La
imagen de Nuestra Señora de los Dolores “Ave María”, vestida en septiembre de
1940 en Sevilla, con ropas de la Esperanza Macarena el día de su presentación
La Hermandad de Nuestra Señora de los
Dolores “Ave María”, que tiene su sede en la S.I.P.B. Catedral, es una de las
hermandades más antiguas de la Semana Santa ciudadrealeña, siendo fundada el 10
de abril de 1692. Al igual que las hermandades históricas de nuestra ciudad,
durante la Guerra Civil Española perdió la imagen de su titular, que se atribuía
a la escuela de Martínez Montañes, según unos, y según otros al mismo autor que
el Nazareno de San Pedro.
Tras la Guerra Civil la hermandad se
reorganizó a cargo del Hermano Mayor que ocupaba este puesto desde 1930, D.
Hilario Richard Rodríguez. Lo primero que se planteó la hermandad fue adquirir
una nueva imagen que sustituyera a la desaparecida en 1936, por este motivo a
través del entonces párroco de San Pedro y gran impulsor de nuestra Semana
Santa, Rvdo. Sr. D. Emiliano Morales, se puso en contacto D. Hilario Richard con
el imaginero sevillano, D. Antonio Castillo Lastrucci, en junio de 1940.
El escultor envió al Hermano Mayor
alguna fotografía de las dolorosas sevillanas realizas por él, acordando la
hermandad que fuera Antonio Castillo quien realizara la nueva talla de la
Dolorosa, firmando el contrato el dos de julio de 1940. En
el contrato figura que la imagen estaría tallada en madera de cedro y
policromada en el precio de 3000 pesetas, haciendo constar que estaría terminada
para el mes de septiembre de 1940. Estas 3000 pesetas se pagarían 1000 a la
firma del contrato, y las 2000 restantes al entregar la imagen completamente
terminada en el taller del escultor en la calle San Vicente nº 52. Gran parte
del importe de la talla fue recogido entre los numerosos donativos que
muchos hermanos y devotos fueron realizando, figurando en los archivos de la
hermandad una relación de todos estos donantes.
Contrato
firmado el 2 de julio de 1940 para realizar la talla de la imagen
Una carta posterior del escultor fechada
en Sevilla tres días después de la firma del contrato, que se realizó por correo,
este informa al Hermano Mayor que tal y como es su deseo la nueva talla de la
Dolorosa sería igual que la de la Virgen de la Hiniesta de Sevilla. La nueva
talla de la Dolorosa fue terminada tal y como figuraba en el contrato en
septiembre de 1940, desplazándose a Sevilla a recogerla el Hermano Mayor, D. Hilario Richard Rodríguez, y el miembro de la
Junta de Gobierno, D. Fernando Martínez. El escultor hizo la presentación y
entrega de la imagen vestida con saya, manto, toca, pañuelo, y corona pertenecientes
a la Hermandad de la Esperanza Macarena de Sevilla, ya que por aquel entonces
el insigne artista pertenecía a la Junta de Gobierno de dicha Hermandad y tenía
el privilegio de coger prestado su ajuar cada vez que presentaba una nueva
imagen dolorosa.
Antes de la recogida de la imagen en
Sevilla, los miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestra Señora
de los Dolores de la Catedral “Ave María”, habían visitado al Gobernador Civil
de Ciudad Real, D. José Antonio Elola Olaso, para que garantizase con los
servicios de R.E.N.F.E. que el paquete en el que envolvieron la imagen llegaría
en las mejores condiciones a Ciudad Real. El Gobernador Civil hizo las
gestiones pertinentes, comprometiéndose el jefe de estación y el maquinista del
tren a hacer bien su cometido. La imagen llegó en perfectas condiciones a
Ciudad Real, siendo llevada en privado a una habitación del entonces Gran
Hotel, hoy Hotel Alfonso X El Sabio, que se encuentra en la calle Cuchillería.
La imagen se trasladó para su bendición
a la Catedral la Semana de Pasión de 1941, siendo bendecida por el entonces
Deán D. Pedro Fernández de Sevilla y Muñoz, que era a la vez el Vicario General
de la Diócesis, acompañado por todo el Cabildo Catedralicio. La Capilla de
Cantores la dirigió el sacerdote D. Salomón Buitrago, y el sermón lo pronunció
el Magistral D. Juan Mugueta Eransus. La imagen se instaló en su retablo
entonces contiguo en una capilla junto al Altar Mayor, hoy sala capitular, y
procesionó por primera vez en la Semana Santa de ese año.
Tal
y como procesionó la Virgen de los Dolores en la Semana Santa de 1941
Desde 1941 la Virgen de los Dolores, en
la procesión del Viernes Santo, desde la Calle Feria al Prado llega siempre
bajo los sones del pasodoble-marcha “Evocación” del compositor Emilio Cebrián
Ruiz. En el año anteriormente citado, la Hermandad se congregó en el ya
nombrado Gran Hotel, antes de ir a la Catedral, donde el Hermano Mayor
convidaba a todos los presentes a un ágape. Cuando estimaron que estaban
reunidos casi todos iniciaron un pasacalles hasta la Catedral, en ese momento
alguien indicó al maestro de la banda, Cristobal Ruyra, que iniciase una marcha
para ir a recoger el paso a la Catedral. Este interpretó “Evocación” y desde
aquel día esa partitura es la que acompaña la llegada de la Virgen a la
Catedral cuando concluye la procesión del Viernes Santo.
Se cumple en este año el setenta y cinco
aniversario que la imagen de Nuestra Señora de los Dolores “Ave María” está
entre nosotros, y hoy Viernes de Dolores su Hermandad no quiere dejar de pasar
esta efeméride, realizando por primera vez un besamanos a la Virgen a partir de
las seis de la tarde en su capilla catedralicia.
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