El 28 de febrero de 1935 se inauguraba
en Ciudad Real un nuevo cine, el Proyecciones, situado en una calle que por
aquel entonces no era muy allá, a la espalda del viejo mercado, pero que estaba
llamada a ser una de las más principales de la capital, y que fue construido
por dos conocidos ciudadrrealeños, los hermanos García Ibarrola. Los
estudiantes –uno estaba a vueltas con el Derecho- recibimos con no poca alegría
la apertura de esta nueva sala, que ostentaba pomposamente el nombre de Cinema
Proyecciones y estaba dotada de ciertas comodidades que los otros dos locales
de espectáculos de Ciudad Real, el veterano Cervantes y el más moderno Olimpia,
carecían.
Aún recordamos el primer programa, la película
“Paso a la juventud”, protagonizada por Marta Egkert y Jean Kiepura, y dos
noticiarios, uno de la Fox Movietone y otro de la UFA. Y al domingo siguiente
se pasó por la novísima pantalla “Vuelan mis canciones”, que aún habiéndola
visto ya en Madrid merecía la pena repetir, aunque solo fuera por escuchar la
música de Strauss y cantar el Ave María. Los aficionados al cine estaban como
chicos con zapatos nuevos, pues surgía otra empresa cinematográfica, que
lógicamente acabaría con la “entente” de los otros dos cines. No había entonces
demasiadas películas sonoros y en el Cervantes se habían estado pasando los
martes y los viernes películas mudas, para las que la entrada general costaba
¡veinte céntimos!
Pues bien, al Cinema Proyecciones, que
en los primeros años de su funcionamiento tenía una casi familiar terraza de
verano, hay que decirle adiós. Como si fuera un bar cualquiera de Madrid nos lo
absorbe un banco o cosa parecida. La noticia ya está en la calle y no
descubrimos con ello nada nuevo, pero si quizá alguno de los detalles que damos
a continuación, facilitados por persona enterada, no sean conocidos todavía.
El Proyecciones en plena juventud, pues
acaba de cumplir los treinta años, ha sido adquirido por la Caja Rural
Provincial, esa magnífica institución que cobra mayor prestigio e importancia
cada día, para proceder a su derribo y edificar sobre el amplio solar un
moderno edificio, en cuyas plantas baja y principal irán instaladas las
oficinas y dependencias de la Caja y de la Cooperativa Provincial del Campo.
Esperpento
de edificio que sustituyó al Cinema Proyecciones
Según parece la operación de compra se
ha llevado a cabo, en los últimos días de diciembre, por varios millones de
pesetas, cosa lógica pues es una industria la que desaparece y la situación del
solar resultante en lugar céntrico, casi diríamos privilegiado, con fachada a
dos calles, permitirá la construcción de un moderno edificio, cuyas viviendas
es de suponer sean apetecibles en grado sumo. Se nos asegura que los deseos de
los futuros constructores –falta, claro está, el permiso municipal- es que
lleve doce plantas en la fachada principal de
Avenida del Imperio y parte de Bernardo Mulleras y ocho en el resto, lo
que sin prejuzgar la determinación de la Comisión de Urbanismo no nos parece
nada mal.
Cabe pensar que la entidad constructora,
con posibilidades de financiación propias, no escatimará medios y que hará un
edificio noble, señorial, que de tono y empaque de gran ciudad a nuestra
capital, dotando a las viviendas de las comodidades hoy ya en uso en esta clase
de construcciones, incluso con aire acondicionado. ¿Qué esto costará no poco?
De acuerdo, pero no se olvide que cuando se empezaron a realizar hace unos años
las primeras construcciones de bloques o casas modernos, los eternos agoreros
pronosticaron que en Ciudad Real eso no tendría éxito y la realidad ha venido a
demostrar cuan equivocados estaban.
En fin, desde aquí felicitamos a la Caja
Rural por echarle valor a la cosa, dicho en términos populares, y dotar a la
capital de una moderna y suntuaria construcción. Si al lado de esta, mejor
dicho, a la par de esta, levantase en otro solar, dentro del casco urbano claro
está, un bloque para usuarios más modestos, miel sobre hojuelas. Y sentimos
como aficionados al cine la desaparición del Proyecciones; pero no creemos se
tarde mucho en que algún valiente edifique otra sala cinematográfica, pues
solares los hay a porrillo y en sitios céntricos. Animo, pues.
Cecilio
López Pastor, diario “Lanza”, miércoles 5 de enero de 1966, página tres
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