Ayer vísperas de
San Lorenzo, y según marca la tradición, la imagen de Nuestra Señora del Prado,
Patrona de Ciudad Real, fue bajada desde su camarín al altar mayor. A lo largo
de los siglos, la imagen de la Virgen no solo bajada de su camarín en las vísperas
de San Lorenzo, sino que bajada con motivo de rogativas, acciones de gracia y
para festejar cualquier acto importante que ocurría en nuestro país, siendo
colocada a la veneración de los fieles, ya que no siempre era después procesionada,
sino solo venerada por los hijos de Ciudad Real.
Recobrando esta
vieja costumbre ciudarrealeña de veneración, interrumpida a partir de gran
parte del siglo XX, la Ilustre Hermandad propuso al Cabildo Catedral la
veneración de la imagen de la Virgen durante los días 9, 10, 11 y 12 de agosto,
siendo subida a su paso de salida el sábado día 12, tras el cierre de la
Catedral, después de los cultos en honor de la Virgen de ese día.
Aceptada esta
propuesta por el Cabildo catedralicio, la imagen de la Virgen es presentada al
pueblo de Ciudad Real, en un altar efímero junto al altar mayor. El horario de
visita de la Virgen durante estos días es de 8:30 a 13:00 y de 19:00 a 24
horas.
La Hermandad de la
Virgen del Prado agradece a las hermandades del Prendimiento, Cristo de Medinaceli,
Flagelación, Nazareno y Cristo del Espíritu Santo de Malagón, su disponibilidad para prestar los enseres que
les han sido solicitados para montar el altar efímero de la Virgen del Prado; y
lamenta que la Hermandad de la Santa Cena y de Nuestra Señora de los Dolores “Ave
María”, no hayan prestado para dicho altar, los enseres que les fueron
solicitados en su día.
También agradece a la concejala de Festejos, Dª. Fátima de la Flor, su colaboración con la
Hermandad en todo lo solicitado hasta ahora, y que fuera un centro de flores ofrecido
por nuestro Ayuntamiento, el primero que se depositó a los pies de nuestra
querida Patrona.
Durante los cuatro
días que permanecerá la imagen de la Virgen en veneración, vestirá el manto que
en 1968 regaló doña Elisa Cendrero, con motivo de la Coronación Pontificia de
la imagen, el año anterior en 1967. También la imagen de la Virgen y del Niño
Jesús, lucen la corona de su coronación pontificia, celebrada el 28 de mayo de
1967, obra del orfebre José Puigdollers, autor también del rostrillo de la Virgen.
Esta lleva prendido en su manto la medalla de oro de la ciudad, realizada
mediante suscripción popular e impuesta en 1943; y una medalla de oro donada
por el Obispo-Prior, D. Juan Hervás y Benet, que le fue entregada en el
Concilio Vaticano II con motivo de la proclamación de la Virgen María como
Madre de la Iglesia. La Hermandad le costeó un artístico marco de plata cincelada,
siendo ofrecida a la Virgen el 15 de agosto de 1965 por el señor obispo en
la Plaza Mayor.
La imagen del Niño
Jesús lleva prendida al cuello la medalla de oro de la Provincia de Ciudad
Real, que perteneció al Obispo Hervás y que regaló a la Virgen tras su muerte
en 1982. La bola del mundo que porta el niño en la mano, fue realizada por el
mismo platero que las coronas en 1969, en plata sobredorada y adornada con
amatistas regalada por el hermano de la Virgen del Prado Ricardo Rivera.
Los zapatitos del
Niño Jesús son del siglo XVIII y fueron labrados por el platero de Ciudad Real
Juan Rivera, que dejó grabados en ellos el lugar y fecha de realización junto con
su nombre y apellido en las siguientes inscripciones: “Cd. EI. Año de 1730” y
“Juan Rivera”, son de plata. En las suelas van cinceladas las armas de las
casas Muñoz-Bera, porque el donante fue Álvaro Muñoz de Torres Gutiérrez de
Montalvo y Muñoz, Caballero de la Orden Militar de Calatrava. Con motivo de la
coronación pontificia, fueron dorados y enriquecidos por el joyero Puigdollers
a expensas de Ricardo Rivera Muela, de cuyo nombre y apellido dejó constancia
en los tacones de los mismos con la fecha 28-V-1967.
A los pies de la
Virgen se encuentra una media luna en plata sobredorada, regalada en 1967 por
el platero local Benjamín L. Fernández Malagón, quien también regalaría en 1954
las ráfagas de plata que luce la imagen.
Por último,
comentar que en la en la parte trasera, la Virgen lleva en su manto un águila
bicéfala labrada por el platero Puigdollers en 1967. Esta águila es una
reconstrucción de la desaparecida en 1936. Donada por la familia Alonso
Rodríguez, es de plata sobredorada en oro fino con las cruces de las órdenes
militares españolas en esmalte tipo “Limoges”, con corona sobredorada en oro
fino, incorporando en los ojos de las águilas chatones de oro con esmeralda
fina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario