Luis
Mur, uno de los organizadores y jugadores del partido
La programación de la Feria de Ciudad
Real de 1910 había levantado la habitual expectación. Se discutió largo y
tendido para acabar haciendo más o menos lo mismo que todos los años. El 14 de
agosto se inaguraba con cohetes, hubo dianas, corridas de toros, procesión,
fuegos artificiales, por su puesto música, e incluso elevación de globos
aerostáticos, concurso de escaparates y exhibición de cinematógrafo en el paseo
del Pilar. Los teatros (el de Verano y el Cervantes) acogieron zarzuelas y en
la plazuela del cuartel de la Misericordia se instaló la Feria de Ganado. Entre
todo este despliegue de actividad, casi escondido en una esquina, una novedad
que iba a ser efímera, pues no convenció al público: el día 18, a las cinco de
la tarde, se celebraba, en la Plaza de Toros, una “gran fiesta deportiva y
musical”, como recogía el Diario de La Mancha el 8 de ese mimso mes, periódico
dirigido por Jacobo Megía, que poco después iba a ser agredido por concejales
del Ayuntamiento y algunos años más tarde perdería la vida en un accidente de
tranvía en Madrid, aunque esa sea otra historia.
La fiesta incluía un “juego de
Foot-Vall” y un “Carrusel de Bicicletas”, llevados a cabo por “jóvenes de la
mejor sociedad de Ciudad Real”. Se trata del primer partido de fútbol como
espectáculo público documentado en la capital, al menos por el momento, y, casi
con toda seguridad, en la provincia. Lo cierto es que la historia del deporte
es terreno prácticamente virgen en Ciudad Real, espcialmente antes de los años
20. Quizás el estudio más serio y documentado sobre el fútbol, aunque
circunscrito a nivel local, Futbol y sociedad en Puertollano en el siglo XX, de
Luis Pizarro, pasa de puntillas por las primeras dos décadas de la centuria,
debido a la dificultad para acceder a la informació y a que, efectivamente, la
práctica deportiva no dejaba de ser, por aquel entonces, una extravagancia en
Ciudad Real. El que fuera director del Lanza, Carlos San Martín, Kasama, en El
Deportivo Manchego de ayer y hoy, le dedica apenas un par de páginas.
Pero antes de avanzar en nuestro relato,
que lo haremos, conviene fijarse en dos datos muy significativos de que nos
encontramos ante, si no el prinmero, uno de los primeros encuentros públicos
jugados en la provincia. Por un lado, ni el programa municipal de festejos,
firmado por el alcalde, Ceferino Saúco, ni posteriormente el Diario de la
Mancha escriben bien fútbol o foot-ball, como era la costumbre de la época,
sino que lo hacen con una desconcertante v, si bien es verdad que el periódico
lo rectificaría poco después y que puede tratrarse de un error de imprenrta. La
popularidad y el conocimiento de este deporte debía de ser muy escasa. Por otro
lado, el choque se celebra en la Plaza de Toros, toda una premonición de cómo
el fútbol, andando el tiempo, iba a sustituir a la fiesta nacional en las
preferencias de los españoles. Es casi seguro que no había, pues, ningún campo
dedicado al fútbol, aunque en algún lugar tenían que practicar los contandos
jugadores de entonces.
El deporte es una actividad de las
clases pudientes en las zonas más industrializadas, pero en la España interior,
de la que Ciudad Real es un claro ejemplo, brillan por su ausencia las
aristocráticas demostraciones de los sportmen, excepto la caza.
Y, sin embargo, alrededor de 1910, surge
en la capital un club deportivo, el Club Sportivo Man, que es el que organiza
el festival celebrado ese 18 de agosto. Llegan vientos de fuera, traídos por
los estudiantes de Madrid, que calan en la alta y media burguesía
ciudarrealeña, aunque tardarán más de una década en florecer con cierto vigor.
