Ciudad Real albergará un nuevo coloso verde solo superado por el Parque Gasset y el Parque del Pilar. Estará ubicado en la zona de los antiguos terrenos de RENFE. Los inmensos jardines estarán divididos en dos partes que dan una idea de su dimensión: la primera consta de 13.000 metros cuadrados y la otra tiene alrededor de 10.000 metros cuadrados. En total 23.000 metros cuadrados de zona verde, donde antes solo había terrales.
Las flores serán el elemento cromático
fundamental. Se buscará que éstas se combinen a la perfección con la estructura
exterior de los jardines que contarán con diversos estilos de pavimento para
los suelos. Completarán el panorama visual unas pérgolas que le dan cierto
matiz clásico que busca sobre todo, el equilibrio entre las formas arquitectónicas
que integran el conjunto.
A la belleza del arte se une la innovación
de la tecnología. Fundamental, especialmente en esta época donde la sequía ha
disparado las alarmas de la previsión, los surtidores de agua y el sistema de
riego serán de última generación. Este proyecto ha sido desarrollado bajo la
batuta del concejal de Urbanismo, Vicente Gallego mientras que su planteamiento
estético ha sido realizado por el arquitecto Ángel Fernández Alba, quien conoce
esta ciudad como pocos, creador del nuevo Hospital y del futuro Conservatorio de
Música. Pero su extensa y premiada obra incluye los edificios de la Facultad de
Derecho de la Universidad de Alcalá de Henares y el Invernadero del Real Jardín
Botánico de Madrid. Actualmente, aparte de los proyectos para Ciudad Real,
trabaja en el Auditorio al aire libre y Escuela de Música en Santa Cruz de la Zarza
(Toledo) y en el proyecto del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias.
Esta experiencia se plasma en una
propuesta sólida e innovadora que ha trasladado al proyecto de los Jardines. En
los mismos habrá un paseo que bordeará los jardines por uno de los laterales y
que será la delicia de los vecinos del PERI que ya mantuvieron una reunión con
el Ayuntamiento de la capital para acelerar este proyecto urbanístico en los
antiguos terrenos de RENFE. Los distintos ambientes estarán separados por
diferentes elementos decorativos y arquitectónicos como un enorme tobogán, un
paraguas de agua, un conjunto rocoso y, quizás lo que más llamará la atención:
un espacio con un valle y una colina. En definitiva, un paraíso dentro de la
urbe.
Ciudad Real nº 3 noviembre de 2005
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