Fotografía de San Antonio María de Claret
en 1860, seis años antes de su visita a Ciudad Real, realizada por J. Laurent,
fotógrafo de la familia real.
Hoy 24 de octubre se celebra la
festividad de San Antonio María Claret, Arzobispo de Cuba, fundador de la Congregación de los
Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María. A lo largo de su vida fue
entre otras cosas confesor personal de la Reina Isabel II y por
este motivo viajo con la familia Real Española por la geografía nacional, en
los viajes oficiales que realizaba esta.
En uno de estos viajes oficiales
de la familia real, el que realizo del 9 al 16 de diciembre de 1866 con destino
a Badajoz y Mérida, la Reina Isabel
II, toda su familia y San Antonio María Claret visitaron oficialmente Ciudad
Real y oraron ante la Virgen
del Prado. El claretiano Federico Gutiérrez Serrano, en su obra “San Antonio Mª
Claret en Extremadura” (paginas 254-257. Editorial Alpuerto, S.A. 1994) relata así su estancia en Ciudad Real el 9 de diciembre de 1866 y que a
continuación reproduzco:
S. M. la Reina
Isabel II vistiendo el hábito de Gran Maestre de las Órdenes
Militares Españolas.
EN CIUDAD REAL
A las cuatro y media de la tarde
llegaron a Ciudad Real. Se dirigieron al templo de Nuestra Señora del Prado,
patrona de Ciudad Real. Después del solemne Te Deum se cantó la Salve y la Reina y la familia real
subieron al Camarín de la
Virgen.
“Serían las dos de la tarde del día indicado (9 dic.) cuando los
Hermanos de esta Cofradía como si obedecieran a un solo impulso, marchaban
presurosos a la casa del Prioste para incorporarse a los demás e ir después a la Iglesia de nuestra excelsa
Patrona a tomar parte y a presenciar uno de los sucesos más memorables que
puedan referirse en la crónica de este pueblo desde su fundación hasta el día…
Vista de Ciudad Real en el siglo XIX
cuando la visito San Antonio María de Claret y la Familia Real.
La comitiva en la forma dicha llega al templo y se coloca cerca del
altar mayor al lado del Evangelio que se le tenía designado de antemano y allí
permanece hasta que el ruido de la muchedumbre, el clamoreo de las campanas, el
estruendo de los fuegos voladores y la Marcha
Real que tocaban las bandas de música situadas fuera de la
iglesia y que secundaba la que había preparada en el coro, anunciaron que la
regia comitiva había llegado, y así era en efecto. El clero parroquial de la
capital en unión del de toda la provincia que había venido a saludar a sus
reyes los acompañaban con la cruz parroquial a la cabeza, llevando bajo el
palio a S.M. la Reina
hasta llegar a las gradas del presbiterio subiendo ésta con toda la real familia a colocarse bajo el dosel que
al efecto se había levantado al lado del Evangelio. Acto seguido el coro entona
un solemne Tedeum a toda orquesta en acción de gracias al Todopoderoso por
haberse dignado conceder al pueblo de Ciudad Real la honra de que SS.MM: y AA.
Vinieran a visitar a nuestra excelsa patrona. Concluido éste dio el preste a
besar a la real familia el SSmo. Sacramento (sic) concluyendo el acto con dar
la bendición episcopal el excelentísimo señor arzobispo de Trajanópolis
confesor de S.M. a la muchedumbre que llenaba el templo. S.M. y la real familia
fueron invitadas a subir al Camarín de la Virgen y accediendo gustosa a ello lo anunció así
el señor cura párroco a la
Hermandad y ésta seguidamente se colocó en la escalera que
conduce al Camarín con hachas encendidas. S.M. y la real familia Sr. Arzobispo
ya citado, de todo el clero y su corte, penetró en el Camarín y después de
adorar por largo rato a nuestra amantísima Patrona con gran devoción se
preparaban para marchar cuando el citado Sr. Cura párroco presentó a S.M. la Reina un ejemplar
lujosamente encuadernado de la historia de la Virgen publicada en el año de 1648 y el Sr.
Gobernador Civil de la provincia don Agustín Salido lo hizo a la vez a S. A. R.
el Príncipe de Asturias de un compendio de dicha historia en versos escritos
por el citado Sr. Salido, cuyas ofrendas fueron acogidas por SS.MM. y AA. con
marcadas muestras de satisfacción…”[1]
Primitiva estación de ferrocarril de
Ciudad Real, donde llego la Reina Isabel
II acompañada de su familia y San Antonio María Claret. La fotografía es de J. Laurent del año 1867.
Dejando a un lado los notorios
despistes del secretario de la
Hermandad en la redacción del Acta anterior, y agradeciéndole
las dos alusiones a Claret arzobispo de Trajanópolis, debemos completar su
información con la del cronista que dice textualmente: “A la salida del Camarín se verificó un acto que merece detallada
mención. La Reina
aceptó el diploma de Hermana Mayor a perpetuidad para sí y sus sucesores, de la Cofradía de la Virgen colocando su augusto
nombre y el del Rey, el Príncipe e Infantas al frente de una devota asociación
de Siervos de María…”.
“El generoso pueblo manchego que cifra su gloria, el recuerdo de sus
padres, la esperanza para sí, la ventura para los hijos, en la Santísima Virgen
del Prado vé conmovido a la Real Familia
arrodillada a los pies de la Excelsa Patrona …,
entrega a la Reina
el cetro de Hermana Mayor de la santa confraternidad y en él simbolizadas sus
más sublimes aspiraciones, sus más dulces esperanzas.
Tal y como se encontraba el retablo de la Catedral en el siglo XIX.
La fotografía es del año 1862.
Ya entrada la noche llegaron los
Reyes al alojamiento que se les había preparado en el Instituto. Destacaban las
iluminaciones del Gobierno y de la Casa
General Conde de la Cañada. Recepciones :
pasaron quizá de doscientas las comisiones de niños y niñas en representación
de los pueblos de la provincia. Y a las nueva, la comida regia.
Concluidos los actos oficiales
¿dónde fue a hospedarse el arzobispo Claret? Probablemente a casa del Párroco.
¿Pudo ejercitar su celo incontenible a Ciudad Real? Difícilmente. La Reina reanudó el viaje muy
de mañana. A las siete del lunes día 10 de diciembre, partía para Badajoz el
tren real. ¿Dónde celebró Claret la Santa Misa , en la iglesia ante la Virgen del Prado, o en
algún convento de monjas?.
Fotografía de la Virgen del Prado publicada
por J. Poujade el 9 de Diciembre de 1866, dia que visito Ciudad Real la Reina Isabel II y San Antonio
María Claret.
[1] Archivo de la Ilustre Hermandad de la Santísima Virgen del
Prado, Libro I de Actas y Cuentas, fol. 331.- Cf. C. L. P., San Antonio MaríaClaret y Ciudad Real en el diario Lanza 20 de octubre, pág. 10.
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