6.- TINAJA
Entre las cerámicas musulmanas, la tinaja
es el elemento primordial para el almacenaje (Rosello Op. Cit. 1.973). El material
recogido en la excavación del yacimiento respecto a esta forma, hasta el
momento es muy variado no sólo por la forma sino también por el
tamaño, que indican dos series perfectamente
delimitada: una de gran tamaño para almacenar grandes cantidades de excedentes
y otra de dimensiones algo más reducidas, de uso común y manejo más fácil, sin ningún
tipo de decoración y de factura tosca.
Observamos en los fragmentos rescatados,
un cuerpo panzudo, casi esférico, con base plana, a fin de asentarlo sobre cualquier
clase de terreno. El cuello no muy alto y de boca amplia.
No hemos documentado de momento ningún
asa en ellas. La funcionalidad que tendrían, lógicamente señala de almacenaje
de excedentes: grano, líquidos etc. En la actualidad, aún siguen empleándose
pervivencias de la tinaja en zonas rurales de nuestra comunidad autónoma, bien
para almacenaje de vino, aceite, agua o algún tipo de grano.
De entre los restos rescatados en
nuestros sondeos, hemos diferenciado al menos dos formas diferentes en este
grupo objetual.. (Fig 7. 3.4).
1.- Tinaja de cuerpo semiesférico y base
plana, de cuello bajo con amplio reborde ligeramente abultado, sin asas.
2.- Tinaja de cuerpo semiovoide y base
plana, cuello troncocónico invertido, borde ligeramente abultado.
Dentro de sus características técnicas
más notables (Roselló y Bordoy Op. Cit.) destaca la constatación de la
utilización de un barro bastante compacto que permite desarrollar paredes
gruesas (3 cms.) sobre todo en la tinaja descrita en primer lugar. En la tinaja
descrita en segundo lugar (de menor tamaño y mejor calidad) utilizan barro
rojizo, más consistente, de gran calidad, lo que permite que sus paredes sean más
delgadas y no proporcionen un elevado peso a la pieza, lo que la haría más
manejable. En estos 22 tipos de tinaja observamos como un bruñido en la
superficie, un tratamiento exterior sin decoración alguna pero con un bruñido y
alisado: por el contrario en las grandes tinajas (1ª) la superficie presenta un
barro granulado con abundante desgrasante que da a la superficie una textura
grosera y rugosa. Por lo general la tinaja aparece sin decorar, no obstante en
las de mayor tamaño, se ha observado una línea de zapadillo cerca del cuello, y
en las de menor tamaño, correspondiente a nuestro nº 2, es posible observar un
tipo de capa o engobe de color ocre-rojizo que abriría tanto el exterior como
el interior de la pieza a fin de impermeabilizarla y que su posible contenido
líquido no rezumara al exterior y se perdiese.
Como viene siendo habitual, el problema
de estos objetos viene cuando queremos darle una clara adscripción cultural, menos
mal que aparecen en un contexto cerrado, con una fecha "ante quem" y
que a priori datan parcialmente todos los objetos aparecidos en nuestro
"pozo". Así vemos no obstante que la cronología de la tinaja es
incierta, el ejemplar más somero, por su técnica de construcción, podría estar
a caballo entre los siglos XIII al XV, pero son tan pobres o nulos los motivos decorativos
que cualquier adscripción cronológica o cultural no deja de ser una mera
aproximación hipotética.
IV.-
LA FUNCION DE LAS CERAMICAS DE NUESTRO POZO
Habitualmente los criterios que se han
seguido a la hora de clasificar las cerámicas, Altomedievales, han tenido sólo
en nuestros aspectos morfológicos, estéticos o técnicos que nos han proporcionado
datos objetivos acerca de los mismos (BUENDIA NOGUERA. 1.985), ya que estos
aspectos aparecen en la pieza y permiten una descripción total y fiable del objeto.
Otra cosa es cuando se pretende hacer
una clasificación siguiendo criterios funcionales, referidos a la utilización a
la que eran destinados en el momento de su fabricación. En este caso, pretendemos
conocer el uso al que fue destinada la pieza en un momento y en un grupo humano
concreto. Es evidente que ya no nos movemos en la mera descripción de aspectos
intrínsecos de una pieza, sino en la manera particular de cómo un grupo humano
utilizaba un objeto cerámico.
Por el contrario, no pretendemos crear
ningún tipo de divisiones funcionales o clasificaciones, tanto en cuanto que hay
que tener presente aspectos morfológicos, técnicos y estéticos ya que la
interrelación de todas ellas permite, en la mayoría de los casos, determinar el
uso, o al menos los usos a los que no podían ser destinados los diferentes
objetos cerámicos. (BUENDIA NOGUERA M. 1.986).
