La diócesis de
Ciudad Real, fue una de las diócesis de España donde los partidos del Frente
Popular (Socialistas, comunistas, marxistas, Izquierda Republicana y Unión
republicana), más sacerdotes asesinaron durante la Guerra Civil Española. Además
del Obispo-Prior y su capellán, fueron asesinados ciento ochenta y ocho
sacerdotes, seculares y regulares, novicios y colegiales.
Terminada la
Guerra Civil en 1939, y al reorganizarse la diócesis, en el año 1946 el
entonces Obispo-Prior D. Emeterio Echeverría quiso dejar constancia de los sacerdotes
y seminaristas asesinados de nuestra diócesis, y perpetuar su nombre, mandando
realizar una lápida que recogiera todos estos nombres, para ser colocada en el
antiguo seminario de la calle Alarcos.
El acto de
descubrir la lápida con los nombres de todos los sacerdotes y seminaristas mártires
de la diócesis, se realizó el 4 de octubre de 1946, ante las principales autoridades
religiosas de la diócesis y civiles de la provincia y de la ciudad. La lápida
recoge el nombre de un total de 95 sacerdotes y 7 seminaristas, recogiéndose en
una lápida aparte el nombre del Obispo-Prior y su capellán asesinado. Al dejar
sus funciones de seminario el edificio de la calle Alarcos, y al abrirse el
actual de la Carretera de Porzuna, las lápidas fueron trasladadas al nuevo
edificio, y colocadas en la entrada del primer piso.
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