Herrera Piña en el callejón de la Plaza de Toros de
Ciudad Real
Al arriba firmante, desde sus inicios en la crónica taurina, siempre le llamó la atención una figura con la que convivió durante seis años en el callejón de la plaza de toros de Ciudad Real, fundamentalmente con motivo de la feria taurina de la capital manchega. Esa figura, ese hombre, callado y metido en su mundo –luego me enteré- era Manuel Herrera Piña, a quien –incauto de mí- yo consideraba un fotógrafo más. Con el tiempo coincidí con él hasta su fallecimiento como miembro del jurado de los Trofeos Taurinos de Casa Pepe, donde se le rindió un muy merecido homenaje en su edición de 2007.
Herrera Piña no era hombre de monsergas. Más bien todo lo contrario. Recuerdo las ocasiones en las que le ofrecía un hueco en el burladero de callejón, que él gentilmente casi siempre rechazaba, excepto una tarde postrera en la que, sucumbiendo al paso de los años, aceptó el ofrecimiento con gesto cansado.
Pero no fue hasta hace relativamente poco cuando verdaderamente me di cuenta de la inmensa relevancia histórica a nivel provincial de aquel señor tan poco hablador y correcto. Siempre que necesité material gráfico comprendido entre mediados de los años 50 y finales del pasado siglo, el nombre de Herrera Piña se hacía omnipresente. Así, alguna de sus instantáneas “colaboró” a la hora de ilustrar el libro Ganaderías de Lidia en Ciudad Real, editado por la Biblioteca de Autores Manchegos en 2008, al igual que serán imprescindibles en trabajos que –previsiblemente- verán la luz en el futuro próximo.
Pero para recordar el recorrido profesional de Herrera Piña, nos permitimos rememorar su biografía brevemente.
Biografía
Nació en Ciudad Real el 15 de Septiembre de 1934, y falleció en la misma ciudad el 13 de Enero de 2007. Se formó como fotógrafo en el estudio de Eduardo Matos, alternando su trabajo de funcionario con el de colaborador gráfico en distintas publicaciones. En el año1955 ingresa como redactor gráfico en la revista deportiva ARCO y en diciembre del año 1956 comienza a trabajar en el diario Lanza y en la Hoja del Lunes, y desde entonces colaboró con: ABC, Informaciones, Arriba, Pueblo, El ruedo, Marca, La Tribuna, etc. Fue corresponsal de la agencia EFE, Europa Press y Fiel, entre otros medios. El 23 de enero de 1967 fue nombrado corresponsal–filmador de TVE en la provincia de Ciudad Real.
Ernest Hemingway en Ciudad Real
Desde 1955
realizó todo tipo información gráfica, desde inauguraciones, visitas de
políticos, Jefes de Estado, Gobernadores Provinciales (a los que acompañaba en todos
los actos de la provincia), cacerías, todo tipo de eventos deportivos
celebrados en la provincia y algunos fuera de ella, fiestas patronales,
conciertos, celebraciones populares, etc., la Semana Santa de los distintos
pueblos, así como infinidad de ferias taurinas, quizás su mayor pasión.
La Dictadura, la Transición, la Democracia han quedado registrados a través de los negativos que componen el archivo fotográfico de Manuel Herrera Piña, el cual cuenta con más de 250.000 negativos, la mayoría de ellos en blanco y negro, que son fiel reflejo gráfico de la historia gráfica de la provincia de Ciudad Real; un fondo documental de valor incalculable que sus hijos, conscientes del gran valor de esa herencia paterna, hace años se empeñaron en rescatar y preservar con mucho esfuerzo personal y un apoyo institucional –público y privado- netamente mejorable.
Fue Manuel quien amablemente nos facilitó algunas de las históricas instantáneas que ilustran este texto, entre ellas la del Premio Nóble de Literatura Ernest Hemingway en el callejón de la plaza de toros de Ciudad Real. Pero es que podrían ser cientos más, igualmente de gran relevancia gráfica, en este caso taurina, como las jornadas de tentadero de Manuel Benítez “El Cordobés” en las ganaderías de La Rinconada o en la de Laurentino Carrascosa, o Sara Montiel asistiendo desde un palco de Ciudad Real a un festival a beneficio de los afectados por las inundaciones producidas en Valencia en 1957, o la última corrida de la carrera de Antonio Ordóñez, la cual tuvo lugar en Ciudad Real en 1981, o los años de Calatraveño, Paco Alcalde o Sánchez Puerto, entre muchas otras posibles.
Digitalización
Y es que sería una auténtica pena, un lujo que no deberíamos permitirnos, el hecho factible que supone que esos miles de negativos se deterioraran irremediablemente antes de ser pasados -salvados- a formato digital. El paso del tiempo es inexorable, y muchos de esos negativos podrían perderse para siempre si no se ponen manos a la obra más pronto que tarde. Algunas insticuciones ya han aportado diferentes ayudas, como es el caso de la Diputación Provincial o Globalcaja, a las que está previsto que se sume el ayuntamiento de Ciudad Real en breve. Pero son, aunque muy de agradecer, insuficientes. Y es que debemos convencernos: semejante legado merece atención inmediata. Casi rescate.
J. C. Sánchez
Fuente: Diario “Lanza”
14/01/2015
Una joven y bellísima Sara Montiel asiste a un
festival benéfico en Ciudad Real
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