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domingo, 17 de agosto de 2025

IMÁGENES DEL SOLEMNE PONTIFICAL DE LA ASUNCIÓN EN HONOR A LA VIRGEN DEL PRADO

 



En la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma a los cielos, se celebra en Ciudad Real la festividad de su Patrona, la Santísima Virgen del Prado. Por este motivo la S. I. P. B. Catedral, acogió el 15 de agosto a las 12:00 horas el Solemne Pontifical, que estuvo presidido por el Administrador Apostólico, D. Gerardo Melgar Viciosa, y en el que concelebraron el Vicario General de la Diócesis, miembros del Excmo. Cabildo Catedral, sacerdotes de la ciudad, un diácono y seminaristas de nuestra diócesis.




En el Pontifical estuvieron representadas la junta directiva de la Real e Ilustre Hermandad y Corte de Honor de la Virgen del Prado, miembros de la corporación municipal, encabezada por su Alcalde, representante de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, diputados regionales y nacionales, autoridades militares y de cuerpos de seguridad del estado; así como el Pandorgo y la Dulcinea.




Durante la homilía, el Administrador Apostólico de la Diócesis de Ciudad Real, ha pedido a los fieles imitar a la Virgen “en su valoración de Dios” y poner en el centro de la vida cristiana el mensaje de Jesús. También ha reflexionado, igualmente, sobre el significado de la conmemoración de la fiesta de la Asunción, que “es el anuncio de lo que seremos” tras la muerte en la tierra. “Nuestra madre nos pide que demostremos nuestro amor en nuestras actitudes, al margen de lo material, en base de la valoración de Dios y a sus planes”, ha señalado.




Por ello, frente a las “cosas mundanas” y otros “dioses del mundo”, Melgar ha instado a mirar en el espejo de la Virgen y a emular con devoción “la entrega de su persona al servicio de los designios de Dios, que es lo más importante”. La Virgen, en sus distintas advocaciones, es “un auténtico modelo y testimonio” a seguir como “buenos hijos”, ha indicado, antes de pedir su intercesión para que “nos proteja”.




Al término de la celebración, el Administrador Apostólico, por disposición especial de la Santa Sede, ha impartido la bendición apostólica con indulgencia plenaria. Las condiciones para recibir este perdón es el arrepentimiento de los pecados, haberse confesado quince días antes o después de la bendición y haberse acercado a comulgar. También, rezar el Credo o el Padrenuestro. La ceremonia a concluido con el canto del himno de la Virgen del Prado.



























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