La
actual capilla penitencial se inauguró en 1904 y tenía una portada que queria ser una imitación del estilo gótico
flamígero realizada en 1906
A los dos lados de la nave en su parte
más cercana al presbiterio, nos encontramos dos capillas. La de la derecha fue
dedicada a Santo Tomás de Villanueva, hoy Santísimo, y la de la izquierda fue
dedicada al Sagrado Corazón de Jesús, hoy Penitencial.
La capilla
fue dedicada desde su inauguración al Sagrado Corazón de Jesús, cuya imagen la
presidia en un retablo neogótico destruido en 1936
La primitiva capilla del sagrado Corazón
de Jesús, hoy Penitencial, fue levantada por el cuarto Obispo-Prior, D.
Casimiro Piñera y Naredo, siendo su arquitecto D. Sebastián Rebollar, inaugurandose
el 29 de agosto de 1904. Es por tanto una capilla moderna y según el
historiador D. Inocente Hervás y Buendía “Al
rasgar el muro para dar entrada a la nueva capilla del Corazón de Jesús, se
descubrieron tres ventanas góticas colocadas a igual altura, simétricas
exornadas con sencillas molduras y guarnecidas con cuadrifolios por el interior
de la ojiva, correspondiendo todas ellas a la fachada que mira al Prado”.
Para acceder a esta nueva capilla, se construyó una gran puerta imitando el estilo gótico
flamígero decorada por el artista local Coronado, que posteriormente fue sustituida en 1967 por el arco ojival por el
cual se accede en la actualidad.
Tal
y como quedó la puerta de acceso a la capilla en 1967
La capilla posee techo abovedado con dos
arcos apuntados que viene a reforzar además de decorar dicho tramo. Encontramos
en primer término una bóveda de crucería, sus nervios se cruzan en el centro y
van a desembocar a la clave. Esta bóveda arranca de unos pequeños soportes que
están adosados a la pared, su fin es predominante decorativo. A ambos lados de
esta bóveda y cegados por la pared hay dos arcos apuntados cuyo arranque es el
mismo que el de las bóvedas.
Vista
actual de la capilla
El segundo tramo de la techumbre está
cubierto por una bóveda de cascarón compuesta por seis nervios que se unen en
el centro. Estos nervios descansan también en seis pequeños soportes, y de
ellos además arrancan cinco arcos apuntados que recorren la pared y están adosados
a ella. En dos de estos arcos se han abierto dos ventanas. En su parte exterior
están recorridas por una decoración de puntas de diamante y por adornos
rectilíneos. Estos ventanales están cubiertos por vidrieras que representan a
San Miguel y San Fernando.
La
capilla está presidida por la imagen del Santísimo Cristo de la Piedad, obra
del sevillano Castillo Lastrucci de 1947
Como he dicho la capilla fue dedicada
desde su construcción al Sagrado Corazón de Jesús, por este motivo la capilla
estaba presidida desde su inauguración, por un retablo neogótico con la imagen
del Sagrado Corazón de Jesús adquirido en Valencia. También contaba la capilla con varios retablos
ambos lados de su pared que fueron destruidos en 1936. Después de la Guerra
Civil Española, en 1939, al ser abierta de nuevo al culto la capilla, se volvió
a dedicar al Sagrado Corazón de Jesús, siendo restaurada y debiendo su actual fisonomía,
a las obras que se realizaron en el templo catedralicio en los años sesenta del
pasado siglo, y que fueron inauguradas en 1967.
Tabla
renacentista del siglo XVI que se encuentra sobre la imagen del crucificado
Actualmente la capilla está presidida
por la imagen del Santísimo Cristo de la Piedad, obra del escultor sevillano D.
Antonio Castillo Lastrucci de 1947. Sobre el crucificado podemos ver una bella
tabla renacentista del siglo XVI con el Descendimiento, y a sus pies hay otra tabla con unos versos de autor anónimo grabados en caoba en los cuales
podemos leer:
“Santo
Cristo de la Piedad
mi
pecado os puso así
llagado
y muerto mi Dios
tenga
yo piedad de Vos
y Vos
tenedla de mí”
Altorrelieve
que representa la institución del Sacramento de la penitencia
También a los pies del crucificado
podemos ver el sepulcro del mecenas de la capilla, el cuarto Obispo-Prior, D.
Casimiro Piñera y Naredo (1899-1904), y del octavo Obispo-Prior, D. Emeterio
Echeverría y Barrena (1943-1954).
Altorrelieve
que hace alusión al Sagrado Corazón de Jesús, a quien estaba dedicada la
capilla en sus orígenes
Ambos lados del Santísimo Cristo de la
Piedad podemos ver dos grandes altorrelieves de caoba del escultor madrileño
Faustino Sanz Herranz, tallados en 1971. Uno de los altorrelieves representa la
institución del sacramento de la penitencia. Jesucristo resucitado se aparece a
los Apóstoles, tímidos y asombrados en el Cenáculo, que escuchan este mensaje
de quien murió por nuestros pecados: “Recibid el Espíritu Santo. A quienes
perdonaréis los pecados, les serán perdonados; a quienes se los retuviereis,
les serán retenidos” (Jn. 20, 22-23).
Vidriera
con la imagen de San Fernando
El segundo altorrelieve es el mensaje de
Jesucristo a la humanidad angustiada: “Venid a mí todos los que estáis fatigados
y agobiados, que yo os aliviaré… y hallareis la paz para vuestras almas” (Mt.
11, 28-30). Es un modo de expresar medicinal del Sacramento de la Penitencia,
que Jesucristo instituyó no para reprender al pecador, sino para perdonarlo,
alentarlo y consolarlo. El artista plasmo el mensaje de Jesucristo como
dirigido a los hombres de todos los tiempos y de todas las edades. Para su
representación se desprendió del marco bíblico para poner a Jesucristo en medio
de la humanidad de hoy: estudiantes, padres de familia, obreros, agricultores…
sobre un fondo de fábricas, aglomeraciones de viviendas y un cementerio.
Vidriera
con la imagen de San Miguel
Debajo de estos dos altorrelieves, nos
encontramos unas grandes cartelas talladas en caoba, que ponen los textos
sagrados que han inspirado estas composiciones artísticas.
Completa la capilla a parte de los
confesonarios, una bella lámpara y apliques de hierro forjado del gran artista
toledano D. Julio Pascual, que fueron donadas por el Obispo-Prior, D. Emeterio
Echeverría, a la Hermandad del Cristo de la Piedad, y que provenían de la decoración del palacio
episcopal, que se hizo en los años veinte del pasado siglo, durante el pontificado del séptimo Obispo-Prior, el
beato D. Narciso de Estenaga y Echevarría.
La lámpara
y los apliques son obra del gran artista toledano Julio Pascual, de los años
veinte del pasado siglo
La antigua capilla del Sagrado Corazón
de Jesús, hoy capilla penitencial, fue bendecida e inaugurada tal y como hoy la
podemos ver, el Domingo de Resurrección 2 de abril de 1972, por el noveno
Obispo-Prior, D. Juan Hervás y Benet (1955-1976).
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