Terminada la
obra del nuevo Seminario Diocesano en 1964, se quiso dejar constancia con una
placa labrada, la labor de los dos Obispos priores que participaron en la
construcción de este edificio, recogiendo en la misma parte de lo dicho por D.
Emeterio Echeverria en su lecho de muerte en diciembre de 1954, y lo
manifestado por D. Juan Hervás en su alocución de entrada a la Diócesis en mayo
de 1955. La lápida situada en la entrada del primer piso dice lo siguiente:
“NO DESISTO DE LA OBRA DEL NUEVO SEMINARIO. EL SEÑOR ME LLEVA PORQUE TAL VEZ LA EMPRESA ERA UNA CARGA DEMASIADO PESADA PARA MIS HOMBROS, PERO AHORA EMPIEZO LO MEJOR DE MI OBRA. DESDE EL CIELO TRABAJARA POR LLEVAR ADELANTE EL PROYECTO DEL NUEVO SEMINARIO. ESPERO PODER HACER MAS QUE HASTA AHORA.
EXCMO. RVDMO.
DON EMETERIO ECHEVARRIA BARRENA EN SU LECHO DE MUERTE DICIEMBRE DE 1954
LA DIVINA PROVIDENCIA. AMADOS HIJOS. TIENE SUS MISTERIOSOS DESIGNIOS, Y AQUÍ TENEIS. AUNQUE INDIGNO, AL OBISPO QUE ESCOGIO DON EMETERIO DESDE EL CIELO PARA QUE SEA EL EJECUTOR DE SU TESTAMENTO. CON EL FAVOR DE DIOS Y DE VUESTRA AYUDA, SERA ESTE EL TERCER SEMINARIO QUE CONTRIBUYAMOS A LEVANTAR. NO NOS PESA LA DULCE Y ABRUMADORA CARGA NI NOS PREOCUPA CONSUMIR EN ELLA TODAS NUESTRAS FUERZAS. ES UN GRAN CONSUELO CONTRIBUIR A ROBUSTECER EL CORAZÓN DE LA IGLESIA. ¡Y ESTO SON LOS SEMINARIOS!
EXCMO. RVDMO. DON
JUAN HERVAS BENET EN LA ALOCUCION DE ENTRADA EN LA DIOCESIS 15 DE MAYO 1955.
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