Terminada la acera de los pares, con el
magnífico edificio de Sanidad, que fue construido en los años cincuenta,
comenzamos con la de los impares, cuyo número 1 lo ocupaba un caserón de dos
plantas, en el que se hallaba la Administración Principal de Correos y la Caja Postal
de Ahorros. Correos estuvo en dicho inmueble hasta su traslado al actual
edificio de la calle de Toledo, con fachada a la hoy plaza de la Constitución,
inaugurado el año 1930 y que fue construido sobre el solar del Antiguo Teatro
Cervantes, circunstancia que detallamos al referirnos a la calle de Toledo.
Pues bien en el citado caserón de la calle de Postas los servicios postales estaban
insuficientemente instalados, con pequeño patio central dedicado al público
para que se pudieran rellenar los impresos de giro y certificado, con una
cartería en la que prestó muchos años sus servicios como jefe Ramón Gallego,
que habitaba frente a la iglesia del Corazón de María, y en la que los
funcionarios y subalternos de Correos superaban su interés y dedicación la
insuficiencia de unas instalaciones mal dotadas.
Al quedar libre la casa de Correos fue
adquirida por el matrimonio Domenech-Leal, que llevaron a cabo una importante
reforma, dedicando la planta baja a la instalación de los Almacenes Rosita, del
ramo textil, que aún subsisten, con dos establecimientos contiguos. En otro
local del mismo inmueble se instaló el establecimiento "Loto", del
matrimonio Francisco Fernández Tejeda y Elsa Vela, muchos años al frente de
Radio Ciudad Real, que fundara el buen amigo Paco en unión de Eduardo y Valentín,
ya fallecido. El establecimiento fue traspasado posteriormente a Carlos Sanz,
de la firma "Malvarrosa".
En el número 3 estuvo muchos años la
carpintería de Simancas, posteriormente almacén de frutas de los hermanos
Castillo, y permaneció varios años como solar hasta que se realizó la actual
edificación por el señor Domenech. En el número 5, donde vivió muchos años la
familia González, se instalaron en los bajos dos establecimientos: Casa
Santiago, propiedad del fallecido Víctor Toribio Beamud, destacado industrial
del ramo de droguería, con amplia gama en artículos de limpieza y plástico y un
buen surtido de perfumería y regalo; y Tejidos Macario, propiedad de Macario
Ruiz, que hace varios años fue objeto de una importante reforma, ampliando sus
hijos con otros modernos establecimientos en dos calles de las más comerciales
de la capital.
En el número 7 se instaló hace muchos
años la Casa de Maroto, especializada en material eléctrico de todas clases.
Los siguientes inmuebles, hasta la esquina con la hoy avenida de Alfonso el
Sabio, estuvieron dedicados a viviendas particulares, hasta que poco a poco, al
comenzar a funcionar al mercado de abastos, se fueron ocupando por diversos
establecimientos, que en la actualidad son los siguientes: una tienda de bolsos
y regalos, la relojería Pastor también con objetos propios del ramo, y la
droguería y perfumería Lobo.
Ya en la esquina siguiente, en el número
11, donde había un caserón muy abandonado, se ha levantado un moderno edificio,
siguiendo la tónica de la reforma urbana de la capital, en cuyos bajos se
instaló "La Dalia", del que era propietario Luis Chinchilla Vargas,
con gran variedad de artículos, desde confecciones, camisería, pañuelos, etc… A
continuación, Confecciones Paris, con géneros de punto y que tiene como marca la
torre Eiffel en los números 13 y 15, donde estuvo mucho tiempo, hasta los años
30, la carpintería de Aurelio Bermejo, uno de los primeros talleres que se
mecanizaron en el ramo de la madera, se instalaron el bar Ávila y la churrería
chocolatería propiedad de Petra García Meseguer, que era punto de reunión de
numerosas peñas de cazadores en los meses de invierno, antes de partir para el
lugar del cacería, y donde se hacían numerosos proyectos sobre el resultado que
se esperaba cobrar y donde se gastaba alguna que otra fuerte broma a más de un
cazador poco afortunado el domingo anterior, Este establecimiento se trasladó
hace varios años a la hoy avenida de La Mancha. En la actualidad existen dos modernos
establecimientos: Terriza y Ruimar, con gran surtido en cristalería, menaje y
buen número de artículos. En el número 17 está desde hace muchos años la
mercería "Los Hilos", propiedad de José Millán Reina, con acreditados
artículos propios de esta clase de comercios. Y a continuación, donde hubo una
taberna-bar, Casa García, de calzado económico y cordelería, y después la
Droguería Calatrava, con perfumería, artículos de limpieza y plástico, de la
que es propietario Orencio Matas Moraga, que tiene almacén al por mayor en la
calle de las Cañas. En la misma esquina está la churrería de Vicente
Valenciano, que cuenta con gran clientela por las mañanas desde primera hora.
Según se ha dicho hasta esa esquina de
Juan II llegaban las máscaras en los carnavales de principios de siglo y algo
más, que discurría todo él por la calle de Morería, hasta que posteriormente se
celebraba, por las mañanas, en la plaza de la Constitución, y por la tarde en
los paseos largos del parque de Gasset.
Desde la esquina de Juan II hasta casi
el final se hallaban los huertos y cocheras de los señores Ayala y casas de
poco valor urbano. En una de ella, de dos plantas, instaló su farmacia el
licenciado don Jesús Ayala Cueva, y las oficinas de la Jefatura Agronómica de
la provincia, que luego se trasladaron al Garaje Ford, junto a la ronda, hoy
nuevo edificio del Hotel Almanzor.
Antes de poner fin a la calle de Postas,
dejar constancia de la casa que construyó don Fausto Fuertes, muchos años
presidente de la Cámara Oficial de la Propiedad Urbana, con el que colaboramos,
que tiene fachada a la avenida de Alarcos, en cuyo piso tercero se instaló
Radio Ciudad Real, mientras en el bajo ha estado mucho tiempo la Notaria de don
Vicente Gutiérrez Cueto, ya fallecido.
Cecilio
López Pastor. Pequeña historia local: Ciudad Real, Medio siglo de su comercio.
Ciudad Real 1986
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