Ciudad Real.- Esta ciudad ha vivido una
jornada de intenso fervor mariano con motivo de la bendición y dedicación al
culto público del primer retablo-altar levantado en España a la milagrosa
Virgen de las Lágrimas, de Siracusa, cuya imagen ha sido enviada por el
arzobispo de la diócesis siciliana, monseñor Baranzini, quien ha sido el primer
y más entusiasta colaborador del anhelo de traer a la veneración española la reproducción
de la imagen de la Virgen de las Lágrimas, de la que periódicamente se reciben
en nuestra parroquia de Santiago algodones y estampas bendecidos y pasados por
la imagen, inmediatamente enviados a la infinidad de fieles que los solicitan,
que hasta el momento son más de siete mil mediante otras tantas cartas
petitorias.
El acto de bendición fue realmente grandioso, toda vez que la ciudad entera y miles de peregrinos llegados de toda la región se apiñaron en torno a la Virgen de las Lágrimas, en la Plaza del Generalísimo, donde el obispo de la diócesis, doctor Echeverría y Barrena, celebró una solemne misa vespertina, retransmitida por radio, con asistencia de todas las autoridades.
Después de la misa se leyó el siguiente mensaje de S. S. Pio XII, que la multitud escuchó en el mayor de los silencios para prorrumpir al fin una emocionante aclamación.
“Augusto Pontífice al bendecirse altar
dedicado Virgen de las Lágrimas en parroquia de Santiago esa ciudad, pide Madre
celestial obtenga del Señor para esos fieles copiosas gracias y puedan llevar
ferviente vida cristiana llena virtudes. Con estos deseos Su Santidad otorga V.
E. párroco, autoridades, Clero, feligreses asistentes ceremonia implora
bendición apostólica. Montini, prosecretario”.
Desde la Plaza del Generalísimo, la imagen de la Santísima Virgen fue trasladada procesionalmente hasta la nueva Plaza de las Lágrimas, donde fue colocada en su altar definitivo, en medio de conmovedoras manifestaciones de fervor mariano, que ha inducido a la autoridad religiosa correspondiente a pedir al Santo Padre estas dos gracias:
“Que los fieles puedan lucrar las gracias del Año Santo Mariano visitando el altar de la Virgen de las Lágrimas en Ciudad Real.”
“Que los enfermos e impedidos por causa de su enfermedad de visitar algún santuario mariano puedan lucrar las mismas indulgencias con sólo besar una estampa de la Virgen de las Lágrimas que haya sido tocada a la imagen de Siracusa, rezando además por las intenciones del Papa”.- Javier María de Castro, párroco de Santiago de Ciudad Real.
La Vanguardia Española, jueves 10 de junio de 1954
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