Como un embudo. Así es como definen su calle algunos de los vecinos de Montesa, uno de los accesos “principales” a la zona centro de la ciudad. Y es que, diariamente pasan centenares de coches por esta vía que, día sí, día también, se ve colapsada por el ingente volumen de tráfico que se condensa en la misma agravado por la doble fila. Desde la parte alta y hasta la propia Plaza del Pilar son más de ocho las cocheras de vehículos que se concentran en esta calle, lo que acentúa los problemas cada vez que uno de los vecinos tiene que hacer uso de la misma. Pero esto no es lo más grave. Tal y como señalaba un comerciante que trabaja en uno de los negocios de la misma, «esta vía soporta no solo un gran número de coches, sino también la mayoría de los autobuses urbanos, lo cual demora bastante la entrada al centro». Además de esto, en Montesa se ubican también las traseras. de un centro comercial y del Teatro Quijano, «hecho que hace que el tráfico en dicha zona se ralentice todavía más cuando hay alguna función y tienen que introducir distintos materiales por la parte de atrás».
¿Y LA ESQUINA? Centenas de peatones se preguntan diariamente cómo es posible que tengan que abandonar la acera para continuar su camino por la calle Montesa al acercarse a la Plaza del Pilar. Pero es que «hasta nos hemos acostumbrado», destaca un viandante. El hecho de que hayan colocado un andamio para la rehabilitación· del edificio que hace chaflán en la confluencia de Montesa con Ciruela ha provocado alguna queja.
La Tribuna de
Ciudad Real, jueves 3 de julio de 2003
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