Ciudad Real ha vivido una auténtica ola de pánico tras la explosión de dos cisternas de unos veinte mil litros, cargadas al parecer de gasolina o gas-oil. Sobre las once y media de la noche, del 28-7, por causas sin determinar, que se creen fortuitas, comenzó a arder una cisterna atracada en uno de los muelles de carga de la Estación del Ferrocarril de la capital. Posteriormente, pese a la rápida intervención del personal de RENFE y el Cuerpo de Bomberos de Ciudad Real, a los que posteriormente se unieron unidades especiales de «Enpetrol» al mando del jefe de seguridad de la empresa de Puertollano, el fuego fue tomando un alarmante incremento que hacía peligrar el resto de las unidades que estaban enganchadas en el mismo convoy y, lo que era peor, otras próximas que contenían gas, al parecer butano, con lo que el peligro aumentaba en potencialidad o importancia. Inmediatamente se trasladó el contenido de algunas de las cisternas que aún fugaban, a diversos camiones de «Campsa». Esta operación, necesaria para eliminar riesgos definitivamente, finalizó a las cinco y media de la tarde. Quedaban por reparar las vías en la que continuaban estacionados los vagones con propano y gasolina, para terminar la evacuación de materias inflamables.
Según declaraciones del gobernador civil al redactor del diario «Lanza», Manuel López Camarena, los daños se evalúan en unas primeras impresiones, en unos cuarenta millones de pesetas. Igualmente se informó de que era imposible, por ahora, determinar las posibles causas que motivaron el incendio, descartando los técnicos que vivieron aquellos momentos e investigan 10 sucedido, en principio, la posibilidad de que fuese provocado. De Madrid se desplazaron, en la mañana de ayer, diversos técnicos de «Campsa» y «Renfe» para estudiar, sobre el terreno, todo lo sucedido.
La circulación férrea, por la estación de Ciudad Real, quedó restablecida al día siguiente anulándose consecuentemente los servicios especiales de autobuses de «Renfe», que trasladaron los viajeros a los puntos donde podían enlazar con trenes en servicio.
Es de destacar la prontitud y eficacia con
que todos los efectivos contra incendios de Ciudad Real, Puertollano, Daimiel,
Valdepeñas y Manzanares cumplieron su cometido.
EFECTIVOS QUE INTERVINIERON
Todas las fuerzas de Orden Público
tuvieron una eficaz actividad en la colaboración con los Servicios de Bomberos
de Ciudad Real, Puertollano, servicios especiales de «Enpetrol» de Puertollano,
con un equipo completo y hombres especializados en esta clase de incendios,
Parques de Bomberos de Valdepeñas, Manzanares y Daimiel.
REGIMIENTO DE INFORMACIÓN y LOCALIZACIÓN
El Regimiento de Información y Localización, de guarnición en nuestra capital salió con una sección, compuesta de treinta soldados, a las órdenes directas del coronel primer jefe, don José Sánchez Domingo, auxiliado por los tenientes coroneles, don Domingo Caruana Mus, don Francisco Arrazola García; capitán, don Juan Cano Jiménez; brigada, don José Peralvo Rodríguez, y sargento, don Feliciano Rodríguez. Esta sección realizó el cometido de auxiliar el tráfico en la Ronda de la Estación, mediante aislamiento de la zona siniestrada, colaborando igualmente en la extinción del incendio, los retenes que quedaron después de dominar la situación.
En cuanto al material que aportó hay que
señalar la de una cisterna con agua, una ambulancia y material de zapadores.
Afortunadamente no se registró en sus filas ningún herido.
GUARDIA CIVIL
Por su parte, la Guardia Civil envió treinta números al mando del comandante don Pedro Esteban, ayudado por el capitán Norte, de la primera compañía; capitán del Subsector de Tráfico, Romera; de los tenientes Diana, del Destacamento de Tráfico, y Minaya, del núcleo de reserva.
Su servicio consistió en aislar la
cisterna afectada; extinguir un incendio de rastrojos en las proximidades de
los depósitos de Campsa. Protegieron todos los sectores de la barriada de los Ángeles,
auxiliando a los habitantes de dichas casas, e impidiendo que el público se
aproximara a la zona siniestrada. La Guardia Civil aportó numerosos vehículos:
Land-Rover y una ambulancia, así como alimentos para todos los que, a altas
horas de la madrugada, continuaban trabajando en la zona.
En sus filas se registraron varios
heridos, que se reseñan en la relación facilitada por los centros sanitarios
donde fueron atendidos. En retén quedaron varios números, alternando con la
Policía Armada y Ejército. El número total de heridos se elevan a trece, entre
ellos el capitán Norte, dos sargentos, dos cabos y varios guardias. También
colaboró en el transvase del líquido existente en los vagones cisternas que no
llegaron a explotar.
