¿Qué va quedando del Ciudad Real antiguo?
Nada o casi nada. Algunas puertas de edificios viejos; algunas portadas de
grandes clavos que con pulidos aldabonazos o llamadores de hierro, severamente están
exornadas por hábiles herreros y carpinteros, pertenecientes a las asociaciones
gremiales, hoy se llaman sindicatos, tal cual reja, pocos escudos o blasones
que aun campean en las piedras claves de los arcos o de los dinteles de piedra
carcomida por la mano destructora del tiempo y la del hombre, aun más dañina
todavía; pulvis, cineris, nihil, polvo, ceniza, nada.
La Casa de los Corcheros que estaba situada haciendo esquina a las calles de Calatrava y Audiencia, que todos hemos conocido hace muy pocos años, era típica mansión señorial, de hidalgos reconocidos, como lo demostraba la cruz sanjuanista que coronaba su puerta principal, que fue morada de los Forcallos; pues hubo varios de este apellido, viviendo el mayorazgo en un destartalado caserón, convertido después en el magnífico edificio del Gran Casino.
Su gran balcón voladizo, sobre la arcaica puerta de recios clavos y herrajes muy conservados a pesar de su vejez, llamaba la atención al simple curioso o al experto turista o anticuario. Hoy, puede verse esta puerta en el grupo “José Antonio” de viviendas para empleados de la Excma. Diputación Provincial, habiendo sido un verdadero acierto, al demoler el viejo edificio, conservar los canceles o puertas antiguas.
Hoy ofrecemos esta fotografía de la que fue casa solariega de los Forcallos y últimamente de los Corcheros.
Emilio Bernabeu. Diario “Lanza” miércoles 29 de junio de 1955, página 2
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