al olvido! Tenía Hermandad. Para el Nuevo, la reorganización y costeó, en parte, con ribetes de lujo, numerosísima y vistosa, don Federico Fernández. Por eso, el Cristo del nuevo paso, llegó a conocerse, popularmente, por “el Cristo de don Federico”.

Contemplar al viejo Cristo, empolvado, en su hornacina sucia, olvidada, silenciosa era confortador. -¡Quien tuviera su fotografía!- Ver pasar el Cristo nuevo, cerrando la procesión de la mañana del Viernes Santo, era estampa luminosa, inolvidable.

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Acababa de pasar la procesión por las cuatro esquinas y aun se ve el “paso” del Cristo del Perdón y de las Aguas en la calle Toledo. La fotografía de Plaza recogida de un viejo álbum traerá a muchos recuerdos a los que hoy peinan canas, entonces en lo mejor de su vida. Eran los tiempos en que comenzaba a tener nombre fuera de Ciudad Real nuestra Semana Santa

 


Al viejo Cristo y al nuevo Cristo, ¡los hemos perdido! Como al antiquísimo.

En las ruinas, y con entusiasmo, ha rebrotado la Hermandad y han copiado –opinar vosotros con qué acierto— el paso nuevo.

Ahí tenéis el novísimo Cristo del Perdón y de las Aguas; junto a la vetusta y mal encopetada torre parroquial; bajo el sol esplendente de la Semana Santa de la Mancha; embalsamado, su pecho, con olor de los alhelíes blancos de la plazuela; mirando, con aire de bendición, calle Dorada arriba, hacia donde estuvo la “ermitica pequeña” de la muralla. Por donde traería, al Viejo “un Párroco celoso”.

En Sevilla, el barroquismo cofradiero se manifiesta hasta en la cabecera de sus reglas y estatutos. Si mal no recuerdo, una se titula así: “Real Insigne y Venerable Hermandad de Penitencia y, Archicofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia, Nuestra Señora de la Piedad, Patriarca Señor San José y Nuestra Señora de la Soledad. (Capilla del Baratillo)”. Allí, la Hermandad de nuestro Cristo del Perdón y de las Aguas, posiblemente llevaría un nombre semejante a este: Insigne, Venerable y Muy Piadosa Hermandad de Nuestro Padre, Legendario, Antiquísimo y Milagroso, Santísimo Cristo de Alarcos, de Albarrana, del Perdón y de las Aguas, (vulgo, de don Federico).

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Por las calles de Ciudad Real, el Viernes Santo, en las horas trágicas, va el Cristo del Perdón y de las Aguas, envuelto en sol, agonizante, desgranando las Siete Palabras.

Párate, míralo. Como curioso o como creyente. Vale la pena.

Julián Alonso Rodríguez. Diario Lanza-Extraordinario de Semana Santa- martes 20 de marzo de 1951

 

El novísimo “paso” del Cristo del Perdón, por las calles de un Ciudad Real desaparecido


sábado, 24 de febrero de 2024

PRESENTADO EL CARTEL DE LA SEMANA SANTA DE CIUDAD REAL 2024

 



El Salón de actos del Centro Cultural Municipal Antiguo Casino, ha acogido esta mañana a las doce del mediodía, la presentación del cartel de la Semana Santa de Ciudad Real 2024. Este año representado por un óleo sobre tabla con el Santísimo Cristo del Perdón y de las Aguas como protagonista, realizado por D. Jesús Méndez Lastrucci.

Le correspondería este año a la Cofradía de la Flagelación ser el cartel oficial de nuestra Semana Santa, pero tras la petición de la Hermandad del Cristo del Perdón a la Cofradía de la Flagelación, para que le permutará su puesto con motivo de su 425 aniversario fundacional, se cambió para que el cartel fuera un homenaje a la Hermandad del Santísimo Cristo del Perdón y de las Aguas de la Parroquia de San Pedro.

