Ha llegado a mis manos a través de Todocolección, unas facturas de un entierro celebrado en Ciudad Real a finales de 1935, de la esposa de D. Luis López Haro, por un importe de 1264,50 pesetas. La factura en cuestión es de las “Pompas Fúnebres Nuestro Padre Jesús Nazareno”, propiedad de Ramon Prado Astilleros, que tenía su sede en la calle Alfonso el Sabio 10, actual calle Ciruela.
Hay que tener en cuenta, que en aquellos
años los difuntos se velaban en las casas de los fallecidos, no existían los
actuales tanatorios, y el difunto era acompañado andando desde su domicilio
hasta la parroquia donde se celebraba el funeral, y desde esta al cementerio.
La factura desglosa los gastos ocasionados en aquellas fechas, siendo la parte más costosa el féretro por un importe de 750 pesetas, más 60 pesetas de coche fúnebre, a lo que habría que sumar el servicio de mesa de candeleros y velas durante el sepelio por un importe de 12 pesetas y por diligencias y servicios la cantidad de 10 pesetas.
Dentro de la factura hay un apartado que
lleva por nombre “Suplidos según justificantes”, en los que se encuentra
lo pagado al municipio los derechos de sepultura por un importe de 125 pesetas,
el impuesto de coche 15 pesetas y albañil 4 pesetas. Por el certificado por el
Colegio de Médicos 1,50 pesetas, y por sellos anuncios 1,05 pesetas. Otros capítulos
era lo entregado en limosna a los pobres por 32 pesetas, Muñidor 13,65 pesetas,
por tránsitos por las parroquias de San Pedro, Merced y Santiago por 9 pesetas
cada una, y Catedral 26,80 pesetas, por derechos parroquiales de entierro de
117,25 pesetas y por recibos por misas 69 pesetas.
Los gastos del Muñidor de 13,65 pesetas, corresponde a la extinguida Hermandad de Animas de la Parroquia de Santa María del Prado, que desglosada era el alquiler de 36 cirios por un importe de 5 pesetas, la merma de la cera de 5 pesetas y por derechos del Muñidor 3,65 pesetas.
Las extinguidas Hermandades de Animas de
nuestra ciudad, tenían un fin asistencial entre sus miembros y la celebración
de misas por el alma de los cofrades difuntos y sus bienhechores, y llegaron a
existir Hermandades de Animas en las parroquias de Santa María del Prado, San
Pedro y Santiago.
Hay que ver la cantidad de conceptos por los que se cobraba a los familiares del difunto. Es posible que el albañil cobrase poco por hacer un trabajo importante, con respecto a los demás.
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