Nuestro ejército, siguiendo en su
silencioso avance de perfeccionamiento científico, ya que su valor físico y
moral siempre fue ejemplo del mundo, nos va mostrando los maravillosos medios
que posee España, juzgados como un sueño hace cincuenta años. La Artillería, la
Aerostación, y en general la Ingeniería militar, son elementos de nuestro
Ejército que laboran más cada día en el laboratorio, en el taller y en el aula,
obteniendo los preciosos frutos de la ciencia aplicada en sus distintas
manifestaciones, y preparándose a la guardia de una defensa con cálculo, de
nuestro territorio.
El Regimiento de Telégrafos, hace anualmente en esta época prácticas llamadas de Otoño, y en sus incesantes estudios de los procedimientos más modernos y de conocerlas sinuosidades del territorio, ha dedicado sus trabajos de este año, á la provincia de Ciudad Real, obteniendo un resultado muy satisfactorio los estudios topográficos y las prácticas telegráficas.
Con tal motivo llegaron á Ciudad Real el
3 del corriente 115 soldados y 53 mulos y caballos.
El contingente fue diseminado por la provincia, estableciendo estaciones telegráficas con aparato Morse desde Ciudad Real a Daimiel enlazando con Valdepeñas, y estaciones Heliográficas en los puntos más elevados como requiere la telegrafía óptica.
Las de Heliografía consisten en unos sencillos
aparatos de precisión, invención Luis Canellas, Capitán de Ingenieros, que
funcionan con iguales vibraciones del Morse, comunicando de día por la reflexión
solar con un espejo combinado y por la noche á base de acetileno disuelto con
azetona, hasta la distancia de 70 kilómetros y 200 metros, como lo ha estado visualmente
en línea recta desde Ciudad Real la sección de Fuencaliente.
Ha comunicado igualmente por Heliografía, la residencia de La Atalaya, término de Ciudad Real, con Villamayor á 37,600 kilómetros, cuyos curiosos experimentos han hecho desfilar numerosas personas, ante estos inteligentes soldados.
Uno de los últimos días fue visitado el
pequeño campamento de La Atalaya por los grupos 1.º y 2.º de Los Exploradores de
Ciudad Real, los cuales recibieron lecciones de Telegrafía Morse, expuestas bondadosamente
por el sargento Sr. Guerrero y afirmadas por los Instructores D. Federico
Segura y D. Recaredo Serrano y los Subinstructores D. José Piqueras y D. Manuel
Escamilla y algunos de los padres de tan simpáticos muchachos, regresando todos
complacidísimos y satisfechos de haber observado tan detalladamente el
prodigioso á la par que sencillo modo de comunicarse con espejos á tan largas
distancias á base del alfabeto Morse, enseñanzas exigidas en los Boy Scouts
españoles.
La llegada, estancia y marcha de este distinguido grupo militar, ha proporcionado á Ciudad Real cierto viso de capital grande, anhelante de guarnición, probando una vez más su cariño al Ejército.
Revista
“Vida Manchega” 25 de octubre de 1917
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