La calle Pedrera Baja, es una calle que nace en la Plaza del Carmen y muere a su llegada a la Puerta de Toledo. Se desconoce el motivo de su nombre, aunque todo apunta que pudiera ser, porque antiguamente existió en ella una cantera de piedra o pedrera que le dio el nombre a la calle.
“Por el año de 1633, ocupaba en la calle de Pedrera Baja un caserón antiguo el Hospital de la Pedrera, lugar que entraba en el turno de las iglesias que eran visitadas durante las procesiones de Semana Santa y Letanías Menores. Su estado ruinoso y sobre todo, el encontrarse en zona no urbanizada lejos del centro de la población, y donde acampaban solamente vagabundos y gente de mal vivir, fueron motivo para que la Cofradía de Nuestra Señora de la Pedrera pensase en su venta. La autorización para llevar a cabo aquel proyecto de realización estuvo sujeto a no pocas deliberaciones, hasta que al fin fue autorizado por el Cardenal Infante Arzobispo de Toledo, el 26 de julio de 1634, y pasando su importe de venta a engrosar los fondos de la Cofradía de Nuestra Señora del Prado.
La demolición del hospital se llevó a cabo, conservándose de él solamente la imagen de Nuestra Señora de los Remedios que era muy venerada, por lo que fue trasladada a una capillita construida próxima al hospital, con las limosnas de sus numerosos devotos. La Circunstancia de que la imagen se hallase esculpida en la pared obligó a que los operarios encargados del traslado, para no deteriorarla construyesen un cajón de madera del tamaño de la imagen y en el cual introdujeron el bloque de pared junto con la imagen, saliendo esta ilesa de tan arriesgada operación”. (Prudencio Herrero Vior. (Cuaderno del Instituto de Estudios Manchegos. Primera Época nº 4)
La calle no llegó a estar totalmente urbanizada, hasta mediados del siglo XX, ya que solo existían viviendas hasta la confluencia de la calle con la del Espino, el resto de la calle hasta la Puerta de Toledo, eran huertos de labor. Las viviendas que siempre hubo en la misma, eran de arquitectura tradicional, sin que existiera ninguna que resaltará. A finales de los años cuarenta del pasado siglo, se construyó el Cuartel de la Guardia Civil, en la confluencia de la calle con la de la Esperanza.
La calle siempre se llamó Pedrera Baja,
salvo en dos ocasiones. La primera durante la II Republica Española, que fue
rotulada con el nombre de Nicolás Salmerón, político y filósofo español que
ocupó en 1873, durante mes y medio, la presidencia de la Primera República
Española. Al terminar la Guerra Civil, esta calle recuperó el nombre de Pedrera
Baja. El segundo cambio se produjo el 21 de septiembre de 1967, cuando
recibió el nombre de Capitán Cortés, en recuerdo a los guardias civiles que resistieron
durante la Guerra Civil en el Santuario de la Virgen de la Cabeza. El 29 de
diciembre de 1982 la calle se volvió a rotular con su primitivo nombre de
Pedrera Baja.
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