El regidor de Ciudad Real, Galiana y Bermúdez y su esposa doña Isabel Treviño, fundaron dos conventos de la Orden carmelitana en 1619.
El de frailes se edificó extramuros y estaba hasta el año 1931, donde hoy se levanta el suntuoso Hospital provincial.
Después de la expulsión general decretada por el Gobierno, este convento se utilizó para Hospital del Ayuntamiento y en 1857, se convirtió en provincial, y al construirse el nuevo Manicomio a él se trasladaron los servicios de la cura de los alienados.
El primitivo convento tenia extensa huerta, que hoy conserva aneja el actual Hospital y una buena Iglesia que fue demolida en época de la república.
Este templo era
muy visitado la noche de la verbena de Ntra. Señora del Carmen, después de la
adoración de la Virgen en su Iglesia que esta en la Plazuela de su nombre,
recientemente urbanizada con empedrado y adoquinado por nuestro Municipio,
ocupándolo como siempre las Monjas Carmelitas.
Otro personaje de Ciudad Real, don Luis del Mármol, notario de la Real Chancillería de Granada, fundó el Convento de Concepcionistas, más conocido aquí, como de las Terreras, seguramente por su proximidad a las pertinentes lagunas de los Terreros, que estaban donde se halla la Granja Agrícola.
La plaza que tiene al poniente es de las más grandes de esta capital, habiéndole puesto por nombre no ha mucho, de la Purísima Concepción, siendo muy concurrida por los numerosos viajeros que la cruzan por tener cercana la Estación de los autobuses de la Empresa AISA.
En el barrio de Santiago y lindera con la calle de la Mata y calle de la Libertad, antes Rua de Barrio Nuevo y también de Inquisición estuvo en los siglos antiguos la Sinagoga Mayor de los judíos de Villa Real, que al ser expulsados por los reyes D. Fernando y doña Isabel, se cristianizó convirtiéndose en la Iglesia de Santo Domingo y convento del mismo nombre, que ha durado hasta mediados del siglo anterior, conservando todavía la plazoleta que tiene una fuente pública en medio con el conocido apelativo del Compás.
En frente de esta plaza y esquina a la del Comandante López Guerrero y Lirio, en una casa recientemente reformada, existe la tradición de haber sido ocupada por la Inquisición y por fortuna en su patio interior se conserva una preciosa portada morisca, admiración de propios y de los viajeros turistas.
Emilio Bernabeu.
Diario Lanza miércoles 25 de enero de
1956
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