El 23 de noviembre de 1221, nacía en Toledo Alfonso X de Castilla, fundador de Ciudad Real. Para conmemorar los setecientos años de su nacimiento, el ayuntamiento capitalino programó y celebró varios actos el 23 de noviembre de 1921.
Estos comenzaron por la mañana, con una Función Votiva en la Santa Iglesia Prioral, a la que asistieron las autoridades y los niños de los colegios de la ciudad. En ella el magistral de la catedral, Dr. Mugueta, pronunció una sentida y elocuente plática, oficiándose después un pontifical a cargo del Obispo-Prior D. Francisco Javier Irastorza y Loainaz. A la salida del pontifical, el ayuntamiento entregó a los niños de las escuelas, un folleto que realzaba la figura de Alfonso X el Sabio.
A las seis de la tarde, el salón de actos de ayuntamiento, acogió una velada literaria. El acto comenzó por parte del alcalde, D. Alfredo Ballester López, con la lectura de la Carta Puebla de Villa Real, y varios telegramas de adhesión al acto, entre ellos el del Duque de Ciudad Real.
A continuación, los poetas don Miguel
Sánchez Mingallón, don Alfonso Pedrero y don Joaquín Aguilera, dieron lectura a
sus composiciones poéticas. Después tomó la palabra don José Balcázar,
catedrático del instituto de Ciudad Real, realzando la figura de Alfonso X el
Sabio, analizando las cantigas de Santa María. Durante su discurso pidió la
reconstrucción de la Puerta de Toledo, que se le solicitara al historiador Sr.
Ramírez de Arellano, el sello de cera que daba autenticidad a la Carta Puebla
que se llevó del archivo municipal, y por último solicitó realizar un monumento
al Rey Sabio en la Plaza Mayor.
Acto seguido el cronista de Ciudad Real, don Antonio Blázquez, académico de historia, habló de los tiempos primitivos de España y los prehistóricos de Ciudad Real. Dio un extenso relato de la obra magna de Alfonso X, al fundar Villa Real haciendo un breve resumen del Rey Sabio.
Seguidamente habló el Obispo-Prior, don Javier Irastorza, que hizo grandes elogios al Rey Sabio, alabó la obra de la junta del centenario, y pidió unión para que Ciudad real mejorara moral y materialmente.
Terminada la fiesta literaria, el alcalde, a los acordes de la Marcha Real, descorrió la cortina que cubría la lápida conmemorativa, que se colocó en el salón de sesiones y que decía lo siguiente: “A LA MEMORIA DEL GLORIOSO FUNDADOR DE ESTE PUEBLO ALFONSO X EL SABIO EN EL VII CENTENARIO DE SU NACIMIENTO”.
A las nueve de la noche se celebró un
banquete para agasajar a don Antonio Blázquez, terminando la jornada con un
champán en el Casino de Ciudad Real.
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