A mediados del siglo XIX surge en el mundo de las
representaciones gráficas una modalidad de impreso estrechamente relacionada
con diversas actividades sociales. En el ámbito de las relaciones de la vida
familiar y social burguesa se generaliza el uso de una serie de elementos
impresos para recordar las fechas señaladas: felicitaciones de todo tipo llegan
en el día de la onomástica o del aniversario, en las fechas de Navidad o Año
Nuevo, el día de los enamorados y tantas otras fiestas.
Se considera generalmente que la primera tarjeta de
Navidad se editó en 1843 por iniciativa de un editor inglés, Henry Cole, que encargó
unos dibujos que luego imprimió y remitió a sus amistades. Con el paso del
tiempo su idea fue calando y se generalizó su empleo en Gran Bretaña y otros
países europeos. Sin embargo, con anterioridad a esa fecha, se tiene constancia
en España de una primera felicitación navideña impresa en 1831, obra de los
repartidores del Diario de Barcelona.
Las felicitaciones de los trabajadores de oficios
públicos eran repartidas por éstos con la manifiesta intención de obtener una
gratificación. La llegada de la cromolitografía al mundo de las artes gráficas,
a partir de mediados del siglo XIX, inunda de color las felicitaciones que cada
año mandaban imprimir los servidores públicos. Serenos, panaderos, lecheros,
electricistas, aprendices, barberos, repartidores de periódicos y otros
trabajadores felicitaban las Pascuas por medio de tarjetas con una estética
propia muy característica.
En la mayor parte tarjetas destaca la figura del
trabajador con uniforme de gala, como en el caso del sereno, o con atuendo de
trabajo mientras desempeñan las tareas propias de su oficio; en un segundo
plano aparecen escenas de la Natividad, alimentos y bebidas típicos de estas
fiestas: turrón, pavo, uvas, champán, etc. Posteriormente van apareciendo otros
elementos que poco a poco se incorporan a los demás símbolos navideños: el
abeto y objetos para su decoración, hojas de acebo y escenas de familias
comprando figuritas del belén.
Las fórmulas o frases de felicitación son casi siempre
las mismas y están impresas o estampadas en el anverso de la tarjeta: El
cartero felicita a usted las Pascuas de Navidad” o El farolero les desea
Felices Navidades”; mientras que el texto en verso con el que el trabajador
pide el aguinaldo hace referencia a las peculiaridades de cada oficio y está
impreso en el verso de la tarjeta.
La Biblioteca Nacional de España conserva una
excelente representación de felicitaciones de oficios desde finales del siglo
XIX hasta 1960 que permite estudiar y comprobar la evolución de estas tarjetas
en cuanto a su iconografía, técnica y estética.
Más información sobre la colección Ephemera de la
BNE aquí: http://www.bne.es/es/Colecciones/EphemeraExLibris/
preciosa y romántica colección de un mundo extinguido
ResponderEliminarMe han encantado todas. Son preciosas. Carmen Lorenzo desde Madrid.
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