A la izquierda de la nave, se abre la
Capilla del Santísimo, dedicada a Santo Tomás de Villanueva, patrón de la
diócesis, inaugurada el 18 de septiembre de 1900 por el cuarto Obispo-Prior, D.
Casimiro Piñera y Naredo. Fue realizada esta capilla por el legado que dejo a
su muerte el canónigo de la catedral, Dr.
D. Juan Nepomuceno Montes de Oca (15 junio 1879 + 10 junio 1894), cuyos
restos fueron trasladados desde el
cementerio, donde fue enterrado en un primer momento, a la capilla donde reposan en la actualidad.
Retablo
e imágenes de la capilla de Santo Tomás de Villanueva que fueron destruidas en
1936
Su puerta de acceso está flanqueada por
dos pilastras, una a cada lado, que en su parte superior tiene un capitel
troncopiramidal invertido, de él arranca un arco apuntado, configurando la
puerta propiamente dicha.
A
la entrada a la capilla encontramos una lápida que nos recuerda el año de su construcción
y los canónigos que pagaron la obra y la imaginería y retablo ya desaparecidos
El techo de la capilla es abovedado, y
en su primer tramo está formada por una bóveda de arista cuatripartita, sus
nervios se unen en el centro donde hay una clave. Los nervios de esta bóveda
arrancan de los pequeños soportes mencionados con anterioridad.
El
retablo fue realizado por Carlos Bravo Nogales en 1956
De una segunda pilastra se produce el
desarrollo de un arco apuntado que refuerza la bóveda. La segunda es de forma
de cascarón y ambos lados del retablo encontramos dos ventanas ojivales
cubiertas por vidrieras que nos representan pasajes de la vida de Santo Tomás
de Villanueva.
El
retablo está dedicado a los santos manchegos
Cuando fue inaugurada la capilla a
principios de siglo pasado, estaba presidida por un retablo neogótico con la
imagen de Santo Tomás de Villanueva, adquirido en Valencia y que fue costeado también
por el canónigo de la catedral, Lic. Frey D. José Morales Prieto. Este retablo
y otros que se encontraban en las paredes de la capilla, fue destruido en 1936
al inicio de la Guerra Civil Española.
Detalle
de la mesa de altar realizada con ángeles del antiguo retablo de la Virgen de
la Guía de la Parroquia de San Pedro
El actual retablo dorado en pan de oro
es grandioso, de gran solidez y fue costeado por el que fuera Deán del Cabildo Catedralicio ciudadrealeño,
D. José Jiménez Manzanares. Retablo que se realizo con motivo del IV Centenario
de la muerte de Santo Tomás de Villanueva y que está dedicado a los santos
manchegos. Es una obra del artista sevillano Carlos Bravo Nogales, y presenta
un dado con decoración vegetal de flores (además de ser en relieve, hay motivos
dibujados). De este lado arrancan cuatro grandes ménsulas con una decoración
vegetal, sobre ella y en su parte central hay dos ménsulas más pequeñas que
están decoradas con hojas de cardo. A la misma altura y en los extremos hay dos
grandes columnas que en sus dos tercios tiene un collarino con motivos
vegetales y hojas, y sobre ella está el capitel compuesto. Al lado de estas
grandes columnas hay otras dos pero más pequeñas, aunque de las mismas características
que las anteriores. Así se da lugar a una hornacina central y una a cada lado,
en total tres. En la central está Santo Tomás de Villanueva y en las otras hay
otros santos de dimensiones menores, se trata de San Juan de Ávila y San Juan
Bautista de la Concepción. Sobre las columnas centrales más pequeñas se levanta
un arco de medio punto, acompañado de un frontón curvo roto. Sobre él se
levanta gran cantidad de motivos decorativos: vegetales, frontones formados por
líneas curvas y rectas, grandes volutas. A ambos lados del retablo y cayendo
verticalmente se descuelgan unas guirnaldas.
Sillón
del Obispo mártir, D. Narciso de Estenaga
En cuanto a la imaginería que
encontramos en el retablo es de los escultores valencianos, José María Rausell
Montañana y Francisco Llorens Ferrer, las imágenes de Santo Tomás de Villanueva
(1956) y San Juan de Avila (1959), y del autor del retablo el artista y
escultor Carlos Bravo Nogales, la imagen de San Juan Bautista de la Concepción
(1959). Aunque el retablo fue bendecido el 23 de septiembre de 1956, no se
terminó hasta el 24 de junio de 1959 año que se concluyó la imaginería del
mismo.
Vidrieras
de la capilla con escenas de la vida de Santo Tomás de Villanueva
Delante del retablo nos encontramos la
mesa de altar, que tiene unos ángeles provenientes del antiguo retablo churrigueresco
de mediados del siglo XVIII, de la Virgen de la Guía de la Parroquia de san
Pedro; que se desmontó y destruyó en los años setenta del pasado siglo XX
cuando fue restaurada la Parroquia de San Pedro, distribuyéndose parte del
mismo por diferentes lugares de culto. También podemos ver el sillón del Obispo
mártir y actual beato, D. Narciso de Estenaga y Echevarría.
En
la pared de la capilla se abre una puerta de acceso al camarín, realizada en
1906
En la pared de la capilla que da a las
dependencias del camarín, nos encontramos una puerta de forja que fue abierta
en el muro en 1906 para poder acceder a las dependencias de la Virgen del
Prado, ya que la puerta que daba a la nave del templo, fue tapada al trasladar
la sillería del coro al altar mayor.
La capilla se decora con buenos cuadros
destacando uno que representa la vida de San Francisco de Paula y su autor fue
Juan Vicente de Ribera, que lo realizó en 1691.
Cuadro
realizado en 1691 por Juan Vicente de Ribera
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