Villa Real: su alfoz. Por la Carta Puebla o documento fundacional de Villa Real sabemos que Alfonso X "El Sabio" se encargó de asignarle a la nueva puebla su alfoz o territorio jurisdiccional; le otorgaba a "esta villa sobredicha que haya por aldeas o por término Zuhéruela é Villar del Pozo é la Figueruela et Poblet(e) é Alvalá con todos sus términos yermos é poblados é con todos los derechos, con montes, ..., con todas sus entradas é con todas sus salidas é con todas sus pertenencias assí como las han estos lugares sobre dichos é las debe (h)aver".
Es evidente que este "primer deslinde" territorial, por cierto muy reducido, debió ser modificado y ampliado a lo largo de la segunda mitad del s. XIII e incluso después; no "solo con la separación de El Villar del Pozo, que pasaría a la Orden del Hospital, sino porque no incluía otros núcleos como el de Alarcos, que pasaría con posterioridad a depender de la nueva puebla" (1) en una fecha para nosotros desconocida, aunque antes de finalizar el siglo XIII.
En mayo de 1261 se forma el Concejo de
Villa Real como así lo testifica el documento siguiente: ".... dárnosle é otorgamoles
aquel fuero que nos ficimos con Consejos de nuestra Corte escripto de libro é
sellado con nuestro sello .. que lo (h)aya el Concejo de Villa Real también de
villa como aldeas por que se juzguen comunalmente por el en todas las cosas
para siempre jamás..." (2); configurando, como se puede ver, una unidad jurisdiccional.
Más tarde aparece: esta unidad territorial, no solo en 1273 con el infante D. Fadrique sino que, también, figura en a promesa que hizo el in fante D. Sancho IV a la Orden de Calatrava en los años de 1280 la primera y en abril de 1282, la segunda; puesto que "no halló reparo en ceder.... el señorío de nuestra Villa (Real) al Maestre de la Orden de Caballería de Calatrava, donación que tanto había de servir para atizar el fuego de la rivalidad entre ambas ya existen a la sazón, y contra la cual se alzaron siempre unidos en apretado haz los valientes realengos, jurando no darse ja más a hombre poderoso ni reconocer más vasallaje que el de los reyes de Castilla"(3); señalando y comprendiendo la cesión de "Villa Real con todas sus pertenencias,.... incluyendo con Villarreal a Alarcos".
Ahora bien: teniendo presente que la
unidad territorial se reitera documentalmente en los Siglos XIV y XV con
pequeñas modificaciones de separación e incluso de términos, cabe preguntarse
¿Por donde discurrían los límites territoriales del alfoz de Villa Real? Esta y
otras muchas preguntas son contestadas por el prfsor. Villegas Díaz, el cual
refiere que "en principio cabe señalar que no diferiría sustancialmente de
los actuales. Fronteras naturales, aunque no exactas, con el territorio de
Calatrava serían los ríos Guadiana y Jabalón, que delimitarían de modo general
ambos territorios por las zonas S. y O.,..." (Op.cit., III, 66).
Prosigue, el propio profesor, diciendo que por la zona de Miguelturra, que ocuparía los límites N. y E. existe un deslinde practicado en 1374 por Alfonso XI de difícil localización actual, que es el siguiente: "Desde la gabeza que es dicha lu g a... Ximeno como desciende de la dicha gabeza por una linde al camino que viene de Qiheruela para Villa Real e va por el dicho camino fasta la encnndcada del camino que va de la puebla de Vallesteros para Miguelturra y como buelbe por el cam ino para Miguelturra (h)asta las viñas de Juan Fernandes de Almagro e dende buelbe e va derechamente al camino que va de Miguelturra a Villa Real e traviesa el camino entre los maxuelos e viña de Agensto Gil......" (4)
Estas referencias documentales y, por otra parte, teniendo a la vista los mapas nacionales del Instituto Geográfico (Est cala 1:50.000/ hojas números 759 y 784), demuestran claramente que el alfoz de Villa Real se extendía hacia el sur, sudeste y oeste; ocupando, por consiguiente, toda la margen derecha del curso bajo del río Jabalón hasta la desembocadura con el Guadiana, ampliándose en el s. XTV el distrito jurisdicional por el oeste, quedando excluidos los términos de Poblete y Villar del Pozo.
Y dentro de estos límites territoriales
que preceden, no solo se hallaban ciertas aldeas y caseríos sino que, también,
había una serie de castillos, torres y fortalezas; unas fortificaciones que hoy
están en ruinas o han desaparecido como el de Benavente, Ciruela (Zuhéruela) ,
Atalaya de Aben Canes y la Torrecilla, contra el castillo de Alarcos (en fase
de excavación arqueológica) y la torre fuerte de Galiana que todavía se halla
en perfecto estado de conservación; sin olvidar algún que otro topónimo como el
de "Castillejos", que está situado a irnos cuatro kilómetros al
suroeste de Ciudad Real, capital.
Jorge Sánchez Lillo. Domingo 24 de
abril de 2005
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