Ayer publique el plano de la obra “Plano
y Guía del Viajero en Ciudad Real y Almagro” de Emilio Valverde Álvarez editado
en 1885 en Madrid. La guía está ilustrada con una vista de nuestra capital y un
nomenclátor de las calles y plazas de Ciudad Real. La guía dice lo siguiente
sobre nuestra ciudad:
“Introducción.-
Se puede combinar fácilmente un viaje á las dos poblaciones que comprende esta
GUÍA. Las hemos agrupado por ser las del antiguo reino de Toledo, que se
encuentran al S. del mismo. Desde Ciudad Real se va á Almagro con facilidad
tomando la línea de enlace con Andalucía, como más adelante diremos.
Detalles del viaje á Ciudad Real.- Se hace el viaje á Ciudad Real por la línea férrea
directa que parte de Madrid de la estación de las Delicias, en el paseo de este
nombre. Sale el primer tren á las ocho de la mañana, y llega á las cuatro de la
tarde, empleando ocho horas en el viaje. Sus precios son: 19,50 pesetas en
primera clase, 14,70 en segunda y 9,80 en tercera. Para el viaje de vuelta
conviene elegir el tren que sale de Ciudad-Real á las once y media de la mañana
y llega a Madrid a las siete y media de la tarde. En Algodor hay larga parada y
se puede almorzar en el viaje de ida.
Llegada á Ciudad Real.- En la estación hay ómnibus que conducen á la
población y á sus fondas más importantes, que son: la de Casado, en la calle
Cuchillería, la de Lillo, en la de Arcos, la de Mayorga, en la de la Paloa y la
de Molina, en la de Calatrava.”
A continuación dedica cuatro páginas a
realizar un pequeño repaso a la historia de la capital y a su geografía y
topografía, informando que en 1885 Ciudad Real contaba con 18.336 habitantes y
reunía 1.658 viviendas. La descripción que se hace en la guía de nuestra ciudad
y los edificios que destaca para visitar son los siguientes:
“Las
calles de la población son largas, casi rectas, espaciosas, con buen empedrado
y fáciles salidas. A continuación damos el nomenclátor de todas ellas, que se
hallan distribuidas en tres barrios: el de San Pedro, que ocupa la parte SE.,
entre las calles de Postas y de la Libertad y la muralla; el de Santa María,
que abraza la parte O., desde la calle de Espartero acera izquierda hasta la
muralla, y el de Santiago, la restante del E.
Entre
los edificios notables de Ciudad-Real figuran los siguientes:
El
ayuntamiento ó casas consistoriales, de construcción moderna, que está situado
en la Plaza de la Constitución. Tiene bonitas fachadas, sobre todo la
principal, adornada con estatúas y escudos y una grandiosa torre cuadrada con
tres cuerpos, que arranca en la parte media de las cubiertas, terminada por un
elegante chapitel y sobre éste la armadura de hierro que sostiene la campana
del reloj. Interiormente está bien decorado, y sobresalen la escalera y el
salón de sesiones.
De
las tres parroquias que tiene esta capital, la de San Pedro es de mucha
antigüedad. Un atrio, más alto que las calles, rodea el templo, que es de
carácter severo y monumental con sus tres espaciosas naves, anchas ojivas y
columnas cilíndricas, que ciñen chapiteles de rudo follaje, hermosas gradas en
el prebisterio y magnífico retablo de escayola; á los piés de la iglesia se
halla el coro, con sillería muy bien tallada;
á su entrada, y en el centro de la nave principal, el grandioso y
notable altar de Nuestra Señora de la Guía, de estilo churrigueresco, sentada
en silla de plata, y dando espaldas al altar mayor. Exteriormente tiene tres
puertas de entrada, dos góticas y una áraba. Posee también esta parroquia ricos
ornamentos y vasos sagrados y otros altares y esculturas que no carecen de
mérito.
La
parroquia de Santa María del Prado, situada en la plazuela del Prado, núm. 7,
es la primera por su magnificencia. Su templo es de estilo gótico; consta de
una sola nave, tan grande, espaciosa y elevada, que sólo tiene una rival en
España, la de la catedral de Coria. Su arquitectura no está recargada con
follajes y menudencias y es muy sencilla; el retablo del altar mayor, del siglo
XVII, que ocupa todo el testero principal, es de lo mejor y más excelente que
se conserva en el día de los buenos y florecientes tiempos de las artes,
formado por cuatro cuerpos con cuatro órdenes arquitectónicos combinados y
cuatro columnas cada uno, teniendo en el centro la joya principal, la imagen de
la patrona, Nuestra Señora del Prado, colocada en un trono de plata, con
hermoso camarín, que encierra preciosas y ricas alhajas y muy buenos cuadros.
En el resto de esta hermosa obra, atribuida á Giraldo de Merlo, se ven
compartidas más de cincuenta piezas de escultura. Exteriormente tiene también
esta iglesia una bonita puerta, de forma ojival, y de ornato semi-bizantino, y
una elevada torre de construcción moderna.
La
de Santiago el Mayor, plazuela de Santiago, número 4, es la de más antigua de
todas, con iglesia de tres naves y anchas ojivas, una buena torre, excelente
retablo con la imagen de Santiago, poseyendo también efigies de bastante mérito
y preciosos cuadros, entre ellos los muy notables de la Purísima y San
Ildefonso.
Los
exconventos son:
El
de Mercenarios descalzos, situado en el centro de la población, con una
iglesia, sucursal de Santa María, utilizándose su bien conservado edificio para
Instituto de 2.ª enseñanza; el de Franciscos observantes, con la capilla de la
Soledad, y destinado á Hospicio provincial; el de San Juan de Dios, que
conserva su iglesia con buenos cuadros, y ocupado en el día por las escuelas
normales de maestros y maestras, y el de Carmelitas descalzos, extramuros,
destinado á Hospital provincial.
Los
conventos de monjas son tres: El de las Carmelitas, en la plazuela de las
Carmelitas; el de las Dominicas, Alta Gracia, 3, y el de Santa María de Jesús,
plazuela de las Franciscas, 13.
Hay
también en Ciudad-Real los edificios siguientes:
El
cuartel de Caballería, antiguo Hospicio, famoso establecimiento, el mejor que
ha tenido esta capital, y convertido desde la guerra de la Independencia en
cuartel, en el cual se pueden alojar 6.000 hombres; está situado en la plazuela
del Hospicio,1.
El
cuartel de Infantería, en la plazuela del Hospicio, 2, capaz para dos compañías.
La
cárcel, antigua Cárcel de la Hermandad; dos casinos, el de la Amistad, en la
calle Caballeros, 1, y el Popular, en la plazuela del Pilar; un cementerio, próximo
á la puerta de Toledo; el teatro de la Amistad, en la calle de Esparteros; tres
Hospitales; una plaza de toros, situada afueras de la puerta del Carmen; varios
edificios notables de particulares, sobre saliendo entre ellos la casa de Barramengoa,
en la calle de Calatrava, y la de Almagro, en la de Ciruela; 16 escuelas de
niños y niñas, y tres fuentes públicas, además de la monumental de la plaza de
la Constitución.
En
el interior tiene el Paseo del Prado, que ocupa el espacio que se extiende delante
de la parroquia de Santa María, con bonitas calles de árboles y asientos. Fuera
del recinto, además del de la estación, existen otros más ó menos frecuentados,
según sea la época del año.
En
sus derruídas murallas, conserva la Puerta de Toledo, con recuerdos árabes; la
de Ciruela, de construcción moderna, con arco gótico y dos torreones, y las de
Mata, Granada, Alarcos, Santa María y Carmen.
En
los alrededores de la ciudad existen los baños llamados Hervideros del
Emperador, á una legua de distancia, en la margen derecha del Guadiana, y que
son minerales, acídulo-carbónicos, y el célebre santuario de Alarcos,
construcción del siglo XIII, con anchas ojivas, bajo pilares, bizantinas
columnas y viejos capiteles, templo viviente y triste panteón que recuerda el
terrible desastre de los cristianos en la batalla que llevó su nombre.”
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