Tras hora y media, la imagen ha vuelto a la catedral al filo de las 23 horas, un momento marcado por los fuegos artificiales
La procesión
también ha sido simbólica, al ser la última antes de la fusión de las dos
hermandades que trabajan por cuidar y preservar el amor hacia la patrona, como
son la Hermandad de la Virgen del Prado y la Corte de Honor
Miles de ciudarrealeños han vuelto a mostrar el gran fervor y devoción que tienen a su patrona, la Virgen del Prado. En el día grande de la fiesta mariana, coincidiendo con la festividad de la Asunción de María, la catedral se ha convertido en el punto de encuentro de decenas de vecinos que, además del recogimiento, han querido cumplir con la tradición de alumbrar a la ‘morena del Prado’ en su primer recorrido procesional (el segundo será el 22, día de la Octava).
Antes de la caída
de la tarde, como cada 15 de agosto, y con un intenso calor la ciudad ha
rendido homenaje a la venerada imagen que desde el día 9 está más cerca de sus
feligreses, primero al pie del altar y desde el hace tres días dispuesta en su
carroza, con el Niño en brazos.
La salida del pueblo para iluminar el recorrido ha comenzado a las 20 horas, detrás del que han desfilado los miembros de la Corte de Honor de la Virgen, y los de la Hermandad de la Virgen del Prado -hombres y mujeres, éstas vestidas de negro-, en orden de antigüedad (los más jóvenes, antes). En conjunto, decenas de ciudarrealeños que ponen de manifiesto la conexión que tienen con la Virgen del Prado y con su mensaje “que todos intentamos llevar a cabo en nuestro día a día”, ha señalado el presidente de la Hermandad, Jesús González Adánez, minutos antes de la salida de la patrona.
También han
formado parte de la comitiva la Asociación Cultural Dulcineas y Damas
Manchegas, el Pandorgo de hogaño Jesús Heredia, la Dulcinea Gema Soto, una
representación de la Policía Local, el cuerpo de acólitos y, detrás del paso de
la virgen, las autoridades civiles y militares.
En concreto, han
asistido los miembros de la Corporación municipal, encabezada por el alcalde
Francisco Cañizares, con el pendón de la ciudad, llevado este año por el
concejal de Deportes y Juventud, Pau Beltrán, y con la figura de los maceros
recuperada, que son los que portan la maza municipal y el escudo de la capital.
Los cuerpos
militares y de seguridad han contado con la máxima representación: el teniente
coronel de la Guardia Civil, Juan Antonio Valle; el comisario jefe, Alberto
Camacho, y el subdelegado de Defensa, Juan Manuel del Hierro.
En la presidencia
religiosa ha estado el obispo prior Gerardo Melgar, junto al cabildo
catedralicio y el clero de la ciudad.
Imagen imponente
La imagen mariana
ha lucido imponente, engalanada con el manto de los dragones, obsequiado por
los Condes de la Cañada en 1923 -se cumple el centenario-, además de la medalla
de la ciudad y otra que el obispo Juan Hervás le regaló. También ha portado en
el pecho dos madreperlas (nácar) antiguas y un emblema con el anagrama de
María, mientras que el Niño ha exhibido una cruz de esmeraldas y rubíes.
El conjunto religioso
ha procesionado sobre un exorno floral compuesto de lisianthus, fresias,
anturios y nardos, de colores claros, enmarcados con ornamentos verdes de cica
y helecho.
La carroza de la
Virgen con sus faroles encendidos ha permanecido en el atrio de la catedral más
de una hora, precedida por cuatro ciriales encendidos, hasta que ha rebasado el
paso desde el templo al Paseo del Prado sobre las 21,20 horas al son del himno
nacional, interpretado por la banda de música municipal.
Paseo engalanado
La patrona echado
a andar cuando ya estaban regresando los primeros devotos a la catedral, y en
el recorrido inicial y final ha pasado por un Paseo del Prado decorado con
banderines y elementos alusivos al culto mariano, instalados hace unos días por
los miembros del Grupo Joven de la Hermandad de la Virgen del Prado, un
colectivo de reciente creación que ha querido poner su grano de arena en la
preparación de la fiesta mayor de la capital, en honor a su patrona.
El itinerario que
ha continuado a la salida procesional ha seguido por Azucena, Estación Vía
Crucis, Toledo, Calatrava, Paloma, Cuchillería, Plaza Mayor -donde ha cantado
la Coral Polifónica de Ciudad Real-, Mercado Viejo, Prado y catedral, donde al
filo de las 23 horas se han quemado fuegos artificiales para anunciar la
entrada de la Virgen.
Una vez dentro del
templo los fieles y se ha cantado la Salve en un emotivo acto que ha cerrado la
solemne jornada.
Previamente, a las
19 horas los directivos de la hermandad de la Virgen han procedido a la recepción
e imposición de medallas a los nuevos hermanos -unos 120-, y a las 19,30 horas
han impuesto un distintivo de oro a los cinco miembros que llevan 50 años como
hermanos, y de plata a los 80 que cumplen su veinticinco aniversario.
Igualmente, como ya
es tradición la solista y soprano Patricia Gozalo ha cantado el “Ave María” de
William Gómez desde el coro de la catedral antes de la cita en la calle.
