El Museo Diocesano ha seleccionado como
obra del mes de febrero cinco libros litúrgicos del siglo XVIII incorporados a
sus fondos desde su apertura en 1990, de los que tres proceden de la
parroquia de Viso del Marqués y otros
dos del Cabildo de la Catedral de Santa María del Prado.
Son obras de gran calidad artística, en
las que se une el trabajo de la platería con una encuadernación lujosa en
terciopelo rojo, que se presentan en una urna cerrada de forma hermética.
Aunque los cinco libros se encuentran cerrados para que el visitante aprecie la
calidad de los herrajes y cierres que lo adornan, podrían estar también
abiertos dada la riqueza de sus grabados, de los que dan fe las
correspondientes fichas descriptivas de las que dispone el museo.
Esta colección está compuesta por dos
misales romanos, dos epistolarios y un evangeliario, de los que las piezas más
antiguas son el epistolario y el evangeliario de Viso del Marqués, fechados en
1731. De los fondos de la Catedral se exponen:
Un
Missale Romanum de 1759, Impreso por la Real Compañía de Impresores y
Libreros del Reino “Typis Societatis”. Consta de 461 páginas, en papel, con
pastas de madera forradas en terciopelo
rojo, y adornos de plata en las tapas. En el centro Escudo Episcopal, en plata.
En los remaches de plata aparecen tres cuños: Vargas; Escudo coronado con oso y
madroño/4; Castillo/3. Platero (Manuel Timoteo Vargas Machuca).
Missale
Romanum de 1759, propiedad del Excmo. Cabildo Catedral
También
propiedad del Excmo. Cabildo Catedral es el Epistolario de 1790, impreso por la Real Compañía de Impresores y
Libreros del Reino, en la Tipografía de Benedicto Cano. Con pastas de madera
forradas de terciopelo rojo, con adornos de plata en las tapas fabricados por
Antonio José Pérez, platero, cordobés.
De la Parroquia de Viso del Marques son el Misal Romano de 1768, que tiene las pastas de madera forradas por
terciopelo rojo, con decoraciones en plata. Representa a la Asunción, la Virgen
en el centro rodeada de nubes, a ambos lados dos querubines. El conjunto
central se enmarca con figuraciones
vegetales y florales (tornapuntas y rocallas).También del Viso del Marqués se
expone Un Epistolario y un Evangeliario
de 1731, forrados en terciopelo rojo, con cantoneras de plata de motivos
vegetales muy estilizados y un medallón liso en la tapa superior.
El estudio iconográfico que realiza la
historiadora del arte y colaboradora del museo Ana María Fernández Rivero,
subraya la importancia de los libros litúrgicos tanto en la celebración de los
actos de culto como en su disposición en el templo durante la misa.
El estudio recuerda que el misal se
colocaba sobre un atril o sobre un cojín tanto para facilitar la lectura como
para proteger el delicado trabajo de platería.
Con estas obras del mes se rompe la
línea de vincular esta elección al calendario litúrgico, puesto que los libros
se utilizan todo el año.
Misal
romano de 1768 propiedad de la Parroquia de Viso del Marqués
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