Con fecha del 10 nos dicen de Ciudad Real:
Entre las mejoras notables de esta ciudad merecen citarse el paseo de la puerta de Alarcos y la glorieta de la plazuela de Muñoz; el establecimiento de ropas hechas que vienen da esa corte; la fonda bien montada, y la casa de vacas para surtir a todas horas de leche al vecindario.
Merece elogios el brigadier Gascón, comandante general de esta provincia por sus medidas, para buscarlos autores del horroroso atentado cometido Contra don León Acuña. La historia de este rapto se dará otro día. Gascón no perdona fatiga, ni peligro personal en busca del llamado Asadero y sus cómplices.
Después de llover dos días ha vuelto un tiempo claro y hermoso que hará nacer la siembra tardía. —Hay poca o ninguna cosecha de aceituna. —Cereales muchos, pero sin saca y baratos. —El aceite a 41 reales arroba; y el aguardiente se acerca a dos duros.
Sigue la diligencia de la empresa Navarra, pero necesita varias reformas para que cese el disgusto de los viajeros, tal como poner un delantero que todos reclaman, y que las paradas sean más cortas, pues las mulas se destrozan y se adelanta poco corriendo cinco leguas, y por último, que las comidas se arreglen a distancias proporcionadas, puesto que salir de Ciudad-Real para comer o almorzar en Daimiel, que está cuatro y medía leguas, no parece a nadie bien.
Periódico “El Clamor Publico”,
viernes 14 de diciembre de 1849
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