La Basílica Catedral de Ciudad Real ha
albergado este viernes la misa solemne de la Octava de la Virgen del Prado, en
la festividad de Santa María Reina, que ha congregado a numerosos fieles que
han querido mostrar, un año más, el enorme fervor y la devoción que sienten por
la patrona de Ciudad Real, la Virgen del Prado.
La Función ha sido presidida por el M. I.
Sr. D. Eulalio Asensio López, Canónigo de la S. I. P. B. Catedral, quien apelado
a la protección de María y ha instado a emular su modelo de vida, de total
entrega a su Hijo, y basado en el acercamiento a su Palabra a través de la
oración. Ha subrayado el papel de la Virgen en la visión
consoladora y reparadora que destacó el Papa Francisco en el libro “La
esperanza no defrauda nunca”, editado con motivo del Año Jubilar.
Es una virtud, para Asensio, que “nos
mantiene firmes en aguas turbulentas” y combate el “miedo y frustración” de
“los ambientes de crisis climática, desigualdades, conflictos y catástrofes que
vivimos”.
La desesperanza ha de ser para los
cristianos, según el oficiante, un resorte para buscar “la fuerza de la
oración”. Son semillas que hay que abonar, como escribió Francisco, con
“paciencia y constancia”, cualidades que chocan con un mundo que solo
valora “la inmediatez, las soluciones rápidas y los resultados inmediatos”.
Por ello, Asensio ha reiterado a los
fieles seguir el ejemplo de la Virgen del Prado y su grandeza cristiana como el
ancla «sólida» que representa a la esperanza. «Nos hace más valientes», ha
sostenido, a la hora «de acercarnos a los que más sufren, para denunciar las
injusticias y para no ser indiferentes».
Es un ejemplo de «mujer fuerte y
maternal» que encarna los valores de «humildad, sobriedad, fidelidad y triunfo
del amor», ha asegurado el cura, frente a las mujeres «que renuncian a ser
madres porque creen ser más progresistas», ha manifestado el sacerdote.
En esta línea, ha insistido en seguir
la adminición de Francisco a ser «incansables constructores de esperanza», en
un mundo «donde los seres humanos hemos sabido volar como pájaros, nadar como
peces, pero no convivir entre nosotros».
Asensio ha estado acompañado por varios
sacerdotes y en la música por la Coral Polifónica Santísima Trinidad de
Torralba de Calatrava, acompañada del organista de la catedral Pablo López
Hervás, ha finalizado el sermón pidiendo a la patrona de Ciudad Real que interceda
para que «tengamos un corazón generoso y tierno como el suyo».
La Eucaristía ha estado presidida por la
Virgen del Prado en su paso delante del altar, y las decenas de fieles
asistentes han notado la bajada de las temperaturas que, por momentos, les ha
permitido dejar el abanico a un lado, frente a los 40 grados de hace una
semana, coincidiendo con el 15 de agosto y la fiesta grande de la ciudad que
celebra la Asunción de la Virgen.
También ha contado con una amplia
representación de la Corporación municipal, encabezada por el
alcalde ciudarrealeño, Francisco Cañizares, además de autoridades civiles y
militares, el Pandorgo 2025 -Dani Rodríguez-, Dulcinea -María
Cieza- y miembros de la Hermandad de la Virgen del Prado, encabezadas por su
presidente, Jesús González.
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