Como decía Carlos de Puertollano en este
mismo medio el 16 de octubre de 1951, refiriéndose a los inicios del fútbol en
la ciudad industrial: “¿Cuánto no debe el fútbol actual a aquellos reducidos
grupos juveniles que hace 30 años se iniciaron en el juego en lucha abierta
contra la indiferencia, la incomprensión y en muchos casos la repulasa de los
más? (...) Aquellos jugadores de bigote y pantalón tapando las rótulas eran de
la más escogida extracción social. Casi todos estudiantes (y entonces ser
estudiante era signo inequívoco de selección social)”.
Diez años antes del tiempo al que se
refiere Carlos de Puertollano, Ciudad Real acoge esta “prueba”. De la mano del
Diario de La Mancha vamos a seguir su desarrollo. Conocemos los nombres de los
jugadores que estaba previsto que se alinearan de los dos equipos, entre los
que se encuentran algunas de las personalidades más destacadas de la política y
la sociedad de años posteriores.
Veamos, con el primer equipo, que vestía
de verde, se alinearon los “Atacadores” Jesús Núñez, Joaquín García Mora,
Alejandro Nogales, Joaquín Lucas y Rufino Sánchez; los “Medios Defensores”
Gregorio Ruiz, Federico Cárdenas y Salvador Pérez Peláez; y los “Defensores
Recadero Serrano y Rubén Sánchez. El portero era Luis Almagro.
Sus rivales, vestidos de encarnado,
fueron Manuel Candelas, Pedro Hernández, Francisco Herencia, Gabriel Nuñez y
Francisco Lara en el ataque; Alberto Sánchez, Rafael H. Loeches y Andrés García
en el centro del campo: Roberto Acosta y José Sarachaga en la defensa y Luis
Mur bajo los tres palos. Este último es un personaje central en el deporte
ciudarrealeño de los años 10.
Ni cortos ni perezosos, muchos de los
jugadores terminaron el encuentro y se subieron a las bicis para el Carrusel,
diferntes juegos que llevaron a cabo por parejas. Entre los que cambiaron el
balón por la bici estuvieron Luis Mur, Federico Cárdenas, Luis Almagro o José
Saráchaga.
Como en las buenas novelas de misterio,
el número de El Diario de La Mancha en el que debía aparecer la crónica está
perdido. Al menos no en la colección digitalizada por la Universidad de
Castilla-La Mancha.
Sale en nuestra ayuda José López
Carreño, de Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol
Español (CIHEFEl, hijo del colaborador de Lanza Jolopca, que nos proporciona el
libro citado de Kasama, en el que éste recoge, gracias a Paco Pérez, o lo que
es lo mismo, a Antón de Villarreal, la crónica de El Correo Manchego. Así que
cambiamos de caballo y nos enteramos de que ganaron los verdes 3-2, con goles
de Cárdenas, que anotó el primero, Lucas y Nogales. Gabriel Nuñez firmó un
doblete para los encarnados. Al descanso se llegó 2-1 para los verdes. Tras el
partido, los jugadores comieron dulces.
Dejamos para el próximo lunes, las
reacciones al partido, el repaso de las biografías de los jugadores (Paco
Herencia fue alcalde, Luis Mur fundó los boys scouts en Ciudad Real...), la
relación del nuevo deporte con la prensa y algunas puntadas de la evolución del
fútbol en esta década del 10.
“La
fiesta deportiva - musical”
Crónica de El Correo Manchego (19 de
agosto de 1910), recogida en El Deportivo Manchego de ayer y hoy, de Kasama
"Resultó muy agradable en su
conjunto la fiesta celebrada ayer en el circo taurino. Fue presenciada por
numeroso público que llenaba por completo los tendidos de sombra. En los palcos
veíanse distinguidas señoritas.
A las cinco de la terde entraron en el
redondel dos coches con las bellas señoritas que presidieron la fiersta, las
cuales fueron Carolina Sauco, Marina Moyano, Esperanza Vera, Pepita García
Ibarrola, Amparo Nogales, Dolores Lamano, María López y Paz Naranjo.
Las acompañaron la distinguida señora
doña María Ana CAlvo, su esposo, el conocido letrado do Leopoldo Acosta y el
alcalde don Ceferino Saúco.
