Mucho ha cambiado Ciudad Real urbanísticamente
hablando debido a la especulación inmobiliaria, la mejora del nivel de vida de
la población, y sobre todo la incuria institucional en materia de patrimonio
histórico. Hasta no hace muchos años había, en lo que podíamos denominar casco histórico
ciudadrealeño, edificaciones de arquitectura popular manchega, como la fotografía
que traigo hoy al blog del cronista que fue de la ciudad, D. Julián Alonso Rodríguez,
publicada en la portada de la revista “Albores
de Espíritu” en octubre de 1948.
La fotografía lleva como título “Un corral en la morería de Ciudad Real”, acompañada
de un texto también de D. Julián Alonso que dice lo siguiente: “Zoraida bella: ¿quieres, con el agua
fresca de tu pozo hondo, como tus ojos, apagar el sol y la cal ardientes de mi
amor perdido en tu barrio moro?
Pero…
¡Silencio! ¡En pie todos, que, entre la pila rota y el tobosesco brocal, bajo
el arco de triunfo de madera vieja, pasa dura, vertical, solemne, la sombra de
nuestro señor Don Quijote de la Mancha!
Los corrales en la desaparecida
arquitectura popular de nuestra ciudad, eran amplios y con extraordinaria
importancia en la vida de la gente de la Mancha. Tenían elevadas tapias con una
puerta falsa o “portada” que servía de entrada a los carros y ganado.
Igualmente que el resto de la casa estaba encalado, donde se adosaban distintas
dependencias dándole la nota pintoresca el pozo.
Arquitectura popular manchega casi
desaparecida de nuestra ciudad, que en otro tiempo estuvo llena de encantadoras
muestras como la fotografía que hoy público, que forma ya parte de la memoria
perdida, y que hasta no hace muchos años era parte del hábitat urbano de Ciudad
Real.
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