No hay mal ni bien, que cien años dure, dice un refrán, pero sí un cuarto de siglo pasando las negras y moradas en un caserón en ruinas, etc. etc. De sobra sabemos que muchas veces no vale la buena voluntad para hacer las cosas, máxime cuando éstas son de vital importancia y que se trunca en el mejor de los casos, si no se une a ella el dinero necesario para realizar cuanto se tiene en proyecto. También pienso que es necesaria esa voluntad para ver la forma de arbitrar los medios, léase dinero, aunque esto resulte m u y molesto y difícil.
Pero bueno, lo principal es que ese dinero
llegó y gracias a Dios, el nuevo Matadero, está en marcha. Como todas las cosas
nuevas, su proyecto fue estudiado con detenimiento, pensando en una obra que
sirva en plazo largo de años para el fin que se le destina, nada más y nada
menos que a la higiene e inspección de un alimento tan importante en la
nutrición humana como es la carne, o mejor dicho, la fábrica en donde se hace
la carne.
Tendrá naves espaciosas y bien instaladas en todos sus servicios, corrales de espera de ganado suficientes para todas las especies, mondonguería con agua abundante, fría y caliente para escaldado de despojos, servicios para destrucción de decomisos con el consiguiente aprovechamiento de subproductos tales como grasas gelatinas, cenizas, etcétera. Carril aéreo para el transporte de canales dentro del Matadero, nave para el sacrificio e inspección de aves, desuello e insuflado mecánico, servicio de duchas y salas de contratación para carniceros y ganaderos, todo ello dentro del espacio más apropiado y siempre en cadena, de forma que ningún servicio interrumpa a otro y de manera que el ganado realice movimientos hacia adelante, desde el corral de espera, nave de sacrificio y nave de oreo. De momento faltará una cosa que con pesar no la tendrá, y es nada menos que el frigorífico. La nueva instalación en la Ronda del Carmen de los mismos, hace que el Matadero no la posea. Me parece, aunque ello resultase a primera vista algo difícil, que debiera dejarse el local preparado dentro del mismo Matadero y cuando fuese posible, y es siempre aconsejable, dichas instalaciones se trasladasen con lo cual ganaría el mismo edificio v sobre todo la higiene de la carne, que al final de cuentas es lo que interesa. Téngase esto m uy presente, pues representa mucho en un M atadero nuevo y de la capacidad de sacrificio como es el de Ciudad Real.
Esto es un esquema de lo que será la nueva instalación de la cual tenemos muchas ganas de ver cómo se coloca la última teja.
Sixto León. Boletín de Información
Municipal. N.º 9, 5/1963.
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