Solamente queremos llamar la atención
sobre este problema, pues es notorio que ante las formas que admiten un amplio
y variado uso, no podemos llegar a conocerlos todos, pues cada gente genera un modo
particular de utilización. Así por ejemplo una comunidad rural menos
evolucionada en sus costumbres, podría dar una utilización más amplia a algunos
objetos cerámicos que una comunidad urbana: y lo mismo ocurre en comunidades de
distinta cronología... así vemos como la complejidad paro determinar el uso de
una pieza, es altamente significativo y no podemos clasificar a la ligera formas
cerámicas que nos hablen del funcionamiento ecosocial de esa gente, siendo
posible que la diferencia no exista en el tiempo, sino que sincrónicamente
pertenecen o modos de vida diferentes o modismos entre vida urbana y rural.
En el estudio de nuestro material, e
insistimos, de manera provisional hasta que no terminemos de vaciar el depósito
y de inventariar y clasificar todas sus piezas arqueológicas que encontremos,
hemos podido obtener una brevísima información que nos permite aunque sea a
"groso modo", obtener una clasificación complementaria y provisional
en razón a la posible "funcionalidad" de las piezas estudiadas y
enunciadas anteriormente. Coincidimos con las apreciaciones de ROSELLO BORDOY y
DE BUENDIA NOGUERA. 1.986, si bien en este primer intento de ver la cerámica
urbana de Ciudad Real en la época Medieval, no podemos ni queremos precisar
tanto como lo hacen ellos y sólo nos limitaremos a enunciar parte de nuestras
ideas y apreciaciones surgidas con su estudio, viendo algunos grupos
funcionales documentados en nuestro "pozo". (Roselló Bordoy. 1.978).
AJUAR DE VAJILLA.
Integrado por la series "
Ataifor". "Jarro". "Jarra" y "Jarrita".
"Jofaina". En un futuro, podremos incluir en este apartado, multitud
de cuencos, marmitas, cántaros y alguna alcuza u olla y que están apareciendo
muy fragmentados y que la escasez del tiempo para su estudio e inclusión en
este artículo, no nos permite de momento adelantar nada sobre su morfología y
tipología. Como característica especial de este apartado reseñar la aparición
de todos estos objetos, convendría (es decir vidriados) propia de una cerámica
de lujo de alto valor y posiblemente adscritos a un estrato social elevado, que
les permitirá deshacerse de ellos, tirarlos al poza reutilizado de basureros y
comprar otro. Esta constatación de clase elevada en el estrato social, viene también
definida por la cantidad de restos materiales de "vidrios", fondos de
objetos de vidrio y formas de momento imprecisas, así como la aparición de
algunas monedas y multitud ingente de huesos, proveniente muchos de ellos posiblemente
del consumo humano.
AJUAR DE COCINA.
Compuesto por la serie
"Cazuela". "Orza" y alguna "Jarra" o
"Alcuza" sin vedrío de momento en etapa de restauración y sin
delimitar muy mucho su tipología. No hemos documentado una decoración
exhaustiva en estos objetos. O bien no existe, o se limita a algo de vidriado,
pero informe o incompleto. Pese a su menor valor, su funcionalidad hace que el
grupo sea considerado como elemento común a todos los estratos sociales.
AJUAR DOMESTICO.
Compuesto en nuestro grupo de momento
sólo por un gran " Alcadafe" o "Lebrillo" y fragmentos
incompletos de una gran "Cántara", de carácter común y amplia difusión en todo
tipo de ambientes sociales.
AJUAR AGRICOLA.
Muy ampliamente representada en nuestra
muestra por los “Arcaduces”. Según algunos autores no constatado en el ámbito
urbano y localizado únicamente en yacimientos de carácter rural. (ROS EllO
BORDOY. 1.976) lo que unido a la aparición de multitud de restos óseos (óvido.
bóvido y ovicóprido) nos hacen pensar en el posible carácter rural de este
depósito, pudiendo ser parte integrante de una alquería, casa de campo o casona
de la ciudad con mucho espacio alrededor de la casa para la cría de ganado.
AJUAR DE ALMACENAMIENTO.
Compuesto por distintos tipos de tinajas
y “Tinajones”, elementos por otra parte característicos para guardar
excedentes, las grandotas panzudas y de grandes dimensiones, difíciles de
manejar, serían por lo general inamovibles para almacenar grano o liquido, las de dimensiones más pequeñas, con
tratamiento de la superficie al interior, podrían posiblemente almacenar líquidos,
para evitar su derrame o rezume. Algunos tipos de jarra, también pueden
incluirse dentro de este ajuar de almacenamiento, sobre todo por facilitar el transporte
de una tinaja a otra, o para servir directamente el liquido, agua, vino, leche,
etc ... Este objeto puede tener cabida en varios ajuares, según la decoración,
etc: cocina, servicio despensa ...
JUAN
JOSE ESPADAS PAVÓN
LICENCIADO
EN GEOGRAFÍA E HISTORIA: DIRECTOR DE LA EXCAVACIÓN DE LA CASA DE HERNAN PEREZ
DEL PULGAR.
REVISTA
VILLA REAL 1255 Nº 1. D. L.: CR -862- 1989.
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