El día de San Miguel se celebran en la simpática barriada de La Poblachuela, embellecida por las huertas, y por el cielo azul de la llanura, unas fiestas tradicionales en honor del Cristo de la Salud; es este un día de regocijo para los vecinos de la capital, que, en animosa romería se trasladan en grupos o familias, á pie o en carruajes, a las inmediaciones de la ermita del Cristo y allí pasan unas horas amables, de religiosidad al comienzo, luego entregados a juegos de entretenimiento o al baile popular, entre risotadas de los chicos, la vuelta del jarro de buen vino de mano en mano de los mayores, y el contento de todos; hasta que a la puesta del sol disponen el retorno, y otra vez quedan en el silencio las casas de campo, en la paz augusta de la simpática barriada.
Revista “Vida Manchega”, Núm. 27.
10-10-1912
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