Vista
del Teatro de Verano en los primeros años del siglo XX
Al inicio de la calle Alarcos, donde actualmente
se ubica entre otros, la administración de loterías de “Carmona”, se encontraba
desde finales del siglo XIX, el “Teatro de Verano”, posteriormente “Teatro
Circo”, para terminar denominándose “Teatro Cervantes” a partir de 1922. Desde su
fundación, hasta el mes de marzo de 1901, se hallaba cubierto solamente de una
marquesina. En dicho año se realizaron importantes reformas cubriéndolo completamente.
Como he dicho, nació con el nombre de “Teatro
de Verano”, y fue en el año 1915 cuando pasó a denominarse oficialmente como “Teatro
Circo”, según la nota publicada en el diario “El Labriego”, el 24 de octubre de
1915, en la cual con el título “Teatro Circo”, se decía lo siguiente: “Según nos participa la empresa del coliseo
de la calle Alarcos, de hoy en adelante este teatro en vez del verano que ahora
se llamaba, se denominará Teatro-Circo”.
Este teatro cerró sus puertas en abril
de 1921, tal y como se hacía eco el
diario “El Pueblo Manchego”, en su portada del jueves 28 de abril del citado
año: “El único teatro de Ciudad Real se
ha cerrado, no sabemos hasta cuando, pero si se puede conjeturar que su
clausura será duradera. Realmente no es un coliseo muy apropiado ya a las
exigencias de la población y exento estaba de comodidades para el público, pero
no es menos cierto que era la única sala de espectáculos en el pueblo y que
ahora nos hemos de ver privados de ese recreo. Porque yo soy de los que creen
que no ha de contribuir, en lo más mínimo, su clausura para que inmediatamente
surja la construcción de otro y si, por el contrario, era evidente, que aun
abierto el Teatro Circo, si existiere otro de más confort y de mayor riqueza y
variedad en el espectáculo, la gente hubiera abandonado aquél para acudir a
este.
El
cerrojazo del coliseo, de la calle Alarcos, no ha caído en la opinión muy
gratamente. Se deseaba, si, que en él fuesen realizadas reformas de
mejoramiento; mejor, cuanto en plazo más breve fueran hechas, pero en ningún
modo para carecer, por tiempo indefinido, de tales atracciones.
Una
de las compañías que actuó en el teatro y que recogió en sus páginas la revista
“Vida Manchega” el 19 de junio de 1913
El
domingo, última noche de espectáculo, había en las tertulias de los pasillos
del teatro, conversaciones que abundaban en antedicha opinión. Confirmaban la necesidad
de instigar al propietario para realizar mejoras, pero no justificaban el
cierre definitivo. Máxime ante la perspectiva de un acontecimiento artístico, cuál
era el debut próximo de le eminente actriz Margarita Xirgú.
Puedo
afirmar que conocía el propósito del propietario del Teatro-Circo, para
realizar en él obras inmediatas, hasta ya de acuerdo con la empresa. Obras que
se hubieran comenzado en plazo breve y que se han suspendido, por una, a mi
juicio, mal entendida intransigencia.
Haciéndome
eco de una opinión numerosa escribo estas líneas que mi entusiasmo al arte dramático afianzan, también, en mi sentir,
para ver si con ellas esa intransigencia, de que antes hablaba, cede un punto y
podemos admirar y aplaudir a la actriz más genial de la escena española, que había
de darnos a conocer las últimas obras estrenadas por ella.
Al
mismo tiempo quisiera llevar al ánimo del Sr. Cárdenas, propietario del Teatro-Circo,
la impresión de que no ha sido sistemática la pronunciación por la clausura del
coliseo, sino que fue inspirada en el deseo de verlo reformado, cuando aun se desconocían
sus proyectos.
Aprovechamos
el paso de la Xirgú por nuestra capital y ciérrese después el Teatro, para
obrar en él y con el objeto de que para las fiestas patronales pueda abrirse al
público bellamente transformado.
J. Saráchaga”
Tras su cierre, volvió de nuevo abrir
sus puertas en 1922, con el nombre de “Teatro Cervantes”, pero de ello me
ocupare otro día.
Vista
del interior del Teatro-Circo en 1915, fotografía publicada en “Vida Manchega”
el 10 de mayo del citado año
No hay comentarios:
Publicar un comentario