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jueves, 15 de febrero de 2024

EL VOTO A SANTA CATALINA (XVII)

 



Uno de los votos antiguos del Concejo de Ciudad Real fue a Santa Catalina de Alejandría, mártir cristiana del siglo IV. Su fiesta se celebra el 25 de noviembre. Su culto tuvo difusión por toda Europa llegando a Occidente con los siglos XIV y XV. Está incluida en el grupo de los santos auxiliadores y es invocada contra la muerte súbita. 

En Ciudad Real Santa Catalina llegó a ser una santa muy popular, ya que contaba con ermita propia, que pertenecía a la jurisdicción de la Parroquia de Santiago,  tal y como afirma el sacerdote Joseph Diaz Jurado en su obra “Singular Idea del Sabio Rey Don Alonso, dibujada en la fundación de Ciudad Real”, escrita a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII.

Al tener ermita propia, llegada su festividad los vecinos de nuestra ciudad tendrían un día de fiesta y romería en torno a su templo, y tras los actos religiosos donde acudirían los tres cabildos de las parroquias históricas y el Concejo de nuestra ciudad, la imagen de la santa sería sacada en procesión. Junto a la ermita se encontraba un pozo, al igual que ocurría con la ermita de San Sebastián, tal y como no lo recuerda Joaquín Gómez, abogado ciudadrealeño y diputado a Cortes, quien escribió en 1890 un escrito sobre la historia de Ciudad Real donde nos informa que ya no existía la ermita de la santa, y solo quedaba el pozo: “Otra hubo de Santa Catalina que dio nombre al pozo de cuyas aguas beben los más inmediatos a la puerta de Calatrava”. Joseph Diaz Jurado en su obra ya citada, al hablar de los pozos que abastecían de agua a la ciudad dice que “…tiene esta ciudad por los más sanos y caudalosos tres; con los nombres de San Sebastián, Santa Catalina y el pozo dulce…”.

El lugar donde estuvo la ermita de Santa Catalina y su pozo se puede ubicar con relativa exactitud ya que ha sido representado en la cartografía histórica y según esta se encontraba cerca del actual campus universitario probablemente en alguna de las viviendas de la calle “Pozo de Santa Catalina”, calle que recibe este nombre por la antigua ubicación del pozo.

En la Parroquia de Santa María del Prado, actual catedral, existía a principios del siglo XVII, una Cofradía que daba culto a Santa Catalina y que fue visitada por la autoridad eclesiástica en 1631, tal y como recoge Fray Joaquín de la Jara en su obra sobre la “Historia de la Imagen de Nuestra Señora del Prado” publicado en 1880.También se dice en la citada obra, que la Parroquia de Santa María contaba con la reliquia de un hueso de la Santa.

Se desconoce cuándo se suprimió el Voto a Santa Catalina, pero tuvo que ser en los últimos años del siglo XVII, porque Joseph Diaz Jurado nos dice en su obra ya citada, que había sido derogado por bula de su santidad. Cuando este sacerdote escribe su escrito a finales del citado siglo XVII y principios del XVIII, la imagen de la Santa recibía culto en la Parroquia de Santiago, y su ermita se encontraba abandonada.

La ermita desapareció, pero perduró en el tiempo el pozo con el nombre de la santa, y que seguía proporcionado agua a los vecinos de Ciudad Real, ya que en una nota publicada en el desaparecido periódico del “Pueblo Manchego”, el 1 de septiembre de 1911, se solicitaba más vigilancia en los pozos de San Sebastián y Santa Catalina, para que en sus inmediaciones no se lavara ropa de toda clase.


Relieve de Santa Catalina en el retablo de la catedral ciudarrealeña


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