Jesús Méndez Lastrucci explica así su obra:

la composición de este cartel,  de lo general a lo particular, donde, estando presentes junto a Cristo los dos ladrones, Dimas y Gestas, así como la Virgen María, bajo la advocación del Calvario,  junto al discípulo San Juan, y María Magdalena arrodillada, tal y como se representa en su escenografía, con la fuerza que nos da Señor en ese momento aún vivo, aún sin haber sido traspasado por la lanza en su costado, donde en mi afán por salvarlo de su martirio, quise reflejar este gran rayo de luz para el que es la verdadera luz del mundo, luz para quien amó la luz, viniendo  a sofocarlo.  Es la luz de su Divino Padre que nos entregó a su Hijo para redimirnos del pecado sin Él haberlo conocido, y todo situado en el Calvario, lugar específico donde Cristo entregó su espíritu.

En una composición puramente vertical y original dentro de los formatos de carteles, éste es de los menos conocidos, de hecho, la idea nos la ha dado la propia imagen del Crucificado, que ha sido pintado al óleo sobre tabla. El fondo de la composición responde al hecho recogido en los Evangelios de que cuando crucificaron a Cristo, el cielo se oscureció. A pesar de ello, es ÉL el que literalmente da luz a la escena. 

El motivo de elevarlo por encima de la composición que queda abajo, responde a la necesidad de mirarle y contemplarle en amor, de ahí ese plano específico que lo recoge desde el INRI a su representación que se difumina por debajo de su característico sudario estofado.

Dicha elevación quiere que el mensaje se comprenda mejor, ya que estamos inmersos en una sociedad del Siglo XXI que le da la espalda.

Desde mi postura, era necesario traer su enigmática presencia a un primer término, elevándola por encima de lo mortal. De esta forma el Hijo de Dios emerge ante nuestros ojos, con su portentosa hechura.

Para ello me basé en una imagen fotográfica, que evocaba el Perdón, dentro de la fuerza expresiva de su mirada, para lo que elegí una de la ya para mi muy querida imagen, que me expresaba profundo amor, entrega e infinita misericordia, imagen que me inspiraba como el Señor llega a nuestro corazón con un profundo e inigualable eclipse de Perdón.

En si infinita bondad y misericordia me sumergí para expresar todos estos sentimientos que trato de expresar en mi pintura, la cual espero les haga trascender a todos al mirarla para encontrar en la profundidad de sus corazones este inigualable sentimiento de amor y perdón que esta bendita imagen me ha regalado en mi interior.


viernes, 23 de febrero de 2024

EXPOSICIÓN: PRIOSTÍAS EL ARTE DE PREPARAR LA SEMANA SANTA

 



La Asociación de Cofradías de la Semana Santa de Ciudad Real inauguró ayer la exposición “Priostías. El Arte de Preparar la Semana Santa”, en la sala de exposiciones en el Guardapasos de Semana Santa en la calle Quevedo, 14-b.


Hacheros o blandones de la Antigua y Venerable Hermandad Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima del Amparo en su Gracia y Esperanza

La exposición que estará abierta hasta el próximo 3 de marzo, intenta enseñar al visitante las labores que realizan los diferentes equipos de priostías y mayordomías en los montajes de los diferentes pasos de la Semana Santa de Ciudad Real.


Paso de misterio de la Cofradía de la Flagelación. La parihuela es obra de José Ángel Banegas Banegas de Villarrubia de loa Ojos (Ciudad Real) del año 2020

La talla del paso de misterio de la Cofradía de la Flagelación es obra del sevillano Francisco José Rodrigo Verdugo realizada entre los años 2003-2021


Canastilla y cartelas delanteras del paso de misterio de Nuestro Padre Jesús de la Bondad de la Cofradía de la Flagelación dorada por los Hermanos González el pasado año 2023


Cruz de Guía y faroles de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores “Ave María” de la Orfebrería Seco de Sevilla del año 1956


Cruz de Guía de la Hermandad de Las Penas talada en el año 2003 por Francisco Ortega, acompañada por faroles de mano de la orfebrería Orovio de la Torre de Torralba de Calatrava (Ciudad Real) del año 2013


