No diré como el Príncipe de los Ingenios Españoles, que nunca segunda partes fueron buenas, ni que vivimos sujetos a leyes físicas y espirituales desconocidas e inexorable observancia; ni que sea una verdad probada la teoría tan en discusión de los tres círculos, corsi y recorsi, sobre que la humanidad gira eternamente: pero si nos atrevemos a sostener, sin que seamos fatalistas, ni excéntricos, de que la historia se repite, como Sostuvo Vico.
Porque en las esferas de lo que ahora se llama subconsciente, vemos y observamos tales cosas que nos hacen pensar que lo que creemos meras casualidades, raras coincidencias, obedecen a leyes que desconocemos al presente.
Todo lo dicho anteriormente de filosofía manida y barata, al alcance de la vulgaridad ambiente que nos rodea, no hay que hablar de los espíritus selectos, me lo sugiere la repetición del sueño que expuse en mi primer artículo, pues ya no me atrevo a negar ni a afirmar tampoco, si lo que relaté era que soñaba despierto o que era un sueño verdaderamente lo que vi. como realidad.
Se cortó el diálogo cuando estábamos el
rey y yo en lo alto de la Puerta casi arruinada y sin casi, podemos decir, del
que fue Alcázar o Palacio del monarca don Alfonso X, el Sabio, y reanudándole
me preguntó, mirando hacia Miguelturra qué era aquel alto cimborrio que domina
la llanura, contestándole que era de la Iglesia del Cristo obra parecida al
templo de San Francisco el Grande de Madrid, aunque carecía de la lujosa
decoración pictórica de éste.
Le relate el llano que se extiende entre Ciudad Real y Miguelturra que se conoce por “Malastardes”, por la completa derrota que sufrió el maestre D. García de Padilla y sus mesnadas, venciéndole las tropas reales y las de nuestra capital, en los promedios del siglo catorce.
-Cerca tenemos a Almagro ¿seguimos Señor?
-En modo alguno, pues en su pueblo reuní Cortes del Reino, para ver de acallar la turbulenta nobleza y atraer a los ricos homes que me habían abandonado, y a pesar de ser tan cristianos, se acogieron a la ciudad de Granada y a su rey moro.
¡Cuando disgustos le dieron en estas Cortes a mi malogrado hijo primero y heredero, que murió en Villa Real en 1275, los nobles que a ellas asistieron, pues se entendían en su mayor parte, con los refugiados en la ciudad de la Alhambra.
-Volvamos a mi querido pueblo y recorramos sus calles para ver lo que queda de los antiguos tiempos.
-Esta es la calle de la Mata que limitaba,
con la de la Lanza, Paloma, Calatrava y la muralla, el barrio más poblado y
rico que era el de la judería.
-Veis, Majestad, en esta manzana de casas estaba la Sinagoga Mayor de los judíos de Villa Real y después fue convento de Santo Domingo, saliendo al Compás y calle de Barrio Nuevo, después de la Inquisición, luego de la Libertad, más tarde de Canalejas y hoy del Comandante L. Guerrero. En esa casa que hace esquina a las calles de este último nombre y la del Lirio, estuvo instalada la Inquisición y fue no hace muchos años palacio del Conde de Montesclaros, luego de Maldonado y Joaquín Menchero y ahora es de la Excelentísima Diputación Provincial. Conserva el arco o puerta más sobresaliente en mérito artístico de esta población, completamente de bellísimo estilo moruno.
-Bien, bien; En esta calle del Lirio no hay una casa con labrada reja, donde tiene lugar la milagrosa conversión de una hermosa judía al pasar por vez primera la procesión de Jesús Nazareno, leyenda, tradición o verdadera historia recogida en su poema “La hebrea de Barrio Nuevo”. Por Bernabeu.
-Cierto, señor, existe y aún entre la gente se recuerda el hecho milagroso.
-Entremos en San Pedro por esta anigranada puerta de la calle de la Lanza. Este templo gótico, aunque no tan grande como nuestras famosas catedrales, es bello en su conjunto, aquella capilla de arco renacentista, es llamada del Chantre Coca y del Comulgatorio con la estatua yacente del fundador son dos joyas de subido mérito.
-¿Y este altar sin imagen, que era?
-De la Virgen de la Guía, sentada en cincelada silla de plata, que desapareció en la guerra última.
-Salgamos ya del Templo, para ver la esplendida portada que da o daba frente a la cárcel de la Santa Hermandad, hoy Delegación de Hacienda, edificio moderno que contrasta con los primores de la gótica Puerta, dije yo, a lo que asintió el egregio acompañante.
-La Plaza del Pilar con su Pozo ¿qué le ha sucedido?
-El pozo al que debió sus orígenes Ciudad Real, desapareció y cambio la plaza su nombre en el Pilar y hoy es de Cervantes, aquellos altos edificios, son la Telefónica, el cine Proyecciones y Gobierno Civil, contesté.
-Vamos al barrio de la Morería, dijo el rey.
Y nos internamos después de pasar por el Seminario, Instituto de Higiene, en la que fue populosa Morería, viendo los modernos edificios del Grupo Escolar y Delegación de Sindicatos. Buscamos donde estuvo la Mezquita por la calle del Alamillo y ya nada queda y si una portada en la calle de Lentejuela donde se dice estaba la escuela de los moros.
Emilio
Bernabeu, diario “Lanza”, lunes 11 de enero de 1954
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