Hoy se celebra en nuestra ciudad la
llamada “Caravana Blanca”. Es uno de los actos más entrañables en los
prolegómenos de la feria y fiestas en honor a la Virgen del Prado en Ciudad
Real y en la que participan numerosos enfermos de toda la provincia y,
especialmente, los del Hospital General y de las diversas Residencias de
Ancianos de la capital.
La “Caravana Blanca” fue una iniciativa
del entonces capellán del Hospital Provincial de Nuestra Señora del Carmen, el
sacerdote D. José Ballesteros Estero, quien en 1963 junto a un grupo de
enfermos del Hospital Provincial, se desplazó a la Catedral para hacer una
ofrenda a la Virgen del Prado. Al año siguiente tuvo la feliz idea de realizar
una concentración de los enfermos y ancianos de toda la ciudad ante el paso de
la Virgen del Prado y realizar una ofrenda floral. El propio D. José nos cuenta
en el diario lanza el sábado 5 de agosto del referido año de 1964, porque esta
concentración de enfermos y ancianos llevaría el nombre de “Caravana Blanca”
dice D. José: “porque lo blanco es tan familiar para los enfermos. Blanca es la
escayola que protege sus miembros afectados; blancos son los algodones y las
gasas que cubren sus heridas abiertas; blancas son las sabanas de sus lechos
del dolor; blancas las tocas y cofias de monjitas y enfermeras que les cuidan;
blancas las batas de doctores y practicantes que les curan; como blancos son
sus rostros demacrados y sus manos alargadas por la enfermedad”.
Una
imagen de la Caravana Blanca de 1965, primeros años de su celebración
El jueves 13 de agosto de 1964 se
realizó la primera “Caravana Blanca” que partió a las siete de la tarde desde
el Hospital Provincial, y de cada uno de los sanatorios que entonces había en
nuestra capital, para concentrase todos en el Asilo de Ancianos de la calle
Calatrava, desde donde marcharon todos hacia la Catedral.
La comitiva en la que participaron aquel
primer año más de cuarenta vehículos, fue abierta por una pareja de la Guardia
Civil de Tráfico y un coche descubierto de la 204 Comandancia de la Guardia
Civil de nuestra ciudad, en el que figuraba una pancarta y enfermos con flores.
En esta comitiva participó la “Tuna” de estudiantes que con sus canticos alegro
la “Caravana Blanca”. El itinerario de esta primera Caravana Blanca fue por las
calles Calatrava, Feria, Plaza del Generalísimo, General Aguilera, Pilar,
Avenida del Imperio, Reyes y Prado.
En los primeros años de la “Caravana
Blanca” no se oficiaba la Santa Misa, solo se exponía el Santísimo. El acto
comenzaba en primer lugar con unas palabras de salutación a la Virgen por D.
José Ballesteros, en nombre de todos los enfermos, a continuación le respondía
la autoridad religiosa que presidia el acto con una alocución, y una vez terminada
esta antes que los representantes de los enfermos del hospital, sanatorios y
asilo de la ciudad depositaban ramos de flores delante del paso de la Virgen
del Prado, el delegado provincial de Mutilados Civiles leía una oración-ofrenda
a la Virgen. Concluida la ofrenda se daba la bendición con el Santísimo, se
cantaba la Salve a la Virgen y se concluía cantando el Himno de la Virgen del
Prado.
El
Rvdo. Sr. D. José Ballesteros Estero, Capellán del Hospital Provincial y
fundador de la “Caravana Blanca” (Archivo López de la Franca)
El regreso de los enfermos y ancianos a
los diferentes centros de la ciudad se realizaba desde la calle de los Reyes,
Avenida del Imperio (actual Alfonso X el Sabio), Avenida de los Mártires
(actual calle Alarcos), Avenida del Rey Santo, Pilar, Ramón y Cajal, General
Rey, Mata y a la ronda.
A partir de esta primera “Caravana
Blanca” esta celebración fue ganando en popularidad, incorporándose en la
comitiva en el año 1967, año de la Coronación de la Virgen del Prado, una
pequeña imagen de nuestra Patrona, sobre el techo de un vehículo como sigue en
la actualidad, imagen que se encuentra
en la Residencia de Ancianos de la calle Calatrava.
En la “Caravana Blanca” del año 1971 se
sustituyó el esquema que se había seguido hasta 1970, suprimiendo la exposición
del Santísimo y la forma de hacer la ofrenda a la Virgen, ya que a partir de
este año se incorporó la celebración de la Santa Misa, realizándose la ofrenda
durante la misma.
Bendición
del Santo Padre a la “Caravana Blanca” a través de la Nunciatura Apostólica en
1993 (Archivo López de la Franca)
Esta celebración del llamado mundo del
dolor ante la Virgen del Prado, fue ganando año tras año en número de
participantes y colaboradores como la Cruz Roja, Protección Civil, Hospitalidad
de Lourdes y la presencia de la Corporación Municipal, de las Dulcineas y sus
Damas de Honor y el Pandorgo. Se realizaron estampas y medallas con la imagen
de la Virgen del Prado, se repartían claveles a los enfermos y ancianos, y
todos los años D. José Ballesteros recibía la bendición del Santo Padre para
todos los participantes, resultando insuficiente los bancos del templo
catedralicio para albergar a todas las personas que se desplazan a la Catedral
para participar en este acto.
La “Caravana Blanca” fue rápidamente imitada en muchos pueblos de nuestra Diócesis, instituyéndose la misma en torno a su patrón-patrona, e incluso a saltado fuera de nuestra provincia donde se ha instituido por un sacerdote ciudadrealeño, Rvdo. Sr. D. Ángel Puentes Arenal, en Huévar (Sevilla).
La “Caravana Blanca” fue rápidamente imitada en muchos pueblos de nuestra Diócesis, instituyéndose la misma en torno a su patrón-patrona, e incluso a saltado fuera de nuestra provincia donde se ha instituido por un sacerdote ciudadrealeño, Rvdo. Sr. D. Ángel Puentes Arenal, en Huévar (Sevilla).
Por último decir que con música del “Ave”
de Lourdes se compuso un himno a la “Caravana Blanca” en los años ochenta del
pasado siglo XX.
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