POLICIA ARMADA
La Policía Armada fue otra de las primeras
fuerzas del orden público que se personaron en el lugar afectado, al mando de
su capitán jefe, don Jesús Pérez, y auxiliado por el sargento don Rafael Bresó
Rodríguez y el cabo don Antonio Villanueva. El número de policías que se
desplazaron a la estación del ferrocarril, además de la pareja que hace
servicio de vigilancia en dicho lugar, se elevaron a unos cuarenta, resultando
heridos un sa1"gento, un cabo y un policía armado, con quemaduras de
primero y segundo grado. Su principal cometido fue aislar la zona siniestrada,
vigilando dicha área. Auxiliaron igualmente a los heridos trasladándolos a los
diversos centros sanitarios.
PARQUE DE BOMBEROS
El número total de coches tanques que el
Parque de Bomberos de la capital envió al lugar siniestrado fue de cuatro,
dotados con su material correspondientes: 25 mangas de 45 centímetros y 7
mangas de 70 centímetros. El total de tanques de agua que vertió fue de 53 y
los Parques de Bomberos que acudieron de otros pueblos de la provincia, fue el
de «Enpetrol», de Puertollano, el Servicio de Bomberos de Puertollano, y los de
las localidades de Valdepeñas, Daimiel y Manzanares, con un coche cada uno,
excepto «Enpetrol» de Puertollano que desplazó tres coches tanques dotados de
material adecuado para esta clase de incendios. Entre los bomberos de la
plantilla de Ciudad Real se encuentran heridos tres números, don Emiliano
García, don Pedro Navas y don Amalio Vera. Mandaba este Parque su jefe, don
Bonifacio Haro.
POLICIA MUNICIPAL DE CIUDAD REAL
Como es habitual en esta Unidad, fue
igualmente una de las primeras que tomaron parte activa en los trabajos de
extinción, colaborando con las demás fuerzas de orden público, trasladando
heridos en sus coches, y haciendo incluso de conductores en otros vehículos,
para prestar ayuda a familias siniestradas. Estas fuerzas estuvieron al mando
del jefe accidental don Jesús Belmar Valencia, a cuyas órdenes estaban un cabo
y doce agentes.
POLICIA MUNICIPAL DE PUERTOLLANO
Fuerzas de la Policía Municipal de
Puertollano, al tener conocimiento de la importancia del incendio, acudieron
rápidamente a la capital, en unión del resto de la ayuda enviada desde aquella
ciudad, con vehículos y diversos agentes. Su cometido consistió,
principalmente, en cooperar a la ordenación del tráfico y diversos cometidos en
las numerosas tareas que se desarrollaron.
CENTROS SANITARIOS DE LA CAPITAL
En lo que se refiere a la actividad,
interés y extrema colaboración en auxiliar a los heridos que iban llegando a
los diversos centros asistenciales, hay que destacar la gran cooperación que
prestaron todos sus elementos, desde el director de la Institución hasta el
personal subalterno y de oficio, como sucedió en la Residencia Sanitaria de la
Seguridad Social «Nuestra Señora de Alarcos», donde nos consta que, todo el
personal, celadores, A.T.S., enfermeras y personal de oficio, como fontaneros,
carpinteros, electricistas, mecánicos, que, incluso estaban de descanso o
vacaciones se incorporaban para colaborar con arreglo a sus medidas o
conocimientos profesionales. Igualmente ocurrió en el Hospital Provincial y «18
de Julio». En definitiva, un verdadero espíritu de sacrificio claramente
demostrado en todos ellos y digno de resaltar como prueba de solidaridad.
CRUZ ROJA ESPAÑOLA
Las fuerzas de la Asamblea Provincial de
la Cruz Roja Española, dada la proximidad de su acuartelamiento al lugar del
suceso, acudieron con todos sus efectivos disponibles y material desde el
primer momento. Su labor fue especialmente importante a la hora del traslado de
los numerosos heridos registrados, a los que, en determinados casos,
practicaron primeras curas. También fue importante, dentro del aspecto
sanitario, la labor desempeñada por el propio botiquín de la Estación de Renfe,
que realizó numerosas curas de menor consideración, en los primeros momentos.
Nadie les hizo un reconocimiento público a los que se la jugaron por desenganchar las cisternas y algunos sufrieron heridas de consideración q a día de hoy cuando se miran el cuerpo les recuerda el horror que pasaron aquella noche
ResponderEliminar