Colegio Hermano Garate
Durante la realización del proyecto de investigación en el que se contrastan los distintos relatos recogidos de numerosos vecinos de Ciudad Real, se llega a la conclusión que uno de los relatos coincide en diferentes individuos.
Tras visitar el lugar y realizar la toma de datos se descubre un nuevo acceso (19), hasta ahora desconocido, desde un sótano perteneciente al colegio Hermanos Garate, antiguamente internado de Ciudad Real.
Según dichos testimonios, este túnel conectaba el colegio con el edificio deportivo denominado LOYOLA ó ROMASOL, cruzando la calle tinte y conectando dos manzanas distintas.
A día de hoy sólo se puede garantizar la existencia de este acceso y su pasado como túnel, pues se encuentra tapiado y no se sabe si en la actualidad continua su trazado bajo la calzada.
No se puede garantizar su fecha de construcción, pero se sitúa en torno al s. XIX, pues en el siglo XX comenzó a ser colegio de los salesianos, y los restos que estudiamos ya eran utilizados en su época de internado.
Un dato importante es que se ha observado
que el forjado20 que conduce hacia este acceso coincide con la forma
constructiva del Convento de La Merced, que recordemos data del s. XVII.
Colegio San José
Primero Convento de las Hijas de la Caridad, más tarde refugio de guerra, y por último, colegio, esta localización poseía en su subsuelo criptas que durante unas obras realizadas en el colegio fueron cerradas. Además, contaba también con un acceso a la red de galerías que conectaban la ciudad, que según un albañil que participó en la obra recién mencionada, este acceso sigue existiendo tras una tapia que se levantó para evitar su paso.
Ciertos alumnos del colegio hace 10 años cuentan que ellos mismos conocían la entrada y ciertas historias de que conectaba con otro lugar, pero desconocen dónde.
TORREÓN DEL ALCÁZAR
Alcázar Real
En la histórica localización de lo que fue el Alcázar Real de la ciudad, actualmente la zona denominada Torreón del Alcázar, donde sólo se conserva un arco que se piensa pudiera ser la entrada principal al conjunto, se han encontrado quizás el que sea el núcleo con mayor número de restos de galerías.
Se dice que el Alcázar se comunicaba por un subterráneo con un bosque cercano a Ciudad Real que iba desde el actual Parque de Gasset hasta el Barrio de los Ángeles (lo que era el camino de Miguelturra) y desde allí a las cercanías del cerro de Alarcos.
Además, es lógico pensar que esta construcción, siendo residencia del Rey y el edificio más importante en la ciudad medieval, pudiese conectar históricamente con otros edificios principales de la ciudad, como iglesias, monasterios o el Santo Oficio.
"Los Reyes Católicos residieron en algunas ocasiones en el Alcázar e hicieron donación del mismo en 1475, a don Fernando de Cervera, natural de Ciudad Real y aposentador de sus altezas. Sabemos que este palacio poseía unos subterráneos, que por los años de 1950 fueron lodados. Eran estas unas cuevas amplísimas, muy interesantes geológica e históricamente, de lisas paredes veteadas por estratos cuaternarios horizontales, de diversos colores, y con inclusiones de cenizas y bombas volcánicas, con techos planos por haberse construido aprovechando esa horizontalidad perfecta de los estratos."
(José Golderos Vicario, “Ciudad real, siete siglos a través de sus calle y plazas 1245-1945”)
Aparte de las galerías, se han encontrado
también un muro que se piensa pudiera ser perteneciente al antiguo Alcázar
Real, además de un maravedí de la época de Felipe III, lo que confirma que
estos restos son de época mudéjar.
Actualmente este descubrimiento se encuentra en el punto de mira, pues desde su aparición el 3 de Enero del 2006, tras el inicio de unas obras para realizar un aparcamiento subterráneo, la parcela se encontraba cerrada y sin cambios para preservar lo que probablemente sea el mayor descubrimiento arqueológico y patrimonial de Ciudad Real del siglo, hasta que este año, tras lo que ahora denomina la Consejería de Cultura como “una bodega de un particular que data de finales del siglo XVIII o principios del XIX”, y tras la resolución judicial que obliga a pagar al Ayuntamiento casi un millón de euros a la empresa contratada para la realización de dicho parking, se ha decidido realizar un aparcamiento en superficie, construyendo como viene siendo normal en nuestra ciudad sobre estos restos, dejándolos de nuevo enterrados.
Las siguientes fotografías fueron tomadas
por el historiador Antonio José Martín de Consuegra en el año 2007 y cedidas
amablemente para este trabajo.
Calle Granada
En 1991 comenzaron las obras de
urbanización de la manzana encerrada entre la calle de Palma, calle de Granada
y ronda de la Mata. Cuando en 1992 iniciaron a realizar las excavaciones para
la cimentación de las viviendas que se construyeron en esta manzana
aparecieron una serie de galerías, a unos tres metros de profundidad, a ambos lados del solar, este y oeste. Eran galerías reforzadas con arcos de ladrillo de estilo mudéjar (s. XIV s.XV) con lo que encontramos una relación directa con los primeros asentamientos entorno al Alcázar Real. Tenían una continuidad de cinco a seis metros, pues el resto habría quedado destruido con las obras. Según los datos encontrados en la oficina de Patrimonio de Ciudad Real, estas construcciones tendrían un uso doméstico, quizás almacenes ó aljibes.
Recordemos que en esta zona, justo enfrente del Alcázar estaba situado el antiguo Monasterio de San Francisco, hasta la Desamortización, donde aparecieron criptas y tumbas medievales como la de la imagen en 1994, con lo que podría existir quizás una relación subterránea entre éste y el Alcázar Real.
Esta es una lápida medieval de un
caballero que luchó en la batalla de las Navas de Tolosa de 1212 y que estuvo enterrado
en el monasterio de San Francisco, situada a unos metros del castillo de
Alarcos en la actualidad.
(19) Fotografía
superior: Acceso a galerías subterráneas
(20) Fotografía
inferior: Forjado de dicho acceso, realizado de la misma manera que el del
Convento de la
Merced.
CRISTINA GRANDE RIVERO
TRABAJO FIN DE GRADO – ESCUELA
TÉCNICA SUPERIOR DE ARQUITECTURA DE SEVILLA GRUPO A – ANA DIANEZ, NIEVES
MARTINEZ, TEÓFILO ZAMARREÑO.
2018, SEVILLA
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