En un documento o cuaderno de memorias,
conservado en el Archivo parroquial de Nuestra Señora Prado (Merced), vemos una
relación o índice de cofradías que albergaba el templo parroquial de Ntra.
Señora Santa María (cuaderno que comprende el periodo entre 1598-1604). Entre
lo documentado aparece la cofradía de la Virgen de Agosto, ya existente a
mediados del S. XVI, la de Ntra. Sra. de los Caballeros, Ntra. Sra. de los
Mozos, la de Tejedores y también la cofradía del gremio de zapateros.
Unos años más tarde, el 13 de marzo de
1633, se juntaron en el coro de la dicha iglesia parroquial, los 13 cofrades de
Nuestra Señora de la Pedrera, coincidiendo con el día de la Asunción. De aquí
debió salir la nueva cofradía, titulada “Los Esclavos de la Madre de Dios del
Prado de Ciudad Real", porqué el libro de actas de la citada cofradía
recoge la primera reunión de la misma, precisamente el 13 de marzo de 1633,
cuyo libro se prolonga hasta el 2 de julio de 1728. El acta de fundación dice
lo que sigue. «...Que puesto que la Iglesia Hospital y Hospitalidad de Nuestra
Señora de la Pedrera en muy antigua y vieja y está parte de ella arruinada y
entre huertos, eriales y casas caídas e inhabitadas, donde de ordinario se
acoge gentes facinerosa y deshonesta, acordamos desampararla y venderla, sí
hubiera quien comprara, y si no el despoje del edificio solar, y con lo que
rentase y con lo demás que tenía la dicha cofradía, que sería hasta treinta
ducados, para cumplir sus memoria antiguas y otras que de nuevo añadían en la
iglesia parroquial de Nuestra Señora Santa María del Prado, de dicha ciudad, en
cuyo distrito estaba dicho Hospital y donde se habían cumplido las dichas
memorias y trasladar la cofradía a dicha iglesia de dicha parroquia, con cargo de
que en la dicha iglesia de Nuestra Señora del Prado se cante perpetuamente una
Salve y letanía de Nuestra Señora con solemnidad y devoción, todos los sábados
del año por la tarde, dos horas antes de la oración, tañendo las campanas para
que se junten y lleguen los fieles cristianos y cofrades de dicha cofradía; que
se han de nombrar Esclavos de la Madre de Dios del Prado, que en esta Salve han
de acompañar a los cofrades con 12 hachas de cera al preste, desde la sacristía
al altar mayor, para cuyo objeto cada uno de los cofrades ha de dar en tributo
dos maravedís de limosna en cada sábado... «Cinco meses después, el 26 de
agosto de 1633, el arzobispo de Toledo autorizaba la venta de las propiedades
del antiguo Hospital de la Pedrera. La falta de documentación del origen y
fundación del dicho hospital, nos lleva a la conclusión, que debió existir un
albergue u hospitalillo en tiempos de la aldea de Pozuelo de D. Gil o en los
albores de Villa Real. Nos dice Madoz, que primero fue dedicado a cárcel y
luego a hospital. En efecto, el autor Forres Alonso, recogiendo los datos del
famoso Diccionario Geográfico de aquel autor, apunta «La antigua iglesia de la
Virgen de los Remedios (La Pedrera) de Ciudad Real era una cárcel y un
condenado a muerte la pintó tan bien (la Virgen) sobre una pared, que se le
perdonó tal pena…» La imagen según los cronistas al ser trasladada a la actual
ermita de Los Remedios, levantada en el S. XVII, que todos conocemos hoy
notablemente remozada, fue encajonada «por ser pintada en la pared». Señalando
otros, que el mural con la imagen fue arrancado de la pared, y se hallaba a la
entrada del hospital... se le profesa mucha devoción y las madres al dar a luz
le elevan aceite parra la lamparilla y es costumbre tocarla campana... El
historiador y cura párroco de San Pedro Apóstol, Díaz Jurado, que permaneció en
dicho cargo hasta 1,707, manifestaba en su famoso libro sobre la fundación de
Ciudad Real «Singular idea del sabio rey don Alonso.. diciendo «el Hospital de
la Pedrera y su capilla, bajo la advocación de Ntra. Sra. de los Remedios, fue
levantada al principio de la población, es decir, cuando Alfonso el Sabio fundó
Villa Real, en 1255». Sin embargo, tenemos un interesante dato acerca de esta
