Escudo
labrado en piedra, de la segunda mitad del siglo XVIII, con las armas de los
Treviño en la actual Delegación de la Junta de Comunidades de Castilla-La
Mancha en la calle de la Paloma
No hace mucho tiempo que me visitaron
unos amigos de Madrid, competentes genealogistas, maestros en la ciencia de
Heráldica y que venían en la búsqueda de datos fehacientes sobre unos apellidos
de abolengo que hubo en esta capital en siglos pasados.
Les era preciso encontrar documentos que
atestiguaran la nobleza e hidalguía de los antepasados, de un señor que
aspiraba al ingreso en la orden militar de Calatrava.
Me preguntaron lo siguiente: Vd. que
es conocedor y ha compulsado
detenidamente el archivo municipal y otros particulares, ¿sabe si ha existido o
existen algún documento en que conste la lista de los nombres de los primeros
que vinieron a poblar el Pozuelo de Don Gil, después Villa Real?
Les contesté categóricamente que no
tenía noticia alguna sobre el asunto.
Que la leyenda y tradición recogidas por
nuestros historiadores parece que hubo un ricohome de Castilla que se llamó D.
Gil, del que tomó nombre este lugar que es hoy capital de la Mancha.
Era costumbre en siglos pasados que al
fundar un pueblo o repoblarlo, bien por haberse arruinado o por habérselo
conquistado a los moros, dar el Rey u otro fundador conquistador, dar a las
gentes con grandes franquicias y exenciones de impuestos y tributos, terrenos
para el cultivo y para la construcción de palacios, castillos y casas, dentro y
fuera de las nuevas poblaciones.
Así se sabe y constan documentalmente
los nombres de los que fueron pueblos, o fueron con los Reyes a su conquista.
Bien sabido es, por ejemplo, los repartimientos que hizo el rey Fernando III el
Santo a los principales caballeros y mercaderes que le ayudaron a la conquista
de Córdoba y Sevilla.
En lo que atañe a Ciudad Real, ya lo he
dicho antes: no he podido encontrar después de muchos años de rastrear y bucear
por nuestros archivos locales, y en los nacionales, como el de Madrid, Alcalá,
Simancas, etc. ni un solo documento que quiera aclarar esto de la fundación de
la Villa del monarca Alfonso X el Sabio.
Hemos visto, si, nombres, en antiguos
papeles de apellidos, que ya casi ninguno existe, como los Velardes,
Villaquirán, Arcienaga, Isasi, Poblete, Aguilera, Ladrón de Guevara, Galiana
Bermúdez y muchos más.
Hoy solo quedan como apellidos antiguos
los de las casas solariegas de Muñoz y Treviño.
De esta última, nos ocuparemos en el
artículo siguiente o mejor dicho en la segunda parte de este que escribimos
hoy. Únicamente adelantamos la publicación de la portada monumental donde está
la jefatura de Falange en la calle de la Paloma y el escudo que en ella campea
de los Treviños.
Emilio
Bernabeu (Continuará)
Diario
“Lanza”. Martes 29 de noviembre de 1949, página 2.
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