Vista de los pasos de misterio de la Flagelación y la Oración en el Huerto


Lateral de la canastilla y respiradero del paso de misterio de la Oración en el Huerto tallado por el sevillano Julián Sánchez Medina


Vista del paso de misterio de la Oración en el Huerto y del paso de Nuestra Señora del Mayor Dolor de la Hermandad del Silencio


Candeleros o hacheros de la Real Hermandad del santo sepulcro obra de la Casa Santa Rufina de Madrid del año 1962


Faroles del paso de Nuestra Señora de las Angustias del año 1993 de la Orfebrería de Orovio de la Torre


Faroles del paso de la Hermandad del Santo Descendimiento obra de la Orfebrería Orovio de la Torre del año 2001


Candelabros arbóreos tallado en el año 1947 para la Hermandad del Santísimo Cristo de la Piedad, y desde el año 2012 propiedad de la Hermandad del Santo Sepulcro


Candelabros arbóreos tallados por Antonio Hernández Vilmes en 1957 para el paso del Santísimo Cristo de la Caridad


Candelabros arbóreos de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Piedad tallado por el Francisco Pineda en el año 2009 y dorado por Hermanos González de Sevilla en el año 2020


Candelabros arbóreos de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Caridad de José Ángel Banegas del año 2022


Candelabros de fundición en bronce de la Casa Meneses de Madrid de los años cuarenta del pasado siglo XX de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores “Ave María”


Candelería de tubos de la Hermandad de la santísima Virgen de la Misericordia de la Orfebrería Orovio de la Torre del año 2010


Piezas de candelería de la Virgen de la Salud de la Hermandad del Prendimiento de la orfebrería de Antonio Santos Campanario de Sevilla del año 2013


Faroles de cola del paso de María Santísima del Dulce Nombre de la Hermandad de la Santa Cena, obra de la orfebrería sevillana de Ramón León Peñuelas del año 1998


Candelabros de cola del paso de palio de María Santísima de la Esperanza del año 1993 de la Orfebrería Orovio de la Torre


Paso de la Santísima Virgen del Mayor Dolor obra del valenciano Francisco Hurtado del año 1954


Cabezas del paso de la Virgen del Mayor Dolor talladas en el año 2005 por Francisco Ortega y doradas en pan de oro en los talleres San Mateo de Córdoba en el año 2007


Flores de talco del camarín  de Nuestra Señora del Prado, Patrona de Ciudad Real, obra de José Manuel Vega Guerra del año 2022


Incensarios de la Hermandad del Silencio. El dorado es de bronce es obra española del siglo XVIII, y el plateado es obra seriada francesa del siglo XIX. Los fanales plateados son del siglo XIX de la capilla de Nuestra Señora de los Dolores -Ave María-


Jarras del paso de palio de Nuestra Señora de los Dolores de Santiago de la orfebrería sevillana de Hijos de Juan Fernández de 1997


Plataforma elevadora de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno


Cruz parroquial de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores de Santiago y ciriales de las Hermandades de las Penas, Nuestra Señora de la Esperanza, Dolorosa de Santiago y Cofradía de la Flagelación


Detalle del cirial del paso de misterio de Nuestro Padre Jesús de la Bondad de la Hermandad de la Flagelación, de la orfebrería de Orovio de la Torre del año 2017


Paso de misterio de la Hermandad de la Oración en el Huerto. La imaginería es obra de Luis Marco Pérez del año 1946


El dorado del paso de misterio de la Hermandad de la Oración en el Huerto de los talleres Abel Velarde de Sevilla del año 2023


La carpintería del paso de Nuestro Padre Jesús de la Bondad es del sevillano Francisco Bailac González del año 2003


Las imágenes secundarias del paso de misterio de la Flagelación son del escultor sevillano Manuel Ramos Corona realizadas entre los años 1997-2003


Vista superior del paso de la Santísima Virgen del Mayor Dolor