La tumba de Apolonia del Cementerio de
Ciudad Real ha sido restaurada y trasladada de sitio. Del Patio 4, donde
estaba cediendo el terreno y podía volver a hundirse, se ha trasladado al paseo
del Patio 8, Departamento 2, que enlaza la zona de los nichos con la parte
nueva del camposanto. Se encuentra casi enfrente de la escultura en recuerdo de
los niños fallecidos en el embarazo o al poco de nacer, en la zona próxima a la
segunda puerta principal del cementerio.
En su nuevo emplazamiento, en el centro de
un parterre con piedras blancas, se ha situado sobre un basamento similar al
original que tenía esta tumba a la que, con el tiempo, se le han ido asociando
varias leyendas y se ha convertido en icono romántico.
La empresa manchega Conservatio, con el
respaldo de la Concejalía de Cultura, ha sido quien ha restaurado este arcón funerario,
obra del escultor vallisoletano Tomás Argüello, profesor de la ciudarrealeña
Escuela de Artes y Oficios que inmortalizó a su esposa, Apolonia Canales Zurro,
tras fallecer a la edad de 23 años, el 12 de octubre de 1916, poco más de un
año después de casarse en la capital castellano-leonesa.
En la actuación de restauración, se
procedió a la excavación de la tumba, su extracción, desmontaje y montaje,
limpieza de líquenes, tratamiento biocida y consolidación y reintegración con
mortero de volúmenes. Una docena de piezas, engarzadas con grapas metálicas,
conforman esta tumba de hormigón armado con cemento blanco y estructura
interior metálica.
La imagen de la Virgen en la parte
delantera, de Jesús en la trasera y medallones con ‘Hágase tu voluntad’ y
motivos como dragones en los laterales se pueden presenciar en este sarcófago que,
en su mayoría, se encontraba oculto bajo tierra, lo que ha favorecido su
conservación.






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