Al dar comienzo la Guerra Civil española
el 18 de julio de 1936, empezó a escasear y desaparecer la moneda fraccionaria,
debido en parte por el atesoramiento de plata por los particulares y por el
propio Gobierno de la II República, dado que para la adquisición de munición y
armamento en el extranjero tenía que hacer pagos en plata y oro. Por todo ello
se puso en peligro las pequeñas transacciones comerciales más cotidianas. Ante
ello, municipios, cooperativas, sindicatos e incluso empresas privadas y
comercios, emitieron bonos, vales y monedas de todo tipo generalmente de
valores inferiores a la peseta, o como mucho de 2 pesetas, tanto en metal,
papel, cartón y cualquier tipo de material, hasta que el Gobierno de la
República lo prohibió por Decreto-Ley de 6 de enero de 1938 en Valencia.
En Ciudad Real capital se aprobó el 12
de junio de 1937 la fabricación y puesta en circulación de doscientos mil
vales de 0,25 pesetas, en cuatro series
de cincuenta mil; cien mil vales de 0,50 pesetas cada uno, en dos series de
cincuenta mil; y otros cien mil vales de una peseta cada uno, en dos series de
cincuenta mil: o sea, un total de doscientas mil pesetas. El expresado papel moneda
fue confeccionado en los colores azul (0,25), café (0,50) y rojo (1 peseta). En
el anverso aparecía litografiado el escudo de Ciudad Real y en el reverso la
Puerta de Toledo.
Cuando el Gobierno ordenó la retirada de
todos los vales, monedas, billetes y bonos de emisión local y su sustitución
por la moneda y billetes emitidos por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en
1938, el ayuntamiento capitalino acordó su retirada el 14 de mayo del citado
año.
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