ermita, muy amplia, por cierto, pues constaba de tres naves, donde se la llama
Santa María de la Pedrera, que en 1438 fray Sancho Sánchez de Ávila, comendador
de Benavente y Almadén, al hacer donación de unas casas suyas y otros enseres
al convento de Calatrava, puso determinadas condiciones que si no se cumplían,
revocarían la donación y pasarían dichos bienes al cabildo de los onmes buenos
de la cofradía de Santa María de la Pedrera, de la cual él era cofrade. Así lo
afirma Villegas Díaz en su obra Ciudad Real en la Edad Media. (AHN, Calatrava,
carp. 467)
¿Pero cuál es el origen de la advocación de la Pedrera? Nosotros creemos, sin datos fiables que lo sustenten, que la iglesia del Hospital de los Remedios llegó a conocerse popularmente por la Pedrera, simplemente, por hallarse junto a una cantera o pedrera, que, efectivamente allí se encontraba aun muchos años después con el nombre de «cantera de Patazas» en la calle de La Pedrera Un craso similar fue aplicado a las llamadas «monjas terreras», sólo por estar próximas a las tristemente conocidas laguna de «Los Terreros». Joseph Díaz Jurado (S. VII) prosigue afirmando «que la espaciosa y agraciada ermita de Nuestra Señora de los Remedios, muy venerada por los vecinos de esta ciudad fue antiguamente hospital que llamaron de La Pedrera, siendo ignorado su primitiva fundación, y en sus ruinas se manifestó un milagro, al quedar sepultado un niño, por venirse abajo toda la fábrica del edificio, resultando finalmente ileso.
Por la década de los cuarenta del siglo pasado (1949), nos contaba Emilio Bemabeu: «...Visitamos detenidamente el molino de aceite, propiedad de la viuda de Barbería, hoy de Ramón Fontes, donde estuvo la iglesia de la Pedrera, conservándose en la actualidad toda la edificación casi completa, especialmente sus tres naves...»
Por fortuna, podemos comprobar a través de
unas fotos, toda la fábrica de aquella iglesia-prisión-hospital de los
primitivos tiempos de Ciudad Real. Sebastián de Almenara, al mencionar el Santo
Hospital de la Pedrera, en su «Compendio Histórico de Ciudad Real» dice: «su
destrucción (que no fue tal, sino sólo abandono y venta) por el año 1640, dio
lugar a otra iglesia que fue fundada por la piedad de las devotas de la Virgen,
llamándola Los Remedios. Esta es, pues, la historia de un edificio religioso de
los más antiguos de nuestra ciudad, que abandonado en el primer tercio del S.
XVII, desapareció tres siglos más tarde convertido en molino de aceite.
Sin embargo, añadiré, que en Toledo fue venerada una imagen con el título del Remedio, donada en el S. XII, por Sancho III de Castilla a San Raimundo de Fitero, que fundó la Orden de Calatrava. Después del Medievo la palabra «remedio» conservó el sentido de «rescate»; lo cual hace alusión directa a presidio, pero también el título del «remedio» evidencia una alusión directa a «salud, «medicina», «alivio» etcétera. Con estas significaciones se estaría aludiendo también a «hospital, «auxilio», o «refugio».
¿Cuál de las tres funciones de cárcel, hospital o iglesia desarrolló el extinto edificio de la iglesia de la Pedrera en nuestra ciudad? ¿O fueron las tres a un mismo tiempo, o en periodos diversos?
La fotografía panorámica, con la silueta
de la Catedral al fondo, tomada desde la plaza de toros, levantada en 1844,
creemos corresponde a primeros del S. XX, pero, en un plano municipal de
nuestra ciudad correspondiente al año 1925, figuraba como propietario el conde
de la Cañada. En la foto, Vemos las tres naves de la iglesia, encerradas en un
solar mutado; convertido ya en molino de aceite y con fachadas a las calles
Pedrera Alta y Espino. Las otras dos vistas pertenecen al interior mostrándonos
las naves, el solado primitivo y los esbeltos arcos apuntados. ¡Una lástima la
pérdida de esta valiosa reliquia de nuestro pasado, aunque fuera por su valor
histórico y no monumental!
José Golderos Vicario. La Tribuna de Ciudad Real, 14 de agosto de 2004, extra de ferias
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