Quizá sean los accesos por la carretera de Puertollano, los que más espectacularmente hayan cambiado. Se han tenido que vencer obstáculos resistencias Y también reticencias pero al final, según nos decía Diego Peris, el arquitecto municipal, el esfuerzo y "todo eso", ha merecido la pena, pues los resultados ahí están Nadie puede negar que se ha salido ganando con esas obras.
La inversión en la zona ha sido de 22,5 millones de pesetas. El 30 por ciento, es decir 10 destinado a mano de obra, ha sido subvencionado con cargo a los convenios del AES. La obra se ha hecho con arreglo al plan general de Inversiones y con cargo al presupuesto especial que financia dicho plan.
Principalmente
la obra ha consistido en dotar a la zona, desde el puente sobre la carretera
que formará parte, en su día, de la segunda ronda hasta la instalación de la
antigua Dirección de Carreteras, de un largo paseo pavimentado y con una
pantalla de obra que le separa visualmente de la vía del ferrocarril; en la iluminación
correspondiente, así como de las zonas ajardinadas que demandaba la
urbanización y el embellecimiento de la misma. Es en lenguaje técnico, un paseo
lineal con una clara definición de tal, irregular y con unidad de recorrido. La
obra, que está totalmente terminada, tendrá una segunda fase cuando Obras
Públicas desmonte su instalación, pues el terreno será cedido. al Ayuntamiento
que prolongará este paseo, hasta la terminación del Parque de Gasset, lo que
vendrá a suponer que el paseo será una prolongación del propio Parque,
incorporándose a esa unidad la Cruz de los Casados que forma parte de la
estructura del parque y el invernadero, no hace mucho construido en el mismo.
En el paseo han
sido colocadas, sobre el pavimento, una serie de grandes jardineras circulares,
que nos ofrecen la idea de jardín colgante, a lo que colabora la jardinera continua
que ha sido instalada sobre la pared de ladrillo visto que separa la ronda de
la vía del ferrocarril. Igualmente se han instalado en gran cantidad unos
bancos de piedra artificial, iguales a los que han sido colocados en otros lugares
de reposo y paseo, dentro de la ciudad, pues -como nos decía Diego Peris- se ha
intentado y se ha logrado imprimir un carácter de unidad a todo el mobiliario
urbano con el fin de identificarlo con la propia ciudad. Son bancos prefabricados
y realizados por una empresa ciudarrealeña y se han colocado, incluso, debajo
del puente, donde acampañan a un remate escultórico en piedra y empalmar así
con el viejo camino, sobre el que no hay paso a nivel. Numerosos y suficientes
puntos de luz, mediante unas farolas iguales que las instaladas en otros
lugares, conforman y completan la obra realzada en la zona.
Emilio
Arjona. Diario “Lanza”, domingo 27 de marzo de 1986
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