“Cien
años dejando huella y sembrando ilusiones”
El actual colegio se sitúa en el solar donde estuvo el
convento-hospital de la Orden Hospitalaria de Canónigos Regulares Agustinos de
San Antonio Abad.
La Orden de los Antonianos se instaló en Ciudad Real en
1262 edificando una iglesia y un hospital para atender a los hombres que
tuviesen enfermedades contagiosas. Dicho convento constaba de huerto, iglesia,
hospital y dependencias claustrales. Los gastos de construcción fueron pagados
por los ciudadrealeños Frey Sancho Sánchez Dávila y Frey Pedro González de
Finestrosa. Dicho convento fue expropiado en 1790 y los frailes se tuvieron que
marchar, quedando el convento en el más completo abandono hasta su desaparición.
El ayuntamiento alquilaba
durante el siglo XIX y parte del siglo XX locales a particulares para situar en
ellos escuelas, primero para niños y luego también para niñas. Dichos locales
eran insanos, mal iluminados, húmedos, sin condiciones sanitarias ni
higiénicas, casi sin ventilación y sin reunir las mínimas condiciones
pedagógicas para dar allí clase a los niños. Los locales-escuelas del barrio de
Santiago se venían situando en las calles Altagracia, Luz y Calatrava, todo
dependía de la cuantía del alquiler. Los maestros que ejercían en el barrio de
Santiago eran Amalio Moreno, Manuel Lázaro y Antonio Aguilera, mientras que las
maestras fueron Manuela Latorre, María Cinta Miguélez y Ana Ruiz Caro.
D. Miguel Pérez Molina,
alcalde en 1912 y 1913, lleva como proyecto fundamental hacer escuelas propias
para la ciudad y plantea una moción en el pleno, que se aprueba en 1912. Su
proyecto es hacer una escuela de párvulos con cantina, que luego sería el “Pérez
Molina” y la construcción de una escuela graduada mixta, que será el futuro
“Cruz Prado”. Durante su mandato se llevan a Madrid sus pretensiones de
escuelas. Termina su mandato en 1913 y sus proyectos se quedan parados hasta
que el alcalde D. José Cruz Prado los retoma en 1916. D. José Cruz los saca
adelante y se pone pronto en marcha la construcción de dichas escuelas.
El seis de enero de 1924 se inauguran las escuelas de la Poblachuela, la graduada mixta Cruz Prado (popularmente conocida como San Antón) y la escuela de Párvulos Pérez Molina (conocida en la capital como La Cantina).
Las escuelas de niños y
niñas del barrio de Santiago se integran todas en la nueva graduada recién
inaugurada. Los materiales empleados en la construcción de las tres escuelas
fueron pésimos y al año ya están los primeros problemas arquitectónicos teniendo
que suspender frecuentemente las clases para hacer continuos arreglos. A este
problema hay que añadir la masificación que se produce porque las escuelas de
los distintos barrios están en iguales condiciones y no hay locales para
escolarizar a todos los niños.
En estos años veinte las
condiciones de trabajo en dicha escuela no son buenas, pero el maestro D.
Francisco Aranda pone en dicho centro una estación de sericicultura que se hizo
famosa en toda la provincia.
La llegada a la alcaldía
de D. José Maestro va a dar un impulso a la realización de obras en dicha
escuela y así que puedan asistir de forma regular los niños y las niñas. Su
idea era poner en dicha escuela una cantina, pero no pudo realizarse.
Gracias a la localización
del primer libro de Actas del centro hemos podido conocer los maestros y
maestras que trabajaban allí. El libro data de 1934 y en él consta que la
directora de la graduada de niñas era Margarita García. Por lo descrito en las
actas sabemos que la escuela estuvo ocupada por los milicianos durante el
periodo de guerra. Los niños y niñas de este centro y de la escuela Pérez
Molina fueron alojados durante la contienda, gracias a la generosidad de D.
Miguel Pérez Molina, en la Academia General de Enseñanza, propietario y
director de la misma.
En 1937 se establece un
claustro único al ponerse la coeducación, siendo nombrado director D. Juan
Blanco. Terminada la Guerra Civil se vuelve a la graduada mixta y se pone un
director para la graduada masculina y una directora para la femenina.
Tras la guerra, la
graduada había quedado muy deteriorada por la ocupación de la misma por parte
de los milicianos y sufrirá continuas reformas y arreglos hasta la construcción
de un nuevo edificio, que se inaugurará en 1967.
Margarita García y Pilar
Matallana serán las directoras de la graduada de niñas durante los años de la
posguerra, mientras que Federico Villar, Jesús Manuel Fernández y Ramón Selas
lo serán de la graduada masculina. Todos estos años de la posguerra son muy
difíciles, las enfermedades, la escasez de alimentos, los huérfanos, las malas
condiciones de la escuela, la masificación de niños en determinadas estaciones
del año, los escasos medios pedagógicos y un barrio que tiene una masa social
desfavorecida serán los ingredientes de esos tiempos. A nivel pedagógico se
insistirá mucho, al igual que en el resto de las escuelas, en el orden, la
disciplina, temas religiosos, las instrucciones y consignas del Frente de
Juventudes, etc. Las necesidades de las familias son grandes y se consigue que
en 1956 se abra un comedor social para atender a los niños más pequeños que
asisten a la escuela, que junto a la Ayuda Americana de leche y queso cubrirían
algo las necesidades primarias.
El comedor piloto,
inaugurado en 1961 se hace con la financiación del Estado y con la colaboración
del Ayuntamiento y la Diputación, va a dar solución a las necesidades de las
familias del barrio.
En 1967 se inaugura el nuevo edificio que va a dar cabida a más de 600 niños, siendo su directora Juana Fanjul y subdirector Eduardo Bernal. La Ley General de Educación de 1970 va a marcar el comienzo de la EGB y por tanto de la coeducación en los colegios. Se incorporan al colegio los niños y niñas de las unitarias situadas en la Comandancia de la Guardia Civil, en la ermita de los Remedios y la situadas en el barrio del Padre Ayala, denominadas César Martín. En 1972 el colegio llega a tener 859 alumnos.
En 1975 se nombra director del colegio de EGB a D. Máximo Ciudad, y se crea en esta década la Asociación de Padres de Alumnos (APA), se dota al centro de mucho material pedagógico y mobiliario y de profesores especialistas, se establece una unidad de hipoacusia que será conocida en toda la provincia y se hacen múltiples excursiones por la provincia y España.
José Antonio Desdentado
será nombrado director en 1985. El colegio sigue creciendo en número de
maestros, el colegio es muy demandado en esos momentos y tiene unos 750
alumnos, la unidad de hipoacusia consigue un gran prestigio a nivel provincial,
crean una rondalla que se hizo famosa por toda la provincia y los éxitos
deportivos de los alumnos son continuos.
En la década de 1990 se
producen sucesos importantes: se van los niños de 7º y 8º de EGB a los
institutos, se incorporan a las escuelas los niños de tres años, se dota al
centro de orientadora, se mantiene la doble línea desde tres años a 6º de
primaria, la APA pasa a llamarse AMPA, el colegio se denominará Alcalde José Cruz Prado y se hacen las
pistas polideportivas.
Durante la anterior
década se han ido perdiendo alumnos y entran al tercer milenio con un total de
400, continuando durante la primera década con una progresiva disminución por
varias causas ajenas al centro. Ante las nuevas necesidades el centro necesita
un comedor escolar como una de las medidas para solucionar esta pérdida de
alumnos.
Gloria Sánchez Plaza coge
la dirección del colegio en 2006 y tiene que afrontar las nuevas dificultades y
retos que se plantean, el primero es hacer un colegio nuevo, que se inaugurará
en 2010. Las obras para terminar el resto de las instalaciones se harán
interminables a lo largo de la década de 2010 y se terminarán en la actualidad.
Su trabajo y el resto de los maestros será constante para solucionar el
problema de poner un comedor, uso de las tecnologías, ayudar a las familias
desfavorecidas, acabar las obras, etc. El colegio sigue perdiendo alumnos como
consecuencia de la baja natalidad, aparición de nuevos centros, de no tener
comedor escolar y ayudas suficientes para atajar la crisis económica, etc.
El comedor empieza a
funcionar en el año 2013, pero continuará la pérdida de alumnos, siendo 255 en
el curso 2019/20.
En el año 2015 entra una
nueva directora, Dª Fátima García que tendrá que continuar afrontando todas las
dificultades anteriores y va dando soluciones, apoyada por el resto del
claustro, a todas las adversidades. Se ponen en funcionamiento diversos
programas y proyectos para dar solución y se solicitan numerosas ayudas para
las familias desfavorecidas y para el uso del comedor. El centro sigue abierto
al barrio y a la ciudad participando en numerosas actividades y fomentando la
solidaridad, la igualdad y la inclusión.
En 2023 Antonio
Cuchillero es el nuevo director y tiene que afrontar las dificultades
anteriores con nuevas soluciones contando con la colaboración del profesorado,
AMPA y autoridades. Se pone en marcha un huerto escolar, se realizan en
colaboración con el AMPA Rutas senderistas y medioambientales en el Parque
Forestal de la Atalaya, se decoran con pinturas murales las fachadas del Centro
y se continúan las que se realizaban con anterioridad.
El Equipo Directivo junto
con el profesorado van a realizar durante 2024 la organización del PRIMER
CENTENARIO DEL COLEGIO ALCALDE JOSÉ CRUZ PRADO (1924-2024). Entre los actos
cabe destacar una gran exposición fotografía de los cien años, la recreación de
un aula antigua, un acto institucional en la Facultad de Educación, charlas a
los niños y diversas actividades a lo largo del curso. Uno de los más
importantes fue la finalización de la obra del gimnasio y su inauguración por
el presidente de Castilla la Mancha.
En 2025 han puesto en marcha una espectacular biblioteca para todas las edades y dotada de un aula muy bien iluminada y con los recursos materiales y tecnológicos de hoy en día. En definitiva, un colegio dispuesto y con ilusión para afrontar los retos de la educación del futuro atendiendo las necesidades del momento y preparándose para las venideras.
Vicente Palomares García
P.D. para saber más: Palomares García, Vicente. “Las escuelas del Hogar Provincial Santo Tomás de Villanueva, Pérez Molina, Cruz Prado y Ferroviario”. Primer centenario de las escuelas públicas, 1924-2024. Biblioteca de Autores Manchegos. Diputación de Ciudad Real, 2024.
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