El Obispado de Ciudad Real asegura que
quiere solventar “lo más rápido y lo mejor posible”, el nuevo periodo de vacío
de gobierno abierto abruptamente esta semana en la Asociación de Cofradías de
Semana Santa de Ciudad Real (a la que pertenecen 24 hermandades y varios miles
de personas), tras los ceses, con escándalo de por medio, del presidente
Sandalio León, que no llevaba ni un año en el cargo, y una de las vocales de la
junta directiva, citados a juicio por malos tratos la próxima semana, además de
la dimisión voluntaria del vicepresidente, Carlos Lillo.
En estos momentos es el vicario y
responsable de la curia Miguel Esparza “un gran conocedor de las hermandades”,
según el Obispado, el que tiene la orden del obispo Antonio Algora de buscar un
comisario que constituya la gestora
provisional que tome la riendas de esta asociación de fieles hasta, se supone,
se convoquen unas nuevas elecciones. Un proceso que por rápido que se quiera
llevar no tomará cuerpo al menos hasta el mes de septiembre, y en el algunos
hermanos consultados por Lanza creen que
se deberían convocar las nuevas
elecciones en la asociación.
Pero el ‘caso León’ también parece haber
tocado al consiliario Esparza. Javier González Ontiveros, hermano mayor de las
Angustias y uno de los pocos que han querido opinar abiertamente sobre lo
sucedido esta semana, cree que el obispo debería cesar del cargo de consiliario
de la Semana Santa a Esparza: “Con todos
mis respetos monseñor Algora debería optar por un consiliario más joven. Creo
que se la ido de las manos esta situación”, dice Ontiveros, que cree que
Esparza ha apoyado a León más allá de lo razonable (no oculta que él de los
críticos, como responsable de las hermandades con el ya expresidente).
A juicio de este hermano mayor, con doce
años al frente de las Angustias, el Obispado ha reaccionado tarde, “no entro en
cuestiones personales pero en cuanto se conocieron los hechos tan graves se
debería haber cesado de manera fulminante a los protagonistas”, añade.
Ontiveros dice que también ha echado en
falta en el comunicado de dimisión del ya expresidente de las cofradías una
petición pública de disculpas. “Nadie ha salido pidiendo perdón por unos hechos
tan graves. El presidente de la Asociación de Cofradías de Semana Santa es una
persona pública, igual que los miembros de su directiva, que pidan perdón por
el daño que han hecho a todas las cofradías”, opina.
Ontiveros espera que el Obispado consiga
“calmar las aguas, nunca tan revueltas como en este último año, con denuncias
de por medio.
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