Fueron recibidas por una comisión del
Club Sportivo Manchego que las acompañó del brazo al palco.
Después comenzó el match de balompié,
siendo los dos equipos que se disputaron el premio del Ayuntamiento, uno
encarnado y otro verde.
Cárdenas, de los verdes, logró meter el
primer goal y Lucas, del mismo color, el segundo, Nuñez metió el primer goal a
favor de los encarnados.
Reanudado el juego Hernández tiró un
saque libre sin conseguir nada, quedando en idénticas condiciones el bando
contrario.
Después Nogales consiguió entrar el
último balón para el bando verde y Nuñez logró otro goal para el encarnado.
El partido resultó bastante reñido,
sobre todo al principio, y así hubo terminado fueron obsequiados con dulces los
jugadores.
Luego se verificó el concierto en el
orden anunciado y a continuación los ejercicios de bicicletas y carreras de
cintas, espectáculo que gustño mucho siendo de lamentar que por lo avanzado de
la hora no se pudieran correr todas las cintas.
En suma, una buena tarde que servirá de
estímulo para la afición a esta clase de Deportes".
Nuevos
tiempos: el deporte que vino de fuera
El fútbol llevaba en 1910 un buen camino
andado en España, pero de manera muy desigual. Algunas zonas costeras y Madrid
concentraban la mayor parte de la
actividad. El fútbol había llegado en primer lugar a Huelva por medio de los
ingleses que trabajaban en las Minas de Río Tinto. En Madrid fue la Institución
LIbre de Enseñanaza la puerta de entrada. El londinense Stewart Henbest Capper
introdujo los juegos ingleses en la escuela, entre ellos el fútbol. En
Barcelona, en Bilbao, en Vigo, en Santander, en Águilas, el fútbol también desembarcó
de la mano de ingleses, alemanes o suizos, preferentemente en barco. Estos
primeros balbuceos futbolísticos tuvieron lugar en el último tercio del siglo
XIX. La implantación del nuevo deporte fue consolidándose en la primera década
del siglo XX. Se fundan los clubes que van a protagonizar los principales
éxitos del fútbol español y ya en 1901 se celebra la primera competición
relevante, la Copa Macaya, en la que participan los equipos catalanes y que
toma el nombre del presidente del Hispania, que es el que costea la copa. Su
equipo se lleva la competición, ante la retirada del Barça y el Sociedad
Espanola (el actual Espanyol) por los favoritismos arbitrales hacia el
Hispania.
En 1902, el Bizcaya (unión temporal del
Athletic y el Bilbao) se lleva la Copa Coronación, organizada por el Madrid con
motivo de los festejos de la jura de la Constitución de Alfonso XIII. Al año
siguiente comienza la Copa de España, que también se apunta el Bizcaya.
Así que en 1910, el fútbol es un deporte
relativamente popular en algunos ámbitos. La Copa es la competición de
referencia. El Athletic, el Madrid, que no es todavía Real, y el Club Ciclista
San Sebastián, el embrión de la Real Sociedad, acaparan todos los títulos. Ese
año se iban a celebrar dos títulos, por discrepancias sobre la sede. En marzo
ganó en San Sebastián el Athletic y en mayo el FC Barcelona en Madrid. Tampoco
es baladí que la Real se formara a partir de un Club Ciclista. Como vemos en el
programa de festejos de 1910, ambos son la avanzadilla del nuevo deporte, que
pronto dejará de ser patrimonio de los más pudientes. Echar un vistazo a los
primeros ejemplos de periodismo deportivo, la barcelonesa Los Deportes o la
madrileña Gran Vida, primorosamente editadas, es tropezarse con regatas,
hípica, caza, algo de tenis, esgrima y motor (aviación, motociclismo y
automovilismo), además del ciclismo y el incipiente fútbot.
Francisco
J. Otero (http://www.lanzadigital.com/news/show/futbol/1910-el-anyo-que-nacio-el-foot-vall-en-ciudad-real/74433)
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