Último año antes
de la fusión
La procesión
también ha sido simbólica para los hermanos y dirigentes religiosos, al ser la
última antes de la fusión de las dos corporaciones que trabajan por cuidar y
preservar el amor hacia la patrona, como son la Hermandad de la Virgen del
Prado y la Corte de Honor.
Este año han
procesionado separados, a la espera de inaugurar un nuevo tiempo juntos en una
nueva entidad que contará con cerca de 3.000 hermanos -más de 1.400 de la
hermandad y más de 1.200 de la Corte- y bajo un mismo estandarte.
Con el proceso
iniciado, los máximos portavoces de ambas corporaciones, Jesús González Adánez
y Celia Casado, respectivamente, han comentado la idoneidad de la unión en
tiempos de “de igualdad de derechos y deberes”.
Están pendientes,
según González Adánez, de acabar con “la burocracia”, para obtener el refrendo
del Obispado, mientras que Casado ha destacado el cercano final de un proceso
“largo y tedioso”. Los estatutos “están prácticamente terminados” y “se irán
puliendo” conforme a las necesidades que surjan, ha señalado.
CIUDAD REAL BAJO LA LUZ DE LA PATRONA
Multitud de fieles
acompañan a la Virgen del Prado en la procesión de este 15 de agosto con motivo
de su festividad. Ha sido la última con sus dos hermandades separadas. La
Virgen ha echado a andar en la procesión a las 21,20 horas
La Virgen del
Prado, patrona de Ciudad Real, ha lucido hoy en su procesión por las calles de
la ciudad con motivo de la celebración de su festividad. Multitud de fieles han
aguardado pacientemente y con expectación su salida en procesión. Primero, a
las 20.00 horas, hasta que ha quedado situada bajo el pórtico de la entrada de
la Catedral, lo que han aprovechado muchos para hacerse fotografías con la
Virgen, y después mientras quienes deseaban alumbrar a la Virgen y los hermanos
se han ido distribuyendo por tramos en razón de su antigüedad.
La devoción por la
Virgen ha hecho que los jardines del Prado hayan estado abarrotados a pesar del
calor. También en la Catedral durante la tarde de hoy se han congregado muchos
fieles y hermanos y allí se ha cantado el himno de la patrona, la reina de
Ciudad Real.
Con la luz de los
cirios blancos durante toda la procesión, los fieles han marcado un camino de
devoción que conducía hacia la patrona, objeto de todas las miradas, de todos
los rezos y súplicas, de todo el cariño y el fervor de la ciudad.
Así, si desde la
pasada víspera de San Lorenzo, los vecinos han podido ver a la Virgen más cerca
que nunca, en un pedestal a la altura de los fieles, hoy la han podido ver en
su discurrir por las calles, con su esplendoroso manto, el de Condes de la
Cañada, el mismo que lució el año pasado y con el que en esta ocasión se hace
un guiño, ya que se cumplen cien años desde que lo estrenó. También con un
bello exorno floral compuesto a base de lizantiums, nardos y fresias. Asimismo,
la Virgen portaba la medalla de la ciudad, otra que le regaló en su día el
obispo Juan Hervás y madreperlas con el anagrama de María, mientras que el Niño
portaba una cruz de esmeraldas y rubíes.
La Virgen ha
echado a andar en la procesión a las 21.20 horas, bajo los acordes del himno de
España entonados por la Banda de Música de Ciudad Real. Presidida por el obispo
de Ciudad Real, Gerardo Melgar, no han faltado buena parte de los miembros de
la Corporación, liderada por el alcalde, Francisco Cañizares, para quien ha
sido su primera procesión en el día de la patrona como mandatario municipal.
También acompañaban a la comitiva los responsables de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad en Ciudad Real, además de agentes de Policía Nacional y no han
faltado en la procesión el Pandorgo y la Dulcinea. Se ha recuperado además la
figura de los maceros encabezando la comitiva municipal.
La antesala de una
nueva etapa
La de hoy, 15 de
agosto, ha sido una procesión especial, la última antes de la unión de las dos
hermandades que están bajo el manto de la patrona: la Hermandad de la Virgen
del Prado y la Corte de Honor. Dos símbolos de una misma fe, dos entidades
hermanas que aglutinan la devoción de todo la ciudad a la patrona.
De hecho, con su unión, se convertirá en la hermandad que más miembros agrupa, unos 2.700, signo del amor de Ciudad Real hacia la Virgen de Prado, a cuya protección se encomiendan.
Así pues, en esta
ocasión no ha habido cambios en relación a la distribución en la procesión:
primero, los fieles, seguidos de la Corte de Horno y después de los miembros de
la hermandad, tal y como recordaba a este diario su presidente, Jesús González.
Además, expuso lo "especial" que supone esta celebración. "Cada
año el poder vivir la procesión nuevamente es una alegría, una ilusión y el
poder decirle a ella que la queremos, que la amamos y que queremos estar en pos
de ella para conocer cada vez al Señor y hacer nuestra misión como
cristianos", afirmó.
La procesión ha finalizado con una gran traca en torno